
Un tribunal militar ruso condenó este jueves a cinco años de cárcel por corrupción al popular general ruso Iván Popov, quien se había dirigido al Kremlin con la petición de combatir en Ucrania para saldar su deuda con la Justicia.
El fallo judicial también lo priva del rango de general, así como de ocupar cargos directivos y organizativos durante dos años, además de la imposición de una multa de 800.000 rublos (cerca de 10.000 dólares).
El abogado de Popov, Serguéi Buinovski, anunció que apelará sentencia al considerarla “ilegal e infundada” porque “la fiscalía nunca presentó pruebas de su culpabilidad”.
“Basándonos en todos los delitos y la suma de las penas, Popov es finalmente condenado a cinco años de prisión”, comunicó el juez Dmitri Letunovski.

El general fue declarado culpable de participar en el robo de 1.700 de toneladas de productos metálicos laminados adquiridos por la administración rusa de la región ucraniana anexionada de Zaporizhzhia como parte de ayuda humanitaria.
Anteriormente el militar pidió a través de una carta dirigida al presidente ruso, Vladímir Putin, evitar la cárcel y marchar al frente de guerra en Ucrania, como hacen muchos presidiarios para conseguir la libertad y saldar sus crímenes.
Según el abogado, la propuesta fue ya aceptada por el Ministerio de Defensa, donde informaron de que el militar de 58 años combatiría al frente de uno de los destacamentos de Storm Z, que se compondría de otros reclusos.

Storm Z es una serie de unidades militares que se componen en gran parte de presidiarios que buscan comprar su libertad a cambio de servir en el campo de batalla ucraniano, aunque se han registrado numerosas quejas por el maltrato por parte de sus superiores, que se refieren a ellos como “carne”.
El general ruso, que gozaba de gran apoyo popular, era conocido por el apodo ‘Espartaco’ y su detención provocó una pugna entre sus defensores y los partidarios de su procesamiento.
Se hizo famoso hace un año al filtrarse en internet la grabación destinada a sus subordinados en la que informaba de que había sido relevado por decir la verdad sobre la situación en el frente de Ucrania.
Después de la filtración del audio, según varias fuentes, fue enviado a Siria, lejos del foco mediático y donde Rusia tiene desplegado un contingente, y posteriormente fue detenido a su regreso, en el marco de una campaña de ‘limpia’ de las Fuerzas Armadas que coincidió con la destitución del anterior ministro de Defensa, Serguéi Shoigu.
(Con información de EFE)