La Unión Europea plantea una subvención de hasta 90.000 millones de euros para Ucrania si no se usan los activos rusos congelados

Bruselas propuso a los Estados miembros tres alternativas de financiación para garantizar apoyo urgente a Kiev ante la falta de consenso sobre el uso directo de fondos rusos inmovilizados

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El comisario europeo de Economía,
El comisario europeo de Economía, Valdis Dombrovskis, asiste a una rueda de prensa sobre las previsiones económicas de la Unión Europea, en Bruselas, Bélgica. 17 de noviembre de 2025. (REUTERS/Yves Herman)

La Comisión Europea ha propuesto a los países de la Unión Europea (UE) varias alternativas para proporcionar un apoyo financiero a Ucrania por un monto de 90.000 millones de euros, ante la falta de consenso sobre la utilización directa de los activos rusos inmovilizados por las sanciones. En una carta dirigida a los Veintisiete, la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, destacó la necesidad de actuar con celeridad ante lo que calificó como un “imperativo estratégico” para ejercer presión sobre Moscú.

Según el documento, existen tres vías principales para canalizar los fondos. La primera consiste en que los Estados miembros realicen contribuciones voluntarias en función de su renta nacional bruta, con el objetivo de desembolsar a Kiev 45.000 millones de euros por año en subvenciones, al menos durante los próximos dos ejercicios. La Comisión subrayó que este mecanismo, aunque tendría un impacto directo en los presupuestos nacionales —en un rango estimado entre el 0,16 % y el 0,27 % del PIB anual—, resultaría creíble y administrativamente directo para apoyar a Ucrania. Von der Leyen advirtió en su misiva que “Europa no puede permitirse una parálisis, ya sea por dudar o por buscar soluciones perfectas o sencillas que no existen”.

La segunda opción es la emisión de deuda conjunta por parte de la UE en los mercados financieros, utilizando los fondos recaudados para conceder a Ucrania un préstamo sin intereses. Para esta vía, sería posible emplear avales de los Estados miembros o recurrir al respaldo del presupuesto comunitario, aunque esta última alternativa requeriría la unanimidad de todos los gobiernos, pues implica modificar las reglas presupuestarias. Bruselas incluso contempla la creación de una “sociedad vehículo” para gestionar las emisiones de deuda y permitir la participación de socios extracomunitarios en la operación.

FOTO DE ARCHIVO. La presidenta
FOTO DE ARCHIVO. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, asiste a una rueda de prensa el día de la cumbre de líderes de la Unión Europea en Bruselas, Bélgica. 23 de octubre de 2025. (REUTERS/Yves Herman)

La tercera alternativa retoma la propuesta del llamado “préstamo de reparación”, financiado con los rendimientos generados por los activos rusos inmovilizados. Esta opción permitirá dar a Ucrania un crédito sin intereses, con la condición de que solo será devuelto una vez que Rusia pague reparaciones de guerra. Sin embargo, las reticencias de Bélgica, que custodia 185.000 millones de euros de los aproximadamente 210.000 millones en activos rusos congelados en la UE, suponen el principal obstáculo. Bruselas ha buscado contentar a las autoridades belgas incluyendo garantías adicionales y sumando otros 25.000 millones de euros en activos localizados en diferentes instituciones financieras. Además, la Comisión indica que los avales necesarios para este préstamo deberán cubrir los riesgos potenciales y que se incorporarán salvaguardas para minimizar los posibles efectos adversos.

El documento enfatiza la magnitud de la necesidad financiera de Ucrania, citando cálculos del Fondo Monetario Internacional (FMI), que estiman en 135.700 millones de euros el apoyo fiscal y militar requerido por el país entre 2026 y 2027. Von der Leyen insta a los países de la UE a alcanzar una decisión antes de fin de año, de modo que los pagos puedan iniciarse a comienzos del segundo trimestre de 2026.

La Comisión también advierte sobre los riesgos asociados a la innovación financiera y legal de algunas de estas propuestas. Un préstamo de reparación podría tener efectos indeseados en los mercados financieros si se percibe erróneamente como una confiscación, a pesar de respetar la legislación internacional.

(Con información de EFE)