
El Tribunal de Primera Instancia de Rabat condenó este miércoles a la activista feminista Ibtissam Lachgar, conocida como "Betty“, a dos años y medio de prisión y al pago de una multa de 50.000 dirhams (unos 4.700 euros,5.400 dólares estadounidenses) por el delito de “atentar contra la religión islámica” después de que publicara en su cuenta de X una fotografía vistiendo una camiseta con la frase "Alá es lesbiana“, según informó EFE y confirmaron sus abogados. La sentencia incluyó acusaciones de blasfemia y de difundir la imagen a través de internet.
Durante la audiencia, el fiscal solicitó la aplicación del artículo 267-5 del Código Penal marroquí, que prevé penas de entre seis meses y dos años de prisión y multas de hasta 200.000 dirhams (18.900 euros) para quienes atenten contra la religión islámica, la monarquía o la integridad territorial del país. La defensa, formada por cinco letrados, sostuvo que las publicaciones de Lachgar están protegidas por la libertad de expresión y solicitó su absolución.
Lachgar declaró ante el juez que no pretendía atentar contra la religión y que su publicación formaba parte de la militancia feminista internacional y de su lucha contra la “ideología machista y paternalista”. Explicó también que recibió amenazas de muerte tras la publicación. Lachgar, cofundadora del Movimiento Alternativo por las Libertades Individuales (MALI), fue detenida el pasado 10 de agosto en Casablanca y trasladada posteriormente a una cárcel en Rabat.

La abogada Naïma El Geullaf declaró a The Associated Press que Lachgar fue condenada por violar el código penal, al considerar que ofendió a la monarquía o al islam a través de los mensajes en la camiseta y su publicación en internet. El equipo legal ha anunciado que recurrirá la condena.
Hamid Sikouk, representante de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), afirmó a AP: “Este veredicto no solo es injusto, sino que también amenaza la libertad de expresión y opinión”. Otra abogada de la defensa, Souad Brahma, también presidenta de la AMDH, advirtió sobre el riesgo de retrocesos en materia de derechos humanos y afirmó que su clienta hacía referencia a las religiones en general.
Ibtissam Lachgar, de 50 años, es psicóloga y conocida defensora de los derechos de las mujeres y de las comunidades LGTBI en Marruecos. Ha abogado por la despenalización del sexo fuera del matrimonio y en 2013 organizó un “beso colectivo” frente al parlamento para protestar por la acusación de indecencia a dos adolescentes que publicaron una foto dándose un beso en Facebook.

El Código Penal marroquí sanciona tanto la blasfemia como la homosexualidad. El artículo 489 penaliza las relaciones homosexuales con hasta tres años de prisión, mientras que el artículo 267-5 castiga las ofensas contra el islam, la monarquía y la integridad territorial. Organizaciones como Human Rights Watch y Amnistía Internacional han denunciado estas leyes como contrarias a la libertad individual y a los compromisos internacionales de Marruecos.
En los últimos años han proliferado en Marruecos procesos judiciales por supuestas ofensas religiosas o políticas, incluyendo sanciones contra la prensa satírica y sentencias de prisión por mensajes en redes sociales. La frase “Allah is lesbian”, utilizada por Lachgar, forma parte del repertorio internacional de slogans feministas y suele emplearse como acto de provocación en movimientos LGTBI y feministas. En el contexto marroquí, la repercusión ha sido mayor por el papel central de la religión islámica y su función estructurante en la legitimidad de la monarquía alauita.
El arresto y condena de Ibtissam Lachgar han polarizado la opinión pública en Marruecos y reabierto el debate sobre los límites de la libertad de expresión, la visibilidad de la diversidad sexual y el papel de la religión en la vida pública. Su defensa prepara la apelación mientras organizaciones de derechos humanos alertan sobre el posible retroceso en las libertades fundamentales del país.
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