
El Comité Central del Partido Comunista Chino (PCCh) inició este lunes su cuarto pleno bajo un fuerte clima de turbulencias internas, con relevos previstos entre sus miembros tras una serie de purgas que alcanzaron a altos cargos civiles y militares.
Al menos nueve de los 205 miembros titulares podrían ser destituidos al cierre del encuentro, lo que supondría la mayor reestructuración desde el año 2017.
Este tipo de cambios suele formalizarse a puerta cerrada durante los plenos, que se celebran en un contexto de absoluto hermetismo por mandato interno.
El Comité Central, máximo órgano rector del partido, renovó su estructura en el XX Congreso del PCCh en octubre de 2022. Estas reuniones, habituales en cada ciclo quinquenal, adquieren ahora una dimensión inédita ante la escala de las expulsiones y el alcance de la campaña anticorrupción impulsada por el secretario general Xi Jinping.
En la tercera sesión plenaria, organizada en julio de 2024, el Partido oficializó la salida de figuras como Qin Gang, ex ministro de Exteriores, y Li Shangfu, ex titular de Defensa, apartados el año anterior. Casos similares podrían sumarse al finalizar la actual convocatoria, cuyo desenlace se espera con especial atención.
La llamada “política anticorrupción” ha intensificado su alcance este año e involucró a responsables del sector financiero, gobiernos locales, ministerios y estructuras clave. Entre los ejemplos más relevantes figura Tang Renjian, ex ministro de Agricultura y Asuntos Rurales, sentenciado en septiembre a pena de muerte suspendida tras aceptar sobornos valorados en más de 268 millones de yuanes (unos 37 millones de dólares).
Yi Huiman, ex presidente de la Comisión Reguladora de Valores, fue arrestado el mismo mes acusado de “graves violaciones disciplinarias y de la ley” durante su mandato entre 2019 y febrero de 2024. Es el tercer jefe de mercado bursátil chino sometido a investigación por corrupción desde 2016.

Entre los funcionarios regionales alcanzados también figuran Wang Lixia, ex gobernadora de Mongolia Interior; Lan Tianli, ex jefe del gobierno de Guangxi; y Jin Xiangjun, ex gobernador de Shanxi, todos miembros del Comité sujetos a investigaciones.
Sobre la estructura militar, el régimen chino anunció el pasado viernes la expulsión de nueve altos mandos del Partido y del Ejército Popular de Liberación por “graves violaciones disciplinarias” y presuntos delitos de corrupción. Se trata de la mayor purga militar en años, incluyendo al general He Weidong, vicepresidente de la Comisión Militar Central (CMC) y al almirante Miao Hua, antiguo jefe del Departamento de Trabajo Político de la CMC.
El Ministerio de Defensa reconoció que las investigaciones involucran sumas “extremadamente grandes” y provocaron “consecuencias altamente perjudiciales”.
El destino de He Weidong resultó especialmente llamativo después de su desaparición de la vida pública en marzo. En los últimos meses, el Ejército chino también vio caer a dos ministros de Defensa y a varios altos mandos vinculados a la Fuerza de Cohetes. En respuesta, la CMC aprobó en julio nuevas directrices para fortalecer la lealtad política y la integridad entre sus jerarcas.
De acuerdo con un análisis del Asia Society Policy Institute (ASPI), estas purgas son presentadas como manifestación de la “fortaleza política de Xi, no de su debilidad”.
“Al destituir a altos cuadros y generales, Xi demuestra que puede imponer su voluntad tanto en el Partido como en el Ejército”. Según los expertos del ASPI, si todas las destituciones previstas se concretan, “esta sería la reunión del Comité Central con menor asistencia en los últimos años”, en línea con la política de autodepuración promovida por la cúpula.
Está previsto que los asistentes debatan recomendaciones para el XV Plan Quinquenal (2026-2030), que definirá las grandes líneas económicas y sociales para el próximo lustro en China. El desenlace del pleno podría marcar un nuevo hito en la historia reciente del PCCh y la consolidación de poder de Xi Jinping.
(Con información de EFE)