Cómo será el funeral del papa Francisco: una despedida austera y un adiós fuera del Vaticano

Serán tres estaciones litúrgicas y seguirán un procedimiento simplificado, en línea con las modificaciones introducidas por el propio pontífice en 2024, con el objetivo de reducir el carácter pomposo de los ritos tradicionales y centrarse más en la fe y la espiritualidad

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Cómo van a ser los
Cómo van a ser los funerales del papa Francisco: una ceremonia simplificada y un recorrido de despedida especial (AFP)

El funeral del papa Francisco seguirá un procedimiento simplificado, en línea con las modificaciones introducidas por el propio pontífice en 2024, con el objetivo de reducir el carácter pomposo de los ritos tradicionales y centrarse más en la fe y la espiritualidad.

Este cambio refleja la visión de Francisco de que su despedida debía ser un acto sencillo y lleno de significado espiritual, más allá de las grandiosas formalidades históricas.

La ceremonia comenzará el 26 de abril de 2025 con la celebración de la Santa Misa Exequial en el atrio de la Basílica de San Pedro, a las 10:00 horas, en un acto solemne al que se espera que asistan miles de fieles.

A diferencia de las tradiciones pasadas, no se utilizará el catafalco ni las tres urnas superpuestas (de ciprés, plomo y roble) que formaban parte de la tradición papal. En su lugar, se empleará una única urna de madera, con una caja de zinc en su interior, siguiendo la voluntad de Francisco de hacer su despedida más austera.

El cambio en el ritual no solo refleja un deseo de humildad, sino que también marca un giro en el enfoque de las exequias papales, como explicó el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, Diego Ravelli: “El rito renovado destaca que las exequias del Romano Pontífice son las de un pastor y discípulo de Cristo, y no de un poderoso de este mundo”.

La ceremonia comenzará el 26
La ceremonia comenzará el 26 de abril de 2025 con la celebración de la Santa Misa Exequial en el atrio de la Basílica de San Pedro, a las 10:00 horas, en un acto solemne al que se espera que asistan miles de fieles (REUTERS/Claudia Greco)

La ceremonia será mucho más sencilla y se aleja de las ostentosas prácticas que habían caracterizado las exequias papales anteriores, alineándose con la vida del propio Francisco, quien enfatizó la misericordia, la pobreza y la solidaridad durante su pontificado.

La ceremonia estará estructurada en tres estaciones litúrgicas que representan momentos clave del rito. La primera estación, vinculada a la constatación de la muerte, se simplificó: en lugar de realizarse en la cámara del difunto como ocurría en el pasado, se llevó a cabo en la capilla privada del Papa, lo que marca el inicio de esta ceremonia reducida.

La segunda estación tendrá lugar en la Basílica de San Pedro, donde el cuerpo de papa Francisco será expuesto directamente en la urna, sin el alto cataletto tradicional utilizado en ocasiones anteriores. La Misa Exequial, presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, se celebrará por la tarde del sábado 26 de abril, y se espera la presencia de más de 200.000 fieles en Roma, entre ellos muchos romanos que se congregarán para rendir su último homenaje al Papa.

La ceremonia contará también con la participación de cardenales, patriarcas, obispos y presbíteros, quienes seguirán un protocolo litúrgico específico, con la vestimenta apropiada para cada uno de ellos.

El cardenal Giovanni Battista Re
El cardenal Giovanni Battista Re (REUTERS/Claudia Greco)

Tras la Misa Exequial, el féretro de papa Francisco será trasladado desde la Basílica de San Pedro hacia la Basílica de Santa María Maggiore, donde se llevará a cabo la sepultura.

Este recorrido, que atravesará el centro de Roma y abarcará aproximadamente cinco kilómetros, atraerá a una gran multitud de fieles y ciudadanos romanos que se unirán al cortejo para despedir al Papa.

El evento marcará el fin de una larga tradición, ya que será la primera vez en 122 años que un Papa será sepultado fuera de las murallas vaticanas, rompiendo con una práctica histórica que había establecido que todos los papas descansaran en el Vaticano.

Según el testamento de papa Francisco, su tumba deberá ser simple, sin ningún tipo de ostentación, con la única inscripción: “Franciscus”, un reflejo fiel de su vida de sencillez y misericordia.

(REUTERS/Alessandro Bianchi)
(REUTERS/Alessandro Bianchi)

Este último deseo resalta los principios que marcaron su pontificado y su profundo compromiso con los más necesitados, aquellos a quienes siempre dedicó su tiempo y esfuerzo.