
El Kremlin acusó este viernes a Ucrania por la muerte del teniente general Yaroslav Moskalik, quien falleció a consecuencia de un coche bomba en Balashikha, en las afueras de la capital rusa, según informaron el Comité de Investigación de Rusia y medios estatales.
Moskalik, de 59 años, se desempeñaba como subjefe de la Dirección Principal de Operaciones del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, un puesto clave en la planificación de operaciones militares, incluidos los combates en Ucrania.
De acuerdo con el comunicado del Comité de Investigación, el militar murió al acercarse a un Volkswagen Golf estacionado frente a su residencia, donde un artefacto explosivo improvisado, cargado con metralla, fue detonado de forma remota.

La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajarova, afirmó que “hay motivos para creer que los servicios especiales ucranianos están implicados en el asesinato”, basándose en el conocimiento previo que estos tendrían de Moskalik debido a su participación en las negociaciones de paz en el Grupo de Contacto de Minsk y el formato de Normandía.
El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) indicó que está investigando el ataque y señaló que el último propietario del vehículo era originario de Sumi, en Ucrania.
Imágenes difundidas por medios rusos mostraron un vehículo incendiado con la parte delantera destruida frente al edificio de apartamentos donde residía el general. Testigos reportaron que la explosión se produjo hacia las 10:45, hora local (07:45 GMT). La policía acordonó la zona y retiró un cuerpo cubierto con una sábana blanca.
El asesinato de Moskalik ocurre en un contexto de tensión creciente, y en medio de los esfuerzos de mediación del enviado del presidente estadounidense Donald Trump, Steve Witkoff, quien se reunió con el presidente ruso Vladimir Putin en Moscú este viernes para discutir propuestas de paz relativas al conflicto ucraniano. Se trató de su cuarto encuentro desde febrero.

El atentado también recuerda al ocurrido en diciembre de 2024, cuando el jefe de las Fuerzas de Protección Radiológica, Química y Biológica de Rusia, el teniente general Igor Kirillov, murió en circunstancias similares tras la explosión de un artefacto colocado en un scooter eléctrico frente a su vivienda. En ese caso, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) reconoció su implicación.
Aunque las autoridades rusas insisten en señalar a Ucrania como responsable, hasta ahora no se han presentado pruebas públicas, y Kiev no ha realizado comentarios sobre el incidente. Según el portal Gazeta.ru, en ambos atentados los atacantes habrían estudiado meticulosamente las rutinas diarias de las víctimas para ejecutar las explosiones.
Según el canal de Telegram Rybar, Moskalik era considerado “uno de los oficiales más inteligentes y exigentes” del Estado Mayor ruso, y se encontraba bajo consideración para dirigir el Centro de Gestión de la Defensa Nacional, el máximo organismo de comando y control de las fuerzas armadas rusas.
En paralelo, el dirigente de la región de Osetia del Norte, Serguéi Menyailo, declaró a la agencia RIA Novosti que Ucrania “tiene atragantadas a personas como Yaroslav”, reforzando las acusaciones que apuntan hacia Kiev como autor intelectual del ataque.
El Comité de Investigación ha abierto una causa penal por asesinato y terrorismo, mientras las autoridades refuerzan las medidas de seguridad en torno a altos mandos militares tras reconocer anteriores fallos en la protección de sus oficiales.
(Con información de AP, AFP, EFE y Reuters)