
Robert Francis Prevost fue nombrado este jueves nuevo líder de la Iglesia católica y, aunque ya tuvo sus primeras intervenciones públicas en las que dejó entrever las prioridades de su misión en el Vaticano, su camino sigue siendo aún un misterio para millones de fieles de todo el mundo.
Dos cardenales y un clérigo de la Iglesia, sin embargo, adelantaron en las últimas horas los que creen que podrían ser los lineamientos del papa León XIV y su postura frente a determinadas cuestiones sociales.
Uno de los aspectos más destacados, tanto por los religiosos como por el propio Santo Padre en sus homilías, fue su compromiso con dar continuidad al legado del papa Francisco, distintivo por el cuidado del prójimo, la promoción de la paz y el servicio a los más necesitados, especialmente los pobres y los migrantes.
“Pronunció su primera palabra sobre la paz. Creo que fue una palabra importante, que dejó clara una vez más”, comentó el cardenal alemán Richard Marx, en referencia a la intervención de Prevost desde el balcón del Vaticano ante la multitud reunida en la Plaza de San Pedro, tras la fumata blanca.

En ese sentido, señaló que muy probablemente León continuará con sus mensajes en contra de los conflictos bélicos y la violencia, en un momento en el que el mundo enfrenta focos activos en varias regiones.
“Tiene que haber otra voz y creo que eso es lo que se espera”, sumó.
Marx también recordó que, previo a ingresar en el cónclave, Prevost ya había dejado en claro su postura con la cuestión de los migrantes, especialmente en Estados Unidos, donde el presidente Donald Trump ordenó una intensa política de deportación de los extranjeros en condición irregular.
Pese a que podría mantenerse firme en este aspecto, Marx apuntó que sería esperable que, desde el Vaticano, se muestre menos desafiante contra Trump y, por consiguiente, un tanto más moderado que Francisco.

“Como Papa, ciertamente no querrá provocar allí, en esa dirección”, dijo.
El reverendo Joseph Farrell, vicario general de la Orden de San Agustín y cercano al estadounidense desde mediados de los años ochenta, coincidió con el cardenal y aseguró que, de hecho, “ese es un aspecto atractivo de alguien que va a estar en el liderazgo de servicio de la Iglesia”.
“El papa Francisco decía lo que pensaba inmediatamente. Creo que lo que veremos con el papa León es a un hombre que quiere pensar primero y procesar cuál es el mensaje que quiere transmitir. Y solo luego, entregarlo”, explicó.
En segundo lugar, Farrell destacó que el nombre elegido por el nuevo pontífice tiene una relación directa con lo que será su misión al frente de la Iglesia.
El agustino recordó que este martes, previo al inicio del cónclave, había compartido un almuerzo con su par, en el que le había consultado sobre los rumores que ya lo sugerían entre los posibles papables, aunque no aún entre los favoritos.
“Le preguntamos, ‘¿cómo llevas esto?’ y nos respondió: ‘Bueno, para ser sincero, no estoy durmiendo tan bien como antes’“, recordó Farrell sobre aquella charla, que antecedió a la pregunta clave sobre la consideración de su nombre en caso de ser electo y a un rezo cargado de emoción.
Pese a no revelar cuál fue la respuesta que dio el entonces cardenal, entre los purpurados, la decisión de ser llamado León XIV, en honor al papa León XIII, uno de los más influyentes pontífices, fue una señal clara de sus principios y valores.

“Su nombre es su programa”, aseguró el cardenal serbio, Ladislav Nemet, arzobispo de Belgrado, tras haber compartido la cena del jueves con el nuevo Padre.
León XIII (1878-1903) fue uno de los papas más influyentes de la historia moderna y autor de la encíclica Rerum Novarum, que defiende el derecho al trabajo digno, el derecho de los trabajadores a organizarse en sindicatos y percibir un salario justo, todos lineamientos que establecieron las bases de la Doctrina Social de la Iglesia.
“Es muy interesante que quiera prestar más atención a las cuestiones de orden social en el mundo, como las cuestiones de justicia”, sostuvo Nemet, que hizo mención también a una peculiar observación que hizo el nuevo pontífice la víspera.
“Dijo que estamos dentro de una nueva revolución: en tiempos de León XIII había una revolución industrial en marcha; ahora hay una revolución digital en marcha”, impulsada por las nuevas tecnologías y la Inteligencia Artificial, explicó.
Así, “hoy, como en tiempos de León XIII existe el problema de los puestos de trabajo, porque la digitalización conduce a una disminución de la mano de obra necesaria para el trabajo”, añadió.
Por último, Marx sugirió que el vasto pasado de servicio de Prevost también podría ser clave a la hora de adelantar sus posibles lineamientos como líder de la Iglesia.

Prevost, nacido en Chicago, trabajó durante décadas en Perú -de hecho, tiene doble nacionalidad- y habla inglés y español fluidos, además de francés, italiano y alemán, y entiende latín. Asimismo, su servicio en comunidades diversas lo nutrió de conocimientos culturales y sociales de todo tipo, lo que lo hacen -según Marx- un idóneo para el cargo y para su misión del cuidado de todos los hermanos.
“Eso me convenció para decir que podría ser una posibilidad (para el cargo)”, insistió con confianza de que seguirá con el trabajo iniciado por Francisco.
(Con información de Reuters)