La policía británica mantiene bajo custodia y somete a interrogatorio a seis personas por presuntos delitos de terrorismo, tras el atentado contra una sinagoga en el noroeste de Inglaterra que dejó dos víctimas fatales y sumió en duelo a la comunidad judía del Reino Unido.
Jihad Al-Shamie, de 35 años, fue abatido por la policía el jueves frente a la sinagoga de Heaton Park, en Manchester, luego de embestir a fieles con un automóvil, agredirlos con un cuchillo y tratar de ingresar al templo. Según las autoridades, el atacante, ciudadano británico de origen sirio residente en Manchester, habría estado motivado por ideología islamista extrema.
Durante el ataque, que coincidió con el Yom Kipur, el día más sagrado del calendario judío, murieron Melvin Cravitz (66 años) y Adrian Daulby (53 años), ambos miembros de la congregación. La policía informó que Daulby fue alcanzado accidentalmente por un disparo realizado por un agente, cuando varios fieles se refugiaron y bloquearon la entrada a Al-Shamie. Otros tres hombres permanecen hospitalizados con heridas graves.
Al-Shamie se encontraba en libertad bajo fianza por una presunta violación al momento del ataque, aunque aún no había sido acusado formalmente.
La policía arrestó a tres hombres y tres mujeres de entre 18 y 60 años en el área metropolitana de Manchester, sospechosos de “comisión, preparación e instigación de actos de terrorismo”. Las autoridades continúan investigando si el agresor actuó de manera independiente.
Este hecho ha devastado a la comunidad judía británica y acentuado el debate sobre el aumento del antisemitismo. Según Community Security Trust, organización que asesora y protege a judíos en el Reino Unido, los incidentes antisemitas en el país se han incrementado notoriamente desde el ataque terrorista de Hamas a Israel el 7 de octubre de 2023 y la posterior guerra en Gaza.
Algunos líderes políticos y religiosos consideran que las manifestaciones propalestinas, frecuentes desde el estallido del conflicto en la Franja, han contribuido a la propagación del odio hacia los judíos. Si bien las protestas han sido mayoritariamente pacíficas, frases como “Del río al mar, Palestina será libre” son señaladas por parte de la comunidad como incitadoras de odio.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y sus seguidores han vinculado las críticas al país y a su actuación en la guerra con expresiones de antisemitismo.
El rabino jefe Ephraim Mirvis, líder del judaísmo ortodoxo en el Reino Unido, calificó el ataque como consecuencia de “una ola implacable de odio hacia los judíos”, tanto en el entorno físico como en internet. Por su parte, algunos consideran que el reconocimiento del Estado palestino por parte del Reino Unido el pasado mes, ha envalentonado el antisemitismo, una postura rechazada por el gobierno.
El viceprimer ministro, David Lammy, fue recibido con abucheos y gritos de “Vergüenza” el viernes, durante una vigilia por las víctimas realizada en Manchester.
La policía de Londres pidió a los organizadores cancelar una protesta prevista para el sábado contra la ilegalización de Palestine Action, grupo recientemente designado organización terrorista por el gobierno.
El primer ministro, Keir Starmer, recomendó que los responsables del acto “reconozcan y respeten el dolor de los judíos británicos esta semana” y opten por postergar la movilización.
Sin embargo, el grupo Defend Our Juries anunció que no la cancelará y se espera la presencia de cientos de manifestantes que arriesgarían ser arrestados por portar carteles en apoyo a la agrupación prohibida.