
El presidente Emmanuel Macron está explorando la posibilidad de disolver el Parlamento y celebrar elecciones anticipadas este otoño boreal en Francia (septiembre-diciembre) a medida que un retorno a la prominencia internacional ayuda a impulsar su popularidad en la nación.
Macron ha consultado a figuras de su círculo íntimo en las últimas semanas sobre tal escenario, según personas familiarizadas con los intercambios. Las conversaciones son meramente consultivas y no se ha tomado ninguna decisión. Las próximas elecciones legislativas no están previstas hasta 2029.
Entre las opciones que se barajan está la de esperar hasta el año que viene antes de disolver el Parlamento para celebrar elecciones legislativas al mismo tiempo que una votación municipal prevista para 2026, dijo una de las personas, que habló con la agencia de noticias Bloomberg bajo condición de anonimato. La persona le dijo que era una mala idea.
Macron dijo a los líderes de su partido en diciembre que trataría de evitar unas elecciones anticipadas antes de que termine su mandato en 2027. La oficina del presidente francés declinó hacer comentarios sobre una posible disolución, pero una persona cercana a Macron dijo el martes que la intención de Macron no había cambiado.
Una medida así podría amenazar la relativa estabilidad de la que disfruta Francia desde diciembre, cuando Macron nombró primer ministro a François Bayrou. Antes de eso, Macron sufrió unas desastrosas elecciones en julio que fracturaron la Asamblea Nacional y la dejaron sin ningún grupo con mayoría, desencadenando meses de caos político.

Unas elecciones legislativas anticipadas también podrían dar a la ultraderechista Agrupación Nacional de Marine Le Pen —el mayor partido del Parlamento— la oportunidad de aprovechar su impulso y, posiblemente, obtener el control del gobierno.
Macron ha estado recorriendo el continente en un esfuerzo por liderar una respuesta a los movimientos geopolíticos del presidente Donald Trump, que han sacudido a los aliados de Estados Unidos en todo el mundo. El regreso de la política entre grandes potencias ha brindado a Macron la oportunidad de cambiar de marcha al reunir a aliados que buscan apoyar a Kiev e impulsar la soberanía europea.
Los votantes franceses han acogido con satisfacción el regreso de Macron al centro de atención internacional, lo que ha elevado sus índices de aprobación desde un mínimo histórico. Una encuesta de Ifop para Ouest-France mostró que su popularidad subió al 31% en marzo, siete puntos más que el mes anterior y cerca del nivel anterior a las elecciones parlamentarias del año pasado.
(Con información de Bloomberg)