Cómo funciona Aeneas, la inteligencia artificial que reconstruye inscripciones romanas perdidas en piedra

Un sistema desarrollado por la Universidad de Nottingham permite recuperar mensajes ocultos durante siglos, incluso cuando existen fragmentos faltantes

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La inteligencia artificial revoluciona la
La inteligencia artificial revoluciona la reconstrucción de inscripciones romanas al permitir restaurar textos latinos fragmentados - (Imagen Ilustrativa Infobae)

La arqueología suele evocar imágenes de excavaciones silenciosas y hallazgos cubiertos de polvo que solo unos pocos expertos pueden descifrar. Sin embargo, el avance de nuevas tecnologías está transformando este universo milenario, dando un giro inesperado a la forma en que reconstruimos nuestro pasado. La inteligencia artificial ya no es solo terreno de ingenieros y programadores: ahora se convierte en una aliada esencial para quienes exploran los misterios del Imperio Romano.

Descubrir una losa antigua, grabada con palabras casi desvanecidas por el tiempo, y que una máquina revele en segundos un mensaje que permaneció oculto durante siglos, que hasta hace poco parecía ciencia ficción. Sin embargo, ahora es una realidad gracias a Aeneas, un software de inteligencia artificial que redefine la reconstrucción de inscripciones romanas.

Esta herramienta permite restaurar textos latinos fragmentados y aporta datos inéditos sobre su origen y datación. El desarrollo, realizado por un equipo internacional dirigido por Thea Sommerschield de la Universidad de Nottingham, junto a Google DeepMind, ya marca un hito en la aplicación de tecnologías emergentes al estudio del patrimonio histórico, según publicó The Art Newspaper.

Con este avance, el pasado cobra otra dimensión: las voces de quienes escribieron en piedra hace siglos vuelven a ser audibles, y detalles que parecían perdidos resurgen gracias a la inteligencia artificial. Así, la frontera entre historia y tecnología se borra, y se abre un universo de posibilidades para comprender cómo vivían, pensaban y se comunicaban los antiguos romanos.

Aeneas utiliza una base de
Aeneas utiliza una base de datos de más de 176.000 inscripciones latinas para contextualizar textos y sugerir lecturas de fragmentos dañados - (Imagen Ilustrativa Infobae)

El desafío de los textos fragmentados

Cada año, los arqueólogos encuentran aproximadamente 1.500 inscripciones latinas en edificios, artefactos y restos del mundo romano. Muchas llegan incompletas, con daños por roturas o erosión, lo que dificulta la tarea de reconstruir su contenido y comprender su contexto original.

Tradicionalmente, estas restauraciones exigen un profundo conocimiento del latín y la comparación meticulosa con cientos de textos similares. Esta labor es lenta y compleja, porque supone analizar una vasta colección de ejemplos para inferir las palabras y frases perdidas.

“Estos textos suelen estar dañados y normalmente no sabemos dónde ni cuándo fueron escritos”, explicó Sommerschield, quien lo comparó con “resolver un gigantesco rompecabezas, solo que este tiene decenas de miles de piezas más de lo habitual y el 90% de ellas faltan, porque eso es todo lo que ha sobrevivido a lo largo de los siglos”.

Aeneas: inteligencia para descifrar el pasado

El software Aeneas, desarrollado por
El software Aeneas, desarrollado por un equipo internacional y Google DeepMind, identifica origen y fecha de inscripciones antiguas con alta precisión - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Frente a este escenario, Aeneas es la primera herramienta de inteligencia artificial creada para contextualizar inscripciones antiguas. Su nombre rinde homenaje al héroe de la mitología grecorromana y el sistema se apoya en una base de datos de 176.861 inscripciones latinas, que abarcan desde el siglo VII a.C. hasta el siglo VIII d.C. recogidas desde la antigua Britania romana hasta Mesopotamia.

La tecnología de Aeneas puede predecir el texto perdido de una inscripción incluso cuando se desconoce la longitud de la sección faltante, sugerir el lugar probable de origen del texto, identificar inscripciones similares y establecer un rango aproximado para su creación, en ocasiones con una precisión de solo trece años. Estas capacidades, basadas en la comparación automática con la enorme base de datos del sistema, agilizan y mejoran el proceso de reconstrucción textual, posibilitando reconstrucciones más fundamentadas y rápidas.

Sommerschield, líder del proyecto, resaltó: “Aeneas ayuda a los historiadores a interpretar, atribuir y restaurar textos latinos fragmentarios”. La investigadora precisó que el objetivo no es reemplazar a los expertos, sino proporcionarles un respaldo tecnológico que optimice su labor, ampliando así el alcance de sus investigaciones y el análisis de documentos históricos.

Pruebas y perspectivas para la arqueología

Las primeras pruebas de Aeneas incluyeron inscripciones emblemáticas. Entre ellas, la Res Gestae Divi Augusti, grabada en el Templo de Roma y Augusto en Ankara, Turquía. Esta inscripción sigue siendo objeto de debate en cuanto a su datación exacta, por lo que ofrecía un escenario ideal para testar el sistema.

La inteligencia artificial permite acelerar
La inteligencia artificial permite acelerar la comprensión de textos antiguos y enriquecer la visión sobre la vida y cultura romana - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Aeneas asignó fechas a la Res Gestae que coincidieron con las estimaciones de los historiadores y con inscripciones comparables, demostrando así su capacidad para contextualizar textos de extrema complejidad.

En Mainz, Alemania, el sistema también fue probado con una inscripción de un altar votivo, estimando correctamente su fecha en torno al año 214 d.C., identificándola como propia de la provincia romana de Germania Superior y proponiendo lecturas para las partes dañadas del texto. Sommerschield calificó estos logros como “momentos asombrosos” para el grupo de investigación.

Estos resultados no solo validan la precisión de la herramienta, sino que permiten nuevas posibilidades para el estudio de inscripciones menos conocidas, o en peor estado de preservación. El desarrollo y las pruebas de Aeneas recibieron reconocimiento en la revista Nature, lo que subraya su relevancia científica y abre la puerta a aplicaciones más ambiciosas en museos y yacimientos arqueológicos.

Sommerschield enfatizó que la llegada de este avance no desplaza la labor tradicional de los historiadores, sino que representa una oportunidad para potenciarla. La investigadora imagina un futuro en el que la colaboración entre expertos y sistemas como Aeneas acelere la comprensión de textos antiguos y enriquezca la visión sobre el pasado romano.