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El Partenón luce sin andamios
El Partenón luce sin andamios por primera vez en 20 años, permitiendo una vista inédita de su arquitectura (Credito: AP Foto/Petros Giannakouris)

Durante las últimas décadas, la silueta del Partenón, el emblemático templo ateniense en Grecia dedicado a la diosa Atenea Partenos, ha estado marcada por la constante presencia de andamios. La estructura, erigida en el siglo V a. C. en la cima rocosa de la Acrópolis, ha sido escenario de intensos trabajos de restauración y conservación, lo que restringía la visión plena de sus columnas y su fachada por parte de millones de visitantes anuales. Sin embargo, y por primera vez en aproximadamente 20 años, quienes visitan Atenas pueden contemplar el monumento sin la interferencia de estructuras temporales, un hecho considerado inédito desde el siglo XIX.

La relevancia de este momento no ha pasado desapercibida. Lina Mendoni, ministra de Cultura de Grecia, destacó ante la radio nacional el impacto que tiene la ausencia de andamios en la percepción del monumento, señalando que para muchos visitantes “es como estar viendo un edificio completamente diferente”. Por años, la vista occidental del Partenón, la más apreciada y visible desde el suelo de la ciudad, se encontraba parcialmente obstruida. Ahora, la imagen despejada devuelve a la ciudad y al mundo una escena poco frecuente en la era moderna.

Retiro temporal y cronograma de restauración

La restauración del Partenón continuará
La restauración del Partenón continuará en noviembre con andamios más ligeros y menos invasivos para los visitantes (REUTERS/Louisa Gouliamaki)

Este respiro, no obstante, tendrá corta duración. Las autoridades han anunciado que el retiro de andamios es solo temporal. A partir de noviembre, retornarán las estructuras al lado oeste del templo para continuar con los trabajos de conservación. Según expresó Mendoni, esta vez los andamios serán “más ligeros y estéticamente mucho más acorde con la lógica del monumento”, buscando minimizar la alteración visual y mantener el acceso lo más libre posible para los visitantes. Se prevé que el proceso de restauración continúe hasta principios del verano próximo. Una vez culminadas las labores, se espera que el Partenón quede libre de andamios, ofreciendo una vez más una vista despejada de su imponente arquitectura.

Durante los últimos 20 años, los trabajos sobre el Partenón han buscado preservar y reforzar la estructura expuesta durante siglos a factores climáticos, contaminación y el paso de millones de personas. La constante presencia de andamios permitió la realización de intervenciones esenciales, abordando daños acumulados y previniendo el deterioro de los elementos originales.

Antecedentes de restauración y uso de andamios

El uso de andamios en el Partenón no es un fenómeno reciente. Reportes históricos indican que en los últimos 200 años el templo no había estado completamente libre de estas estructuras temporales, producto de una amplia variedad de campañas de restauración que se han sucedido desde la época en que Grecia alcanzó su independencia. Más allá de las dos últimas décadas, documentos señalan que las obras de restauración y mantenimiento han sido una constante en la historia moderna del templo, con diferentes enfoques a medida que progresaba la tecnología y evolucionaban los criterios de conservación patrimonial.

El andamiaje sirvió tanto para la estabilización de columnas como para el reemplazo de bloques dañados y la limpieza de elementos arquitectónicos. Además, en el siglo XIX y durante buena parte del XX, la restauración del Partenón se vio marcada por intervenciones motivadas tanto por la necesidad de conservar el monumento como por proyectos museográficos y arqueológicos en torno a la Acrópolis.

Importancia histórica y cultural

El Partenón y la Acrópolis en su conjunto mantienen un lugar central en la identidad histórica y cultural de Grecia. Construido entre los años 447 y 432 a. C., el templo representa el culmen de la arquitectura dó rica y la devoción ciudadana a la diosa Atenea. Además del Partenón, la Acrópolis alberga otras joyas monumentales, como el Templo de Atenea Niké y el Erecteión, todos considerados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1987. Su relevancia va más allá de lo arquitectónico; constituyen un símbolo de la democracia ateniense y de la civilización occidental.

El edificio, aunque hoy se presenta como un rectángulo en ruinas rodeado de columnas de mármol, fue en sus orígenes un centro cívico y religioso de referencia. Su ubicación y presencia dominan la ciudad y continúan atrayendo a millones de turistas, lo que ha generado nuevos retos de gestión y conservación.

Exceso de turismo y medidas de contención

El turismo masivo en la
El turismo masivo en la Acrópolis llevó a implementar límites diarios de acceso y reservas con horario asignado (Credito: AP Foto/Petros Giannakouris)

El turismo masivo ha derivado en desafíos importantes para la Acrópolis. Durante 2024, el sitio ha recibido cerca de 4,5 millones de visitantes, según datos recientes. Para abordar la presión sobre el monumento y preservar su integridad, las autoridades griegas implementaron en 2023 un sistema de control mediante un límite diario de acceso: únicamente 20.000 personas pueden explorar el sitio cada día. Adicionalmente, la entrada general se debe reservar con horario asignado, con un costo de 30 euros durante la temporada alta. Se ofrecen, además, visitas guiadas privadas para grupos reducidos, medida pensada para mejorar la experiencia y evitar aglomeraciones.

Estas políticas buscan no solo proteger el monumento, sino también ofrecer a los visitantes una interacción más significativa y menos congestionada con el patrimonio, intentando equilibrar la enorme demanda turística con la necesidad de conservar el sitio para las generaciones futuras.

Reconstrucción virtual y nuevas perspectivas

A la par de los esfuerzos materiales, la tecnología también ha abierto nuevas puertas para reinterpretar el pasado del Partenón. A inicios de este año, Juan de Lara, arqueólogo de la Universidad de Oxford, desarrolló un modelo virtual que permite simular cómo habría sido el interior del templo en la antigüedad. De Lara afirmó al medio IFLScience la importancia de estas representaciones digitales, puesto que proporcionan una imagen más completa y rica del monumento para quienes lo visitan en la actualidad, aportando contexto y recuperando aspectos perdidos a través de los siglos.

El periodo en que el Partenón puede contemplarse sin obstáculos físicos en su fachada representa una oportunidad singular para sus visitantes, pero también refuerza el valor de la investigación y la recreación virtual como herramientas para acercar el pasado a la sociedad contemporánea.