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FOTO DE ARCHIVO: El presidente
FOTO DE ARCHIVO: El presidente chino Xi Jinping y el presidente ruso Vladímir Putin caminan en la residencia personal del líder chino, Zhongnanhai, en Beijing, China, el 2 de septiembre de 2025. (Sputnik/Alexander Kazakov/Pool vía REUTERS)

Un análisis de documentos rusos filtrados sugiere que Rusia está suministrando a China equipo militar y tecnología que podría ayudarlo a desarrollar capacidades aerotransportadas avanzadas necesarias para una invasión de Taiwán, según un informe del Royal United Services Institute (RUSI), un foro británico de defensa y seguridad.

El estudio de RUSI se basa en alrededor de 800 páginas —contratos, listas de equipos y actas— filtradas por el grupo hacktivista Black Moon. Los autores compartieron algunos documentos con The Associated Press y consideran que parecen auténticos, aunque reconocen que partes podrían haber sido omitidas o alteradas; AP no pudo verificarlos de forma independiente.

Qué muestran los documentos

Los papeles recogen reuniones entre delegaciones chinas y rusas, plazos de pago y entrega, y referencias a sistemas de paracaídas de gran altitud y vehículos anfibios de asalto. Según RUSI, Rusia ya habría comenzado a trabajar en los productos que se entregarán, pero los documentos no contienen una prueba directa de que China haya pagado o recibido el material.

Entre los elementos detallados figuran la venta de 37 vehículos ligeros de asalto anfibio, 11 cañones antitanque autopropulsados anfibios y 11 vehículos blindados de transporte de personal, además de vehículos de mando y observación. El costo total estimado supera los 210 millones de dólares.

Los documentos indican además que Beijing quiere integrar sistemas de comunicación propios y adaptar los vehículos para utilizar munición china. RUSI señala también que Rusia acordó proporcionar entrenamiento en territorio chino y equipamiento completo para un batallón aerotransportado, incluida la capacidad para infiltraciones de fuerzas especiales.

Entre los elementos detallados figuran
Entre los elementos detallados figuran la venta de 37 vehículos ligeros de asalto anfibio, 11 cañones antitanque autopropulsados anfibios y 11 vehículos blindados de transporte de personal. (REUTERS/Violeta Santos Moura)

Sistemas de paracaídas y el sistema “Dalnolyot”

Los documentos describen sistemas diseñados para lanzar en paracaídas cargas de hasta 190 kg desde altitudes muy elevadas. Un acta de reunión del 8 de marzo de 2024 en Moscú indica que Rusia debía entregar antes de fines de 2024 detalles sobre el rendimiento del sistema Dalnolyot en condiciones extremas (hasta −60 °C). Beijing habría solicitado pruebas para lanzamientos desde 8.000 metros.

Según el informe, esa altura permitiría planear hasta unos 80 kilómetros, lo que, en palabras del análisis, permitiría que “los grupos de fuerzas especiales chinas penetren en el territorio de otros países sin ser notados”. RUSI sugiere que Dalnolyot podría emplearse en un aterrizaje de “etapa cero” en el que se introduzcan discretamente equipos y fuerzas especiales desde aviones fuera del espacio aéreo objetivo.

Los autores del informe advierten que —aunque los documentos no mencionan específicamente a Taiwán— el material y el entrenamiento descritos facilitarían a China capacidades aerotransportadas críticas que podrían acelerar un posible plan de invasión. No obstante, subrayan que no hay evidencia de decisión definitiva de Beijing de invadir.

Soldados del Ejército Popular de
Soldados del Ejército Popular de Liberación de China de pie durante el ensayo previo a un desfile militar para conmemorar el 80 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial, en Beijing, China, 3 de septiembre de 2025. (REUTERS/Tingshu Wang)

Sobre el estado de las fuerzas chinas, Danylyuk (coautor) afirmó que “La escuela china de aterrizaje aéreo es muy joven”, y añadió que la asistencia de Moscú podría adelantar el programa aerotransportado chino entre 10 y 15 años. También escriben que “El mayor valor del acuerdo” para China probablemente resida en el entrenamiento y los procedimientos de comando y control de las fuerzas paracaidistas, porque Rusia tiene “experiencia en combate”, mientras que China no.

Wen-Ti Sung, experto en China y Taiwán del Atlantic Council, relativizó la importancia de las operaciones paracaidistas: dijo que enviar tropas en paracaídas probablemente apoyaría la logística de cualquier invasión, pero sería poco probable que fuera el “evento principal”. Añadió que “China apuesta a largo plazo” comprando equipo que podrá ingeniería inversa y adaptar para misiones de combate e inteligencia, vigilancia y reconocimiento.

Song Zhongping, comentarista militar en Beijing, comentó que China posee equipamiento superior, pero que “Rusia tiene más experiencia en combate”.

El presidente ruso, Vladímir Putin,
El presidente ruso, Vladímir Putin, el presidente chino, Xi Jinping, el líder norcoreano, Kim Jong-un, y jefes de delegaciones extranjeras llegan al desfile militar que marca el 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, en Pekín, China, el 3 de septiembre de 2025. (Sputnik/Sergey Bobylev/Pool via REUTERS)

Contexto más amplio y riesgo estratégico

Altos funcionarios estadounidenses han señalado que Xi Jinping ordenó a sus fuerzas que se prepararan para la posibilidad de una invasión de Taiwán ya en 2027. Beijing sostiene que la isla forma parte de China y no descarta el recurso a la fuerza.

RUSI plantea además un posible interés estratégico ruso: convertirse en proveedor militar de China y usar esas ventas para financiar la guerra en Ucrania, e incluso la idea de implicar a Beijing en un conflicto con Washington por Taiwán para distraer la atención occidental de Ucrania.

Los autores recuerdan, sin embargo, que la experiencia práctica de Rusia en despliegues aerotransportados no ha sido impecable: las fuerzas aerotransportadas rusas fracasaron en varios objetivos al inicio de la invasión de Ucrania en 2022, cuando intentos de tomar aeródromos clave fueron repelidos por defensas antiaéreas y helicópteros fueron derribados.

Por último, el informe subraya el principal desafío operativo que enfrentaría China en un hipotético asalto a Taiwán: suprimir las defensas aéreas y desembarcar suficientes tropas y equipo con rapidez para derrotar a las fuerzas taiwanesas antes de su movilización. Una de las hipótesis de RUSI es que China podría lanzar vehículos blindados desde el aire sobre campos de golf cercanos a puertos y aeródromos para permitir que las tropas aerotransportadas despejen el camino para las fuerzas de desembarco.

El Kremlin y los ministerios de Defensa y Asuntos Exteriores de China y Taiwán no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios, según el informe.

(Con información de AP)