
En la antesala del funeral del papa Francisco, este viernes, tuvo lugar la cuarta Congregación General de Cardenales en el Vaticano, el organismo encargado de gobernar a la Iglesia en el período de tiempo entre la muerte de un sumo pontífice y el anuncio de su sucesor.
El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, informó que, en esta oportunidad, 149 cardenales asistieron a la reunión en el Aula Nueva del Sínodo del Vaticano, que comenzó a las 09:10 hora local y se prolongó hasta poco después del mediodía.
A diferencia de éste, la víspera, 113 cardenales habían dado el presente en el encuentro en el Vaticano.
En total, se produjeron 33 intervenciones de religiosos de todo el mundo, se leyó la constitución apostólica Universi Dominici Gregis y Monseñor Diego Ravelli, maestro de las Celebraciones Litúrgicas Papales, brindó mayores detalles sobre los eventos venideros, relacionadas al funeral del Papa.
Así, el religioso recordó cómo será el protocolo para este sábado que, entre otros, prevé que el cuerpo de Francisco no esté expuesto en un catafalco ni en una plataforma elevada, sino que seguirá los lineamientos establecidos por el argentino, de sencillez y austeridad. Tampoco se emplearán las tradicionales tres urnas superpuestas -de ciprés, plomo y roble- sino que serán reemplazadas por una única urna de madera, con una caja de zinc en su interior.

Ravelli señaló, en ese sentido, que el rito del pontífice será “el de un pastor, y no el de un soberano”.
Por su parte, Bruni sumó que este sábado se espera la presencia de más de 130 delegaciones internacionales, 50 jefes de Estado y 10 soberanos reinantes, muchos de los cuales ya han comenzado a llegar a Roma y que, en algunos casos, como Lula da Silva y Emmanuel Macron, hasta han participado del último día de la capilla ardiente.
La lista completa de asistentes a la misa incluye al argentino Javier Milei, a los estadounidenses Donald Trump y Joe Biden, al británico Keir Starmer y al monarca español Felipe VI, entre otros. Todos ellos estarán ubicados según establece el protocolo: el mandatario argentino (país natal del Papa) y los italianos estarán al frente, seguidos de los miembros de las familias reales y los demás presidentes, en orden alfabético francés.

Una vez concluida la misa, se procederá con el traslado del féretro hasta Santa María Maggiore, en una procesión que partirá desde la Puerta del Perugino aunque, en sus cerca de seis kilómetros por la capital italiana, no pasará por la Plaza de San Pedro.
Este trayecto durará cerca de media hora y, en todo momento, el cajón estará visible.
Por último, el entierro en la tumba, también en línea con los deseos del Sumo Pontífice, será un acto privado.
Recién el domingo por la tarde, cerca de las 16:00 hora local, los cardenales cruzarán la Puerta Santa de la Basílica Mariana y podrán entonces visitar la tumba de Francisco, explicó Bruni. A continuación, se reunirán en la Capilla Paulina y compartirán un rezo.