
Irak firmó este miércoles un acuerdo con GE Vernova, filial de la compañía estadounidense General Electric, para desarrollar un plan de producción eléctrica de 24.000 megavatios mediante centrales de gas de ciclo combinado, informó la oficina de prensa del primer ministro Mohamed Shia al Sudani. Según el comunicado, se trata del “plan más grande y moderno de la historia del país”.
La firma tuvo lugar en Bagdad durante la visita de una delegación económica de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, acompañada por líderes empresariales e inversores estadounidenses. El comunicado oficial señaló que “existe la posibilidad de obtener financiación externa de bancos internacionales”, aunque no se detallaron los nombres de las entidades involucradas.
La financiación del proyecto solar estará respaldada por el Banco de Exportación e Importación de Estados Unidos, la Agencia de Exportación Británica y el Banco JP Morgan, que actuará como banco organizador.

En paralelo al acuerdo con GE Vernova, el Ministerio de Electricidad de Irak suscribió un memorando de cooperación con el Grupo UGT Renewable, también estadounidense, para establecer un proyecto solar integrado de 3.000 megavatios. Este segundo pacto contempla un período de dos años para transferencia de tecnología, capacitación, operación y mantenimiento.
Los acuerdos energéticos se concretaron apenas dos días después de la firma de otro memorando entre la Cámara de Comercio de Estados Unidos y la Federación de Cámaras de Comercio de Irak, destinado a reforzar los vínculos entre los sectores privados de ambos países.
Estas iniciativas forman parte de un esfuerzo más amplio del Gobierno iraquí para estrechar sus relaciones económicas con Estados Unidos. El primer ministro Al Sudani ha instruido a su gabinete a mejorar los vínculos comerciales y bancarios bilaterales, tras la imposición de un arancel del 39% sobre importaciones iraquíes bajo una medida adoptada durante la presidencia de Donald Trump.
Siria e Irak figuran entre los países de Oriente Medio más afectados por los aranceles, en el marco de una medida que alcanzó a decenas de Estados en los cinco continentes. Irak, segundo mayor productor de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), obtiene la mayor parte de sus ingresos a través de la exportación de crudo. El daño de los aranceles viene del colapso económico que se prevé por el desplome del precio del petróleo, su principal fuente de ingresos.

Así lo explicó a EFE el analista económico y profesor de economía de la Universidad de Tikrit, Mohamed al Yaburi, quien subrayó que “el caos, la agitación y las pérdidas” en la mayoría de los mercados y el desplome de los precios del crudo han hecho que “Irak pierda cantidