Las defensas aéreas ucranianas neutralizaron anoche 128 de los 154 drones de larga distancia, entre vehículos no tripulados de ataque y réplicas de estos que los rusos emplean para confundir al enemigo, que Rusia lanzó contra territorio de Ucrania, según informó la Fuerza Aérea ucraniana en su parte de este viernes.
Otros 26 drones impactaron en nueve localizaciones distintas no especificadas por la Fuerza Aérea ucraniana.
Los drones neutralizados fueron interceptados sobre varias regiones del norte, el sur, el este y el centro de Ucrania.
Del total de drones lanzados por Rusia anoche, cerca de 80 eran drones kamikaze Shahed, una tecnología adquirida por los rusos de Irán al comienzo de la guerra que Moscú produce ahora perfeccionada en su propio territorio.
Por su parte, drones ucranianos impactaron la madrugada de este viernes la refinería Afipsky en la región rusa de Krasnodar Krai, importante centro logístico y una de las plantas petroleras más grandes del sur de Rusia.
Según el informe del cuartel operativo regional, el ataque provocó el incendio de una de las unidades de producción, abarcando aproximadamente 30 metros cuadrados, que fue extinguido por equipos de emergencia.
La refinería Afipsky procesa cerca de 9,1 millones de toneladas de petróleo crudo anual, representando el 2,1% del total del refinado nacional. Ubicada a menos de 200 kilómetros de la línea del frente, la planta juega un papel estratégico en el abastecimiento de diésel y queroseno de aviación a las fuerzas armadas rusas movilizadas en Ucrania.
Según datos de la investigación Energy Aspects publicados por el Financial Times, los ataques a instalaciones de refino rusas, que comenzaron a intensificarse en agosto de 2025, han disminuido la capacidad de procesamiento de Rusia en más de 1 millón de barriles diarios, situando las exportaciones por debajo de los niveles previos a la invasión a gran escala.
El ataque se suma a una serie de impactos contra la misma refinería Afipsky el 7 y el 28 de agosto pasados, tras los cuales una de sus unidades debió detener operaciones. Además, instalaciones cercanas, como la refinería de Krasnodar —asociada a Afipsky—, también han sido blanco de ataques con drones ucranianos. Desde el comienzo de agosto, Ucrania ha logrado paralizar parcial o totalmente al menos cinco refinerías clave, afectando severamente la producción de combustibles en Rusia.
Estos bombardeos han recortado la capacidad total de refinado rusa en un 17%, equivalente a 1,1 millones de barriles al día, y la producción de gasolina cayó un 10%. Además, más de 300 estaciones de servicio dejaron de funcionar en todo el país y en numerosas regiones las autoridades implementaron límites a la compra de combustible, permitiendo solo entre 10 y 20 litros por persona. El mercado ruso también sufre un incremento récord en los precios de la gasolina, que desde inicios del año han subido entre 40% y 50%, conforme a reportes del medio Kommersant.