
El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, anunció este lunes que visitará Irán esta semana, en un momento marcado por el reinicio de conversaciones indirectas entre Teherán y Washington, tras siete años de distanciamiento diplomático. Según confirmó Grossi en su cuenta oficial de la red social X, su viaje coincidirá con un contexto de renovado impulso diplomático entre ambas potencias en torno al controvertido programa nuclear iraní.
“El compromiso y la cooperación continuos con el Organismo son esenciales en un momento en el que se necesitan urgentemente soluciones diplomáticas”, afirmó Grossi tras recibir las cartas credenciales del nuevo embajador iraní ante el OIEA, Reza Nayafi, en la sede del organismo en Viena. El diplomático argentino indicó que su desplazamiento a la capital iraní se llevará a cabo tras este encuentro protocolario.
El viceministro de Exteriores iraní, Kazem Gharibabadi, confirmó que la visita se efectuará el miércoles y que Grossi tiene previsto reunirse con altos cargos iraníes, entre ellos el ministro Abbas Araghchi y el jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán, Mohamad Eslami, según reportó la agencia estatal Mehr.
La visita de Grossi se produce apenas unos días después de que representantes de Irán y Estados Unidos participaran el sábado pasado en un primer contacto indirecto en Omán, con el objetivo de sentar las bases para un nuevo acuerdo sobre el programa nuclear. “La Casa Blanca calificó esas primeras conversaciones como ‘positivas y constructivas’”. Las delegaciones estuvieron encabezadas por Araghchi y por el enviado especial de Estados Unidos para Oriente Medio, Steve Witkoff, según fuentes diplomáticas citadas por EFE. Una segunda ronda de conversaciones se espera para este próximo sábado en Roma, donde ambas partes trabajarían en la elaboración de un “marco general” de diálogo.
El embajador Nayafi, que ya ocupó el mismo cargo durante la firma del acuerdo nuclear de 2015, regresa a un escenario diplomático marcado por el intento de restaurar los compromisos rotos en 2018, cuando el presidente estadounidense, Donald Trump, durante su primera gestión se retiró unilateralmente del pacto, alegando que no ofrecía garantías suficientes sobre el carácter pacífico del programa nuclear iraní.
Grossi ha reclamado en repetidas ocasiones mayor cooperación por parte de Teherán. En marzo, advirtió sobre la necesidad de obtener “medidas y respuestas concretas” ante el progreso acelerado del programa nuclear, en particular sobre la producción de uranio enriquecido hasta un 60 %, un nivel cercano al umbral necesario para fabricar armas nucleares.
El OIEA, con sede en Viena, es el órgano del sistema de Naciones Unidas responsable de supervisar el uso pacífico de la energía nuclear en los países miembros, a través de inspecciones y verificaciones técnicas.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, declaró este domingo que su país sigue apostando por una solución diplomática para evitar que Irán desarrolle un arma nuclear, aunque subrayó que las fuerzas armadas están preparadas para intervenir militarmente si las negociaciones fracasan. En una entrevista con el programa Face the Nation de la cadena CBS, Hegseth calificó de “productivos” los primeros contactos indirectos entre representantes de ambos países, iniciados el sábado en Omán.
El funcionario describió estos diálogos como “un buen paso”, pero reiteró que la opción militar permanece disponible. “Esperamos no tener que recurrir a una acción militar, pero si es necesario, lo haremos para impedir que Irán tenga la bomba nuclear”, afirmó. Añadió que Estados Unidos ha demostrado estar en condiciones de “ir lejos, ir profundo y actuar en gran escala” si así lo requiere la situación.
(Con información de Europa Press y EFE)