
Los rumanos votan este domingo en unas elecciones presidenciales que se repetirán tras la anulación de los comicios del año pasado, que sumió al país, miembro de la Unión Europea y de la OTAN, en su peor crisis política en décadas.
Once candidatos compiten por la presidencia y se espera una segunda vuelta el 18 de mayo. Las urnas se abrieron a las 7 de la mañana (0400 GMT) y se cerrarán a las 9 de la noche (1800 GMT). Hasta el mediodía, 3,5 millones de personas -alrededor del 19,5% de los votantes con derecho a voto- habían depositado su voto, según la Oficina Electoral Central, de los cuales 500.000 procedían de votantes en el extranjero.
El panorama político de Rumanía se vio sacudido el año pasado cuando un alto tribunal anuló las anteriores elecciones, en las que el ultraderechista Calin Georgescu se impuso en la primera vuelta, tras las acusaciones de violaciones electorales e injerencias rusas, que Moscú ha negado.
Al igual que en muchos países de la UE, en Rumanía cunde el antisistema, alimentado por la elevada inflación y el alto costo de la vida, el gran déficit presupuestario y la atonía de la economía. Según los observadores, este malestar ha reforzado el apoyo a figuras nacionalistas y de extrema derecha como Georgescu, investigado y excluido de la repetición de las elecciones.

Aunque los datos de las encuestas locales deben tomarse con cautela, la mediana de los sondeos sugiere que el nacionalista de extrema derecha George Simion pasará a la segunda vuelta, enfrentándose probablemente al alcalde de Bucarest, Nicusor Dan, o al candidato de la coalición gobernante, Crin Antonescu.
En un colegio electoral de la capital, Bucarest, Simion compareció el domingo por la mañana junto a Georgescu y declaró a los periodistas: “Estamos aquí con una sola misión: la vuelta al orden constitucional, la vuelta a la democracia. No tengo otro objetivo que el primer puesto para el pueblo rumano”.

Por su parte, Georgescu calificó la repetición de los comicios de “fraude orquestado por quienes han hecho del engaño la única política de Estado”, pero dijo que estaba allí para “reconocer el poder de la democracia, el poder del voto que asusta al sistema, que aterroriza al sistema”.
Dan, un matemático de 55 años y antiguo activista anticorrupción que fundó el partido Salvar Rumanía Unión (USR) en 2016, se presenta con una candidatura pro-UE “Rumanía Honesta”. Tras depositar su voto, Dan dijo que había votado “por la esperanza y un nuevo comienzo” para Rumanía. “He votado con realismo, porque Rumanía está atravesando un momento difícil”, dijo.

El veterano centrista Antonescu, de 65 años, que hizo campaña manteniendo la orientación prooccidental de Rumanía, dijo el domingo por la mañana que había votado por “una Rumanía unida, por una Rumanía fuerte, por una Rumanía digna.”
Victor Ponta, ex primer ministro entre 2012 y 2015, también ha impulsado una campaña al estilo MAGA “Rumanía primero” y presume de tener estrechos vínculos con la administración Trump.
Otra aspirante, Elena Lasconi, quedó segunda en la primera vuelta del año pasado y participa en la repetición de los comicios. Se ha posicionado como una candidata incondicionalmente prooccidental y antisistema, despotricando contra lo que describe como una clase política corrupta.
La desconfianza en las autoridades sigue siendo generalizada, especialmente entre quienes votaron a Georgescu, un electorado considerable que Simion ha intentado aprovechar.

“El sentimiento antisistema no es un movimiento anárquico, sino contra la gente que ha destruido este país”, declaró a The Associated Press Simion, que quedó cuarto en las elecciones del año pasado y posteriormente apoyó a Georgescu, días antes de la repetición de los comicios. “Ya no somos un Estado democrático”.
Rares Ghiorghies, de 36 años, que trabaja en el sector de la energía y votó a Simion, dice que espera que, si consigue la presidencia, Rumanía pueda “volver a los principios básicos de la democracia, recuperar nuestra confianza.”
“Lo que ocurrió en diciembre de 2024 es sin duda un capítulo oscuro en la historia de este país, y no podemos seguir aceptándolo”, afirma. “Espero que las cosas vuelvan a la normalidad”.

Simion dijo que su partido nacionalista de extrema derecha Alianza para la Unidad de los Rumanos está “perfectamente alineado con el movimiento MAGA”, capitalizando una creciente ola de populismo en Europa tras el regreso político del presidente estadounidense Donald Trump. AUR saltó a la fama en unas elecciones parlamentarias en 2020, proclama defender “la familia, la nación, la fe y la libertad”, y desde entonces ha duplicado su apoyo.
El jubilado Done Chiritoi dice sentirse robado de su anterior voto, que le ha dejado “sólo malas palabras” para la clase política. “Si vuelven a anular mi voto o si el que elegí no sale elegido, me echaré a la calle”, asegura.
La repetición de las elecciones es un momento de encrucijada para Rumanía, que busca restaurar su democracia y conservar sus alianzas geopolíticas, enrarecidas desde el fiasco de las elecciones anuladas.
La decisión de anular las elecciones y la prohibición de la candidatura de Georgescu suscitaron las críticas del Vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, de Elon Musk y de Rusia, que apoyó públicamente su candidatura en la repetición de los comicios.
La función presidencial conlleva un mandato de cinco años e importantes poderes de decisión en materia de seguridad nacional y política exterior.
(Con información de AP)