El acuerdo de libre comercio entre Mercosur y la Unión Europea enfrenta un nuevo retraso tras la petición de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, comunicada este jueves al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. El pedido, realizado durante una llamada telefónica, será presentado el sábado por Lula en la cumbre anual del bloque sudamericano, que se celebrará en Foz do Iguaçu, Brasil.
La expectativa original era firmar el tratado, negociado desde hace más de dos décadas, en este encuentro, pero la propuesta de postergar la decisión añade más incertidumbre a un proceso marcado por resistencias de varios socios europeos.
Según explicó Lula en rueda de prensa este jueves, Meloni le pidió “que si tenemos paciencia de una semana, diez días, un mes, Italia estará con el acuerdo”. El mandatario brasileño indicó que, tras la conversación, llevará la petición al resto de socios para que el bloque decida la estrategia conjunta en la reunión. Meloni, por su parte, había declarado el miércoles que sería “prematuro” avanzar con la firma en los próximos días.
El tratado, que en caso de aprobarse crearía un mercado común de 722 millones de habitantes y un flujo comercial estimado en 22 billones de dólares, se encuentra bloqueado principalmente por la oposición de Francia e Italia. Los motivos principales, según han manifestado ambos gobiernos, son las preocupaciones respecto al impacto que el ingreso de productos agropecuarios sudamericanos podría tener en los sectores agrícolas locales.
El presidente francés, Emmanuel Macron, reiteró este jueves, en medio de protestas agrarias en Bruselas, que “no puede firmarse” el acuerdo en las condiciones actuales. Lula reconoció que Macron ha sido el principal freno durante las negociaciones y relató que incluso “llegué a hablar con su esposa para que le abriera el corazón”, en referencia a su intento de destrabar las conversaciones. Considera, además, una “novedad” la postura de Meloni, aunque la líder italiana le aseguró que “no está en contra del acuerdo” y que podría convencer a los agricultores italianos tras un plazo corto de espera.

Por el lado sudamericano, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay están listos para la firma. El acuerdo permitiría a la UE aumentar exportaciones de vehículos, maquinaria, vinos y licores hacia Sudamérica, mientras que facilitaría la entrada al mercado europeo de carne, azúcar, arroz, miel y soja sudamericanos.
Lula, que ostenta este año la presidencia rotativa de Mercosur, admitió que las posibilidades de una firma inmediata son limitadas, lamentando la situación: “Si no es posible ahora porque no está listo, tampoco puedo hacer nada”. Aun así, subrayó en rueda de prensa la relevancia política del tratado: “Es un acuerdo que da una respuesta de supervivencia, una oportunidad para mantener vivo el multilateralismo”, defendiendo que el bloque sudamericano ha realizado “muchas más concesiones”.
El Parlamento Europeo aprobó el martes varias medidas de protección para el sector agropecuario, lo que dificulta todavía más la vía hacia un consenso. El acuerdo debe ser refrendado por el Consejo Europeo, reunido este jueves y viernes en Bruselas, y votado esta semana. Lula afirmó que “la esperanza es lo último que se pierde”, aunque se mostró resignado ante la posibilidad de que la firma no se concrete durante la cumbre del sábado.
(Con información de AFP y Europa Press)
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