El líder de la minoría drusa de Siria denunció una “campaña genocida” y criticó al poder islamista

Arremetió contra el poder del presidente Ahmed al Sharaa, tras unos enfrentamientos de cariz confesional que dejaron más de 100 muertos en dos días

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Hikmat al Hajri (REUTERS/Yamam Al
Hikmat al Hajri (REUTERS/Yamam Al Shaar)

El líder espiritual de la minoría drusa de Siria denunció este jueves una “campaña genocida” contra su comunidad y arremetió contra el poder del presidente Ahmed al Sharaa, tras unos enfrentamientos de cariz confesional que dejaron más de 100 muertos en dos días, según una ONG.

Los enfrentamientos cerca de la capital, Damasco, y en el sur del país entre combatientes drusos y grupos armados vinculados al poder sunita ilustran la inestabilidad persistente en Siria, casi cinco meses después de que una coalición de rebeldes islamistas tumbara al régimen represivo de Bashar al Asad.

En un comunicado, el jeque Hikmat al Hajri denunció una “campaña genocida injustificada” contra “civiles”, y reclamó “una intervención inmediata de fuerzas internacionales”.

“Ya no confiamos más en una entidad que pretende ser un gobierno (...) Un gobierno no mata a su pueblo echando mano de sus propias milicias extremistas, para decir después de las masacres que la culpa es de elementos incontrolados”, declaró el líder religioso.

“Un gobierno protege a su pueblo”, enfatizó.

Al menos 100 personas murieron en dos días de violencia confesional, en su mayoría combatientes drusos, según informó el jueves en la tarde el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Según la ONG, 30 miembros de las fuerzas de seguridad del gobierno islamista y combatientes afiliados murieron, así como 21 combatientes drusos y 10 civiles durante enfrentamientos en los suburbios de Jaramana y Sahnaya, cerca de Damasco, el martes y el miércoles.

Las fuerzas de seguridad sirias
Las fuerzas de seguridad sirias revisan vehículos a la entrada de la ciudad drusa de Sahnaya, Siria, el 1 de mayo de 2025 (REUTERS/Yamam Al Shaar)

En la provincia de Sueida, bastión de la comunidad drusa cerca de Israel, otros 40 combatientes drusos murieron el miércoles, 35 de ellos en una emboscada, según el OSDH.

El ministro israelí de Defensa, Israel Katz, advirtió el jueves que su país reaccionará con “fuerza” si el gobierno sirio no protege a la población drusa.

“Si los ataques contra los drusos se reanudan y que el régimen sirio no logra impedirlos, Israel responderá con una fuerza significativa”, declaró Katz en un comunicado de su ministerio.

La ONU exhortó a “todas las partes a mostrar la mayor prudencia”.

El jefe de la diplomacia siria, Asaad al Shaibani, respondió por su parte que “cualquier llamado a una intervención extranjera, bajo cualquier pretexto o eslogan, llevará a un deterioro de la situación y a más divisiones”, según un mensaje publicado en la red X.

Los combates en Jaramana y Sahnaya, cerca de Damasco, donde viven cristianos y drusos, así como en la provincia meridional de Sueida, reavivaron la pesadilla de las masacres que a inicios de marzo dejaron un balance de 1.700 muertos en el oeste del país, en su gran mayoría miembros de la minoría alauita.

La violencia en aquella zona del país, montañosa y costera, se vio precipitada por ataques de hombres afines al clan Al Assad contra las fuerzas de seguridad.

Los drusos son una comunidad religiosa esotérica derivada del islam chiita, y está repartida entre Líbano, Siria e Israel.

Los alauitas son otra rama minoritaria del islam, a la que pertenece el ex dictador Al Assad, en un país, Siria, donde los musulmanes sunitas son mayoría.

Los combates de esta semana comenzaron el lunes con un ataque de grupos armados afines al poder en Jaramana, tras difundirse en redes sociales un mensaje de audio atribuido a un druso, y considerado blasfemo para con el profeta Mahoma. AFP no pudo verificar la autenticidad del mensaje en cuestión.

Con el argumento de querer defender a los drusos, Israel, país vecino de Siria con la que sigue técnicamente en guerra, amenazó con golpear al nuevo poder sirio, en caso de que prosiga la violencia contra esta comunidad.

El ministro israelí de Relaciones Exteriores, Gideon Saar, instó el jueves a la comunidad internacional a “cumplir su papel protegiendo las minorías en Siria -especialmente a los drusos- del régimen y sus bandas terroristas”.

Los drusos son numerosos en los Altos del Golán, que Israel arrebató a Siria en la Guerra de los Seis Días en 1967, y desde entonces mantiene ocupados.

(Con información de AFP)