Los ataques indios en Pakistán mataron a familiares y colaboradores del líder del grupo terrorista Jaish-e-Mohammed

Masood Azhar confirmó la muerte de 10 familiares y cuatro ayudantes y amenazó al primer ministro Modi: “Nadie debería esperar misericordia”

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Masood Azhar, líder del grupo
Masood Azhar, líder del grupo terrorista JeM (Aamir QURESHI / AFP)

El líder del grupo terrorista Jaish-e-Mohammed (JeM), Masood Azhar, confirmó este miércoles que diez miembros de su familia y cuatro colaboradores cercanos murieron durante los ataques aéreos realizados por las fuerzas armadas indias en Pakistán y la Cachemira administrada por Pakistán, según informó el diario Hindustan Times.

En un comunicado citado por el periódico indio, Azhar indicó que los ataques al complejo Markaz Subhan Allah en Bahawalpur, cuartel general de JeM, causaron la muerte de varios familiares, incluyendo a su hermana mayor y su esposo, un sobrino y su esposa, además de una sobrina.

El líder terrorista dirigió amenazas explícitas contra el primer ministro indio Narendra Modi, declarando en urdu: “Esta crueldad ha roto todos los límites. Ahora, nadie debería esperar misericordia”.

La operación militar india, denominada “Operación Sindoor”, incluyó ataques nocturnos contra nueve objetivos vinculados a organizaciones insurgentes en territorio pakistaní y en la Cachemira controlada por Pakistán, según confirmaron fuentes oficiales indias el miércoles.

Entre los blancos específicos atacados por la Fuerza Aérea de India se encontraban instalaciones vinculadas a tres grupos insurgentes considerados terroristas por Nueva Delhi: Jaish-e-Mohammed, Lashkar-e-Taiba y Hizbul Mujahideen. Los objetivos de JeM incluyeron Markaz Subhan Allah en Bahawalpur, Sarjal en Tehra Kalan, Markaz Abbas en Kotli y el campamento Syedna Bilal en Muzaffarabad.

Las instalaciones de Lashkar-e-Taiba atacadas fueron Markaz Taiba en Murdike, Markaz Ahle Hadith en Barnala y el campamento Shwawai Nalla en Muzaffarabad. Por su parte, las bases de Hizbul Mujahideen afectadas fueron Makaz Raheel Shahid en Kotli y Mehmoona Joya en Sialkot.

Según las autoridades indias, de los nueve objetivos atacados, cuatro estaban ubicados en Pakistán y cinco en la región de Cachemira administrada por Islamabad.

El nombre “Operación Sindoor” hace referencia simbólica al polvo bermellón que tradicionalmente utilizan las mujeres hindúes casadas. Esta elección se relaciona con un incidente ocurrido el 22 de abril, cuando la imagen de una mujer hindú sentada conmocionada junto al cuerpo de su esposo se viralizó en redes sociales, convirtiéndose en símbolo del atentado en Pahalgam, Jammu y Cachemira, que dejó 26 víctimas mortales.

La operación militar india marca una significativa escalada en las tensiones entre las dos potencias nucleares, que han mantenido un conflicto histórico sobre la región de Cachemira desde la partición del subcontinente indio en 1947.

Qué es Jaish-e-Mohammed

Jaish-e-Mohammed, cuyo nombre significa “El Ejército de Mahoma”, fue fundado por Azhar en el año 2000 con el objetivo principal de unificar Cachemira con Pakistán. El grupo, de ideología sunita dentro del movimiento Deobandi, busca también implementar la ley islámica (sharia) y ha declarado su yihad contra Estados Unidos, comprometiéndose a expulsar a hindúes y miembros de otras religiones del territorio cachemir.

Masood Azhar, un reconocido terrorista vinculado a Al Qaeda y los talibanes, fue liberado de una prisión india en 1999 como parte de un intercambio por la vida de 155 pasajeros de un vuelo de Indian Airlines secuestrado en Afganistán. En sus inicios, JeM recibió entrenamiento y financiamiento tanto de los talibanes como de Al Qaeda, especialmente debido a la relación personal entre Azhar y Osama bin Laden.

El grupo fue designado como organización terrorista por Naciones Unidas, Estados Unidos e India en 2001, y por Pakistán en 2002.

Aunque históricamente JeM ha dirigido sus ataques contra fuerzas de seguridad indias y políticos, evitando habitualmente matanzas indiscriminadas de civiles, el grupo se atribuyó el atentado del 14 de febrero en Pulwama, cuando un terrorista suicida hizo explotar su vehículo junto a un convoy militar indio, dejando 41 muertos y 35 heridos, el peor ataque de las últimas décadas en Cachemira.

Funcionarios pakistaníes han denunciado los ataques como una violación de su soberanía, mientras que India sostiene que sus acciones estuvieron dirigidas exclusivamente contra infraestructuras terroristas y no contra objetivos civiles o militares regulares.