La masacre en Cachemira provocó una nueva escalada entre India y Pakistán, que amenaza con una guerra

Nueva Delhi suspendió acuerdos históricos y endureció sus políticas migratorias, mientras que Islamabad respondió con represalias, amenazas de guerra y la ruptura de relaciones bilaterales

Guardar
Agentes de policía participan en
Agentes de policía participan en un homenaje a las víctimas de un ataque insurgente cerca de Pahalgam, en la Cachemira controlada por India, tras la llegada de los cuerpos al aeropuerto de Ahmedabad, India, el 23 de abril de 2025. (AP Foto)

Las tensiones entre India y Pakistán, ambas potencias con capacidad nuclear, se dispararon este jueves con una escalada diplomática sin precedentes, reavivando los temores de guerra. El deterioro bilateral se produjo tras el ataque más mortífero contra civiles en años recientes en la Cachemira administrada por la India.

El atentado ocurrió el martes por la tarde, cuando un grupo de hombres armados abrió fuego contra turistas en una pradera próxima a Pahalgam, una ciudad del sur de Cachemira. El saldo fue de 26 muertos, entre ellos 25 ciudadanos indios y un nepalí, según confirmaron las autoridades. Las fuerzas de seguridad mantienen operativos de búsqueda en la zona para dar con los responsables.

Cachemira, en disputa desde la partición del subcontinente en 1947, ha sido escenario de múltiples conflictos entre ambos países, y continúa siendo uno de los puntos más militarizados del mundo. La magnitud del ataque y la rápida reacción oficial agudizaron la tensión bilateral en pocas horas.

India responde con medidas diplomáticas y estratégicas

Ante la magnitud del ataque, el gobierno indio tomó medidas severas en el plano diplomático. Nueva Delhi decidió reducir drásticamente sus vínculos con Islamabad, retiró a su máximo representante diplomático, y cerró uno de los principales pasos fronterizos entre ambos países.

Además, anunció la suspensión del Tratado de Aguas del Indo, un acuerdo histórico firmado en 1960 con la mediación del Banco Mundial que establece la distribución de las aguas de seis ríos: tres orientales bajo control indio y tres occidentales asignados a Pakistán. El acuerdo había sobrevivido múltiples conflictos bélicos entre ambos países y era considerado uno de los pocos mecanismos de cooperación aún vigentes.

El gobierno de India también suspendió la emisión de todas las visas para ciudadanos paquistaníes y ordenó a quienes ya se encuentran en territorio indio que abandonen el país en un plazo de 72 horas.

Las visas existentes quedarán revocadas a partir del 27 de abril, mientras que las excepciones por motivos médicos expirarán el 29 de abril. Además, Nueva Delhi recomendó a sus ciudadanos abstenerse de viajar a Pakistán e instó a quienes se encuentran allí a regresar “lo antes posible”.

Seguidores de la Liga Musulmana
Seguidores de la Liga Musulmana Central de Pakistán (PMML) portan banderas y pancartas durante una protesta contra la suspensión del Tratado de Aguas del Indo por parte de India, en Karachi, Pakistán, el 24 de abril de 2025. (REUTERS/Akhtar Soomro)

Pakistán: “Un acto de guerra”

En respuesta, Pakistán advirtió hoy que cualquier intento de India por desviar el caudal de los ríos asignados bajo el Tratado de Aguas del Indo sería considerado “un acto de guerra”. La advertencia se produjo tras una reunión del Comité de Seguridad Nacional, el principal órgano de coordinación civil-militar encabezado por el primer ministro Shehbaz Sharif.

En un comunicado, Islamabad calificó la suspensión del tratado por parte de Nueva Delhi como una medida “unilateral y hostil”, y rechazó las acusaciones indias de complicidad en el ataque. “Cualquier movimiento para desviar agua se enfrentará con toda la fuerza a través de todo el espectro del poder nacional”, declaró el comité.

