
El presidente estadounidense, Donald Trump, prometió que “resolverá el problema” del programa nuclear iraní, para lo que no ha descartado recurrir a la vía militar con el objetivo de impedir que Teherán tenga armas nucleares.
“Son gente radicalizada y no pueden tener un arma nuclear”, afirmó Trump en una reunión con la prensa en la Casa Blanca. Al ser interrogado si eso incluye un posible ataque contra las instalaciones nucleares iraníes, Trump respondió con un contundente “por supuesto que sí”.
Para Trump se trata de “casi un problema sencillo” porque “Irán tiene que descartar el concepto de las armas nucleares”. “No pueden tener un arma nuclear”, remarcó.
Si aceptan esta premisa “pueden ser un país rico, una gran nación”. “Lo único, una sola cosa, una muy sencilla: no pueden tener un arma nuclear. Y tienen que ser rápidos porque están bastante cerca de tener una. Y no van a tenerla. Y si tenemos que hacer algo muy duro, lo haremos”, advirtió.
Estas declaraciones se producen en medio de los contactos indirectos mantenidos este fin de semana entre las delegaciones estadounidense e iraní en Omán y que se repetirán el próximo fin de semana en Italia.
“Creo que están siguiéndonos la corriente porque están acostumbrados a tratar con gente estúpida de este país”, dijo. “Irán quiere tratar con nosotros, pero no sabe cómo hacerlo. Realmente no saben cómo”, añadió.
Estas conversaciones son las primeras de esta índole desde que la primera administración de Donald Trump decidiera abandonar unilateralmente en 2018 el llamado Plan de Acción Integral Conjunto, histórico acuerdo nuclear firmado tres años antes entre Teherán y las potencias mundiales (todos los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, Rusia incluida, más Alemania y la Unión Europea).
El acuerdo comprometía a Irán a garantizar la naturaleza pacífica de su programa a cambio de la retirada de sanciones y, por lo tanto, su reincorporación a los mercados internacionales.
Trump acabó abandonando del acuerdo, un logro de su predecesor, Barack Obama, tras asegurar que el pacto no estaba obteniendo resultados y que Irán estaba a punto de hacerse con un arma nuclear, a pesar de los constantes desmentidos de Teherán.
Desde entonces, Irán se ha ido distanciando cada vez más de sus compromisos adquiridos con la agencia nuclear de Naciones Unidas, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).

Nuevas negociaciones
El régimen de Irán se prepara para una segunda ronda de negociaciones con Estados Unidos, está vez en Europa, con una intensa actividad diplomática e insiste en que serán indirectas con el objetivo de levantar las sanciones.
Estados Unidos e Irán mantuvieron el sábado una primera ronda de negociaciones en Omán, en busca de un acuerdo sobre el programa nuclear iraní en unas conversaciones que Teherán calificó de “constructivas” y Washington como “positivas”.
Los dos países, que no mantienen relaciones diplomáticas, afrontarán el próximo sábado una nueva ronda que podría celebrarse en Roma, según fuentes del Ministerio de Exteriores italiano, siempre indirectas y bajo intermediación omaní.
Ante esta segundas conversaciones, Irán despliega una intensa actividad diplomática con las próximas visitas a Teherán del director de la OIEA, Rafael Grossi, y del ministro iraní de Exteriores, Abás Araqchí, a Rusia, uno de sus más cercanos aliados.
Grossi llegará el miércoles por la noche a Teherán, donde se reunirá con Araqchí y con el jefe de la Agencia de la Energía Atómica de Irán (AEAI), Mohamed Eslami.
(Con información de Europa Press y EFE)