
Estados Unidos, Corea del Sur y Japón iniciaron este lunes una serie de ejercicios militares conjuntos en las proximidades de la isla surcoreana de Jeju, con el objetivo de fortalecer sus capacidades operativas combinadas y responder a los crecientes desafíos nucleares y de misiles de Corea del Norte.
El Ministerio de Defensa de Corea del Sur explicó que la maniobra, denominada Freedom Edge, busca mejorar la cooperación trilateral en operaciones navales, aéreas y cibernéticas, en un contexto en que la actividad militar norcoreana amplía el riesgo en la región.
“El ejercicio es necesario para contrarrestar las amenazas nucleares y de misiles de Corea del Norte, que no dejan de aumentar”, señaló el la cartera de Defensa.
La Comandancia Indo-Pacífica de Estados Unidos detalló que las maniobras incluyen medios aéreos del Cuerpo de Marines y la Fuerza Aérea estadounidense, además de simulacros potenciados de defensa antimisiles y aérea, evacuaciones médicas y entrenamientos en operaciones marítimas. La entidad calificó Freedom Edge como “la demostración más avanzada hasta ahora de cooperación en defensa trilateral”. El despliegue está previsto hasta el viernes en aguas al sur de la península.

El desarrollo de estos ejercicios trilaterales ha generado una respuesta inmediata del régimen norcoreano. Kim Yo Jong, hermana del dictador Kim Jong Un, condenó las maniobras en los medios estatales y las definió como “una demostración imprudente de fuerza”.
“La exhibición imprudente de fuerza por parte de ellos en las cercanías de la República Popular Democrática de Corea [DPRK], en el lugar equivocado, inevitablemente traerá malos resultados para ellos mismos”. aseguró en su mensaje recogido por la televisión estatal.
La tensión regional se intensificó también por la reciente realización de Iron Mace, otro ejercicio desarrollado entre soldados estadounidenses y surcoreanos, cuyo propósito es integrar capacidades nucleares de Washington y convencionales de Seúl para fortalecer la disuasión ante amenazas norcoreanas. La hermana de Kim Jong Un también cuestionó esa práctica y la presentó como nueva prueba de la postura hostil de ambos países.

El historial demuestra que Corea del Norte suele responder a los ejercicios de sus rivales con pruebas balísticas o nuevas demostraciones militares. Estas acciones han aumentado desde el inicio de la guerra en Ucrania y el endurecimiento de la política exterior norcoreana, que priorizó la relación con Rusia.
Las negociaciones nucleares entre Seúl, Washington y Pyongyang permanecen estancadas, mientras el régimen de Kim Jong Un intensifica su política de acercamiento a potencias que confrontan abiertamente con Estados Unidos. Tras la invasión rusa a Ucrania, la dictadura norcoreana envió miles de soldados y grandes cantidades de armas, incluidas piezas de artillería y misiles balísticos, para apoyar el esfuerzo militar de Moscú.
En este contexto, Kim Jong Un aprovechó el acercamiento a Moscú y Beijing para fortalecer su posición diplomática. El líder norcoreano estuvo presente en China junto al presidente Xi Jinping y al presidente ruso Vladimir Putin en una parada militar de gran envergadura a principios de mes. La aparición conjunta de los tres mandatarios simboliza el reforzamiento de su cooperación en materia de seguridad y sirve de mensaje frente a la alianza militar entre Estados Unidos, Corea del Sur y Japón.
El ejercicio Freedom Edge incluye entrenamientos en defensa antimisiles, operaciones aéreas conjuntas y prácticas de evacuación médica, con destacada participación de activos navales y aéreos de los tres países aliados. La Comandancia Indo-Pacífica de Estados Unidos enfatizó que se trata de la maniobra trilateral de defensa más avanzada realizada hasta la fecha, con labores coordinadas en mar, aire y ciberespacio.
(Con información de The Associated Press)