El momento en que leones marinos se arrojan al mar escapando de una lluvia de piedras por el terremoto en Rusia

En el acantilado de la isla de Antsiferov, junto a la península rusa de Kamchatka, una embarcación turística registró la estampida de los animales, que se precipitaron al agua para ponerse a salvo

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Leones marinos en pánico se zambullen en el mar mientras un terremoto sacude los acantilados en Kamchatka

Los leones marinos presas del pánico se lanzaron al mar cuando el terremoto golpeó la isla de Antsiferov, frente a las costas de la península rusa de Kamchatka.

La isla es conocida por ser el hábitat natural de los leones marinos de Steller, una especie de león marino de gran tamaño y casi amenazada. La isla se ha mantenido como un refugio relativamente seguro para los animales gracias a su aislamiento y la escasa presencia humana.

La especie (Eumetopias jubatus) es la más grande de su familia y habita principalmente las costas del norte del océano Pacífico, desde Rusia hasta Estados Unidos y Japón.

Los machos adultos pueden alcanzar hasta 3 metros de longitud y pesar más de 1.000 kilogramos. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) clasifica a la especie como “casi amenazada”, debido a la disminución de sus poblaciones en varias regiones.

Un grupo de leones marinos
Un grupo de leones marinos de Steller. (Paws.org)

Factores como la pesca industrial, la contaminación y la alteración de su hábitat han contribuido a esta tendencia, y los eventos naturales como terremotos representan un riesgo adicional para su supervivencia.

Cuando el potente terremoto azotó la isla y las rocas comenzaron a desmoronarse, se vio a los leones marinos zambullirse en el mar para ponerse a salvo.

La grabación, realizada desde un barco turístico, muestra a decenas de leones marinos de Steller precipitarse desde las rocas hacia el agua en cuestión de segundos. El estruendo de las rocas al caer y el movimiento sísmico generaron una reacción en cadena entre los animales, que abandonaron sus lugares de descanso habituales para buscar refugio en el mar.

El desastre

Uno de los terremotos más fuertes jamás registrados sacudió este miércoles la península de Kamchatka en el extremo oriente de Rusia, desencadenando tsunamis de hasta cuatro metros de altura que se propagaron por todo el océano Pacífico. El sismo, de magnitud 8.8 y uno de los más potentes registrados desde 2011, forzó evacuaciones masivas desde Hawaai hasta Japón y generó alertas de tsunami en múltiples países con costas en el Pacífico, incluyendo Estados Unidos, México, Ecuador y Colombia.

Un trabajador de los servicios
Un trabajador de los servicios de emergencia observa un jardín de infancia dañado por un terremoto, en Petropávlovsk-Kamchatski, Krai de Kamchatka, Rusia. 30 de julio de 2025, en esta captura de pantalla de un vídeo distribuido. Ministerio de Emergencias de Rusia/Handout vía REUTERS

Las ondas sísmicas devastaron la localidad portuaria rusa de Severo-Kurilsk, donde las aguas inundaron el área portuaria y sumergieron una planta pesquera local, obligando a evacuar a sus 2.000 habitantes. En Japón, cerca de dos millones de personas recibieron órdenes de evacuación, mientras que una mujer murió al caer por un acantilado mientras intentaba huir en su vehículo. Los trabajadores de la planta nuclear de Fukushima fueron evacuados como medida preventiva.

A medida que las horas transcurren, las autoridades de varios países han comenzado a reducir gradualmente las alertas iniciales. Rusia levantó la alerta para su región oriental. Japón rebajó las advertencias de tsunami para gran parte de su territorio, manteniendo solo las alertas en sus regiones del norte. Hawaii levantó sus órdenes de evacuación después de que el Centro de Alerta de Tsunami del Pacífico redujera el nivel de amenaza, aunque las autoridades advierten que persisten corrientes y olas peligrosas. Mientras tanto, las Islas Marquesas en la Polinesia Francesa se preparan para olas de hasta cuatro metros que se esperan durante la madrugada.