
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas estimó que unos 13.000 civiles murieron a raíz de la guerra de Rusia en Ucrania desde el inicio del conflicto, hace más de tres años.
Precisamente, la ONU informó que 12.910 inocentes perdieron la vida a raíz de estos enfrentamientos -entre ellos 682 niños- y que otros 30.700 resultaron heridos en los ataques.
Las cifras reales, sin embargo, podrían ser aún mayores ya que solo entre finales de febrero y marzo se registraron más de 170 civiles fallecidos, lo que da cuenta del alto saldo de víctimas.

El jefe de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, Tom Fletcher, lamentó esta situación y advirtió que los números dan cuenta de una “erosión” del Derecho Internacional en el país.
“No solo estamos defendiendo firmemente el Derecho Internacional sino que, en algunos casos, estamos apoyando su degradación. Ese es el hilo conductor que une estos conflictos”, advirtió el experto, haciendo referencia también a otros enfrentamientos de escala mundial.
La presentación de la Oficina se dio durante una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad, la cual se celebró a pedido de las autoridades de Kiev, luego de que el pasado viernes Rusia lanzara un ataque sobre la ciudad de Krivoi Rig, que se saldó con la muerte de al menos 20 personas -entre ellas nueve niños- y dejó más de 74 heridos.

El incidente lanzado por Rusia ocurrió durante la noche, con un misil balístico, y estuvo destinado a una zona residencial de la ciudad, donde había edificios de departamentos y hasta un parque infantil.
El presidente ucraniano Volodimir Zelensky enseguida denunció esta maniobra en su ciudad natal y reiteró que, por la naturaleza de la ofensiva, se trató de una nueva muestra de que Vladimir Putin no desea la paz, pese a las conversaciones en curso con Estados Unidos.
“Los ataques rusos son constantes, cada día mueren personas. Solo hay una razón por la que esto continúa: Rusia no quiere un alto el fuego y lo vemos. El mundo entero lo ve”, dijo el viernes, a la par que insistió en que “solo la presión mundial sobre Rusia, todos los esfuerzos para fortalecer Ucrania, nuestra defensa aérea, nuestras fuerzas, solo esto determinará cuándo terminará la guerra”.

La ONU condenó lo ocurrido y un grupo de expertos se desplazó al lugar el sábado.
“Los ataques indiscriminados están prohibidos por el derecho internacional y pueden constituir crímenes de guerra. El uso de armamento explosivo con amplio alcance por parte de la Federación de Rusia en un área densamente poblada y sin aparente presencia militar demuestra su desprecio de la vida civil”, denunció en un comunicado el alto comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk.
Por su parte, el presidente estadounidense Donald Trump dijo este lunes estar descontento por este tipo de ofensivas indiscriminadas por parte de Putin, que complican la situación de una eventual paz.

“No estoy contento con lo que sucede. (Los rusos) bombardean como locos, es una situación que no es buena”, comenzó diciendo, antes de sumar en que las imágenes de los últimos días en Ucrania son “algo horrible”.
“Nos gustaría que pararan. No me gustan los bombardeos”, insistió.
(Con información de AFP y Europa Press)