El ministro de Defensa de Pakistán, Khawaja Asif, acusó a India de planear ataques encubiertos en lugar de un conflicto abierto. “Según nuestra información, la India, en lugar de una guerra total, se prepara para llevar a cabo ataques terroristas en nuestras ciudades. Estamos totalmente preparados para esa ola terrorista. Será un ojo por ojo”, declaró.

Asif advirtió que cualquier daño a ciudadanos paquistaníes tendrá represalias. “Si se demuestra que uno solo de los ciudadanos paquistaníes muere en un ataque orquestado por la India, les haremos pagar un ojo de la cara”.

El ministro de Defensa de
El ministro de Defensa de Pakistán, Khawaja Asif: "Estamos totalmente preparados para esa ola terrorista. Será un ojo por ojo”. (REUTERS/Maxim Shemetov/File Photo)

Medidas de Pakistán

Como parte de su respuesta, Islamabad suspendió todos los acuerdos bilaterales con la India, incluido el Acuerdo de Simla, firmado en 1972 tras la guerra de 1971, que había establecido la base para el diálogo pacífico entre ambos países. Afirmó que no cederá hasta que la India cambie lo que denominó su “conducta beligerante”.

Asimismo, Pakistán cerró con efecto inmediato el cruce fronterizo de Wagah (conocido como Attari en territorio indio), expulsó a los asesores de defensa indios, y ordenó reducir el personal de la Alta Comisión de India en Islamabad a 30 personas antes del 30 de abril.

El gobierno paquistaní también anunció la suspensión de “todos los visados emitidos a ciudadanos indios y los anula con efecto inmediato, salvo los correspondientes a peregrinos religiosos sijs”. El comunicado precisó que “los ciudadanos indios que actualmente se encuentran en Pakistán tienen 48 horas para abandonar el país”.

El canciller de Pakistán, Ishaq Dar, respondió este jueves anunciando que enviará una citación a la Alta Comisión de la India en Islamabad. Además “el espacio aéreo pakistaní será cerrado con efecto inmediato a todas las aerolíneas propiedad de India u operadas por India”, agregó.

En esta foto de archivo
En esta foto de archivo del 9 de noviembre de 1947, las tropas indias toman posiciones en la carretera en Baramula Road para ayudar a los invasores a alejarse más de la capital de Cachemira, Srinagar. India y Pakistán lucharon en una guerra por el control de la mayoría musulmana de Cachemira (AP Photo/Max Desfor, File)

Cruce de amenazas entre India y Pakistán tras el ataque en Cachemira

El primer ministro de India, Narendra Modi, calificó el atentado como “una afrenta directa a la seguridad nacional” y prometió venganza. “A todo el mundo le digo esto: la India identificará, rastreará y castigará a cada terrorista y a quien lo respalde. Los perseguiremos hasta los confines de la Tierra”, declaró en su primer discurso público tras la masacre.

La cancillería india acusó a Pakistán de proporcionar “apoyo al terrorismo transfronterizo”, señalando que los atacantes tenían vínculos con grupos asentados en su territorio. Por su parte, Islamabad negó cualquier implicación y acusó a Nueva Delhi de lanzar acusaciones “sin pruebas”.

Desde Islamabad, la oficina del primer ministro Shehbaz Sharif respondió con una advertencia. En un comunicado emitido tras una reunión del Comité de Seguridad Nacional, afirmó: “Cualquier amenaza contra la soberanía de Pakistán y la seguridad de su pueblo recibirá como respuesta medidas firmes de reciprocidad”.

El ministro de Defensa de Pakistán, Khawaja Asif, también declaró: “India está librando una guerra de baja intensidad”.“Si intensifican la escala, estamos preparados. Para proteger nuestra tierra, no cederemos a ninguna presión internacional”, declaró el ministro en una rueda de prensa.

La responsabilidad del atentado fue asumida por The Resistance Front (TRF), una organización que, según las autoridades indias, actúa como fachada del grupo militante Lashkar-e-Taiba (LeT). Este grupo, con base en Pakistán, ha sido señalado por su implicación en los atentados de Bombay de 2008, que dejaron más de 170 muertos.

Protestas en Nueva Delhi y temor renovado en Cachemira

En la capital india, Nueva Delhi, estallaron manifestaciones contra Pakistán tras el atentado, con multitudes ondeando banderas nacionales y portando pancartas con lemas como “Abajo Pakistán” y “No nos doblegaremos ante el terrorismo”. Las fuerzas de seguridad establecieron un cordón en torno a la Alta Comisión de Pakistán, mientras los manifestantes coreaban consignas frente a la sede diplomática.

Mientras tanto, en Cachemira, los residentes expresaron preocupación por el posible inicio de un nuevo ciclo de violencia y represión. “Conocemos el patrón”, dijo Fayaz Ahmad, maestro de escuela en el distrito de Anantnag, citado por la agencia EFE. “Cada vez que sucede algo así, el cachemir común termina pagando el precio”, afirmó. “No tenemos nada que ver con armas ni violencia. Solo queremos criar a nuestras familias, enviar a nuestros hijos a la escuela y dormir tranquilos por la noche”, agregó.

Comerciantes cachemires celebran una vigilia
Comerciantes cachemires celebran una vigilia con velas para condenar el ataque contra turistas, tras un presunto atentado militante cerca de la pintoresca Pahalgam, en el sur de Cachemira, en Srinagar. 23 de abril de 2025. (REUTERS/Sanna Irshad Mattoo)

Las autoridades reforzaron los despliegues militares en toda la región, que ya cuenta con una amplia presencia de tropas, instalando nuevos puntos de control y realizando inspecciones intensivas. Algunos habitantes denunciaron acoso e interrogatorios policiales en las últimas horas.

Residentes cachemires, tanto dentro como fuera del valle, denunciaron lo que describen como un “castigo colectivo” a raíz del ataque, del que las autoridades indias responsabilizan a una combinación de militantes locales y paquistaníes.

Cachemira permanece como un foco de tensión persistente entre India y Pakistán desde la partición de 1947. Una insurgencia separatista iniciada en 1989 ha causado decenas de miles de muertes.

Protestas en Pakistán contra amenazas indias tras el ataque en Cachemira

Por otro lado, cientos de personas se manifestaron este jueves en distintas ciudades de Pakistán, incluidas zonas de Cachemira administrada por Islamabad, en respuesta a lo que calificaron como amenazas de guerra por parte de India tras el atentado.

En Lahore, donde se encuentra el principal cruce fronterizo con India, unas 700 personas participaron en una protesta convocada por un partido religioso. “Si la India quiere ir a la guerra, que lo haga abiertamente”, declaró a AFP el empresario Ajmal Baloch.

Seguidores de la Liga Musulmana
Seguidores de la Liga Musulmana Central de Pakistán (PMML) protestan contra la suspensión del Tratado de Aguas del Indo por parte de India, en Karachi, Pakistán, el 24 de abril de 2025. (REUTERS/Akhtar Soomro)

El reclamo por el uso del agua fue uno de los temas centrales de las manifestaciones. “El agua es nuestro derecho y, si Dios quiere, lo recuperaremos, incluso si eso significa ir a la guerra. No vamos a retroceder”, afirmó Muhammad Owais, de 25 años.

En Muzaffarabad, capital de la parte de Cachemira administrada por Pakistán, alrededor de 300 personas marcharon por las calles portando pancartas con consignas contra la India. “Si la India comete el error de atacar, los cachemires pakistaníes estaremos en la primera línea. Estamos listos para morir por Pakistán”, dijo Shoukat Javed Mir, dirigente del Partido del Pueblo de Pakistán en la región.

En Quetta, capital de la provincia de Baluchistán, unas 150 personas se congregaron también para expresar su rechazo a las acciones del gobierno indio.

(Con información de EFE/AFP)