
“El objetivo es preservar permanentemente en forma digital cada detalle de Notre Dame”, afirmó Brad Smith, presidente de Microsoft, en un comunicado reciente. Esta declaración marca el inicio de una de las iniciativas tecnológicas más ambiciosas en el ámbito del patrimonio cultural europeo: la creación de una gemela digital de la catedral de Notre-Dame.
La multinacional estadounidense no solo aspira a replicar digitalmente el emblemático monumento, sino que también busca ampliar el acceso y la preservación de millones de objetos culturales franceses mediante la inteligencia artificial. Smith aseguró que la propuesta tiene como fin garantizar “que su estructura, historia y simbolismo estén protegidos y accesibles para las generaciones venideras”.
La reconstrucción física de Notre-Dame tras el incendio que la devastó requirió cinco años de trabajo. Sin embargo, la posibilidad de contar con una réplica digital habría simplificado enormemente el proceso, según explicó Brad Smith en noviembre pasado. Ahora, esa hipótesis se materializa a través de una colaboración entre Microsoft, el Instituto del Patrimonio del Ministerio de Cultura francés y la empresa emergente Iconem.
Según detalló AFP, el proyecto combina imágenes de alta resolución y algoritmos de inteligencia artificial para capturar y reproducir cada elemento arquitectónico y artístico de la catedral, construida en 1345.

La gemela digital de Notre-Dame será donada al Estado francés y estará disponible tanto para los equipos de conservación como para su exhibición en el futuro Museo de Notre Dame de París. Además, según consignó Euronews, la iniciativa se extiende a la digitalización de decorados históricos de ópera y millones de objetos pertenecientes a las principales instituciones culturales de Francia.
Entre los elementos seleccionados figuran maquetas cinematográficas de espectáculos de la Ópera Nacional de París, datadas entre 1800 y 1914, detalló Euronews. El propósito declarado es acercar estas colecciones al público más amplio posible, facilitando experiencias interactivas a través de la plataforma de Microsoft.
Aunque el presupuesto definitivo y la fecha de finalización permanecen sin concretar, Brad Smith adelantó a medios franceses que la operación requerirá al menos un año y supondrá una inversión de varios millones de euros. Esta iniciativa sigue la estela de una colaboración previa con el Vaticano, donde Microsoft participó en la digitalización de la Basílica de San Pedro.
En paralelo a la preservación patrimonial, la compañía anunció la expansión de sus centros de innovación en Estrasburgo. El objetivo es reforzar el desarrollo de lenguas europeas en los modelos de inteligencia artificial, con especial atención a aquellas menos representadas.

Actualmente, el sistema operativo Windows de Microsoft soporta 90 idiomas, entre ellas 24 lenguas oficiales de la Unión Europea, así como el euskera, el catalán, el gallego y el luxemburgués. La empresa planea enriquecer su base de datos multilingüe mediante la recopilación de grabaciones de audio y textos multilingües, principalmente a través de la plataforma GitHub. Posteriormente, estos datos se alojarán y se pondrán “ampliamente accesibles” en la plataforma Hugging Face, una referencia en el desarrollo colaborativo de modelos de IA.
La estrategia de Microsoft en Europa se enmarca en el plan Compromisos Digitales Europeos, presentado a comienzos de año. Este programa busca expandir la inteligencia artificial y la infraestructura en la nube, fortalecer la resiliencia digital, mejorar la protección de datos y la ciberseguridad, y respaldar tanto la soberanía digital como la economía europea en su conjunto.
No obstante, el contexto europeo muestra una tendencia hacia la autonomía tecnológica. Las instituciones del continente impulsan su propia infraestructura soberana en la nube y desarrollan grandes modelos lingüísticos de IA para reducir la dependencia de las grandes tecnológicas. En este sentido, la colaboración entre MOIC, GitHub y Hugging Face pretende facilitar el acceso a conjuntos de datos multilingües y de voz, esenciales para el avance de los modelos de inteligencia artificial europeos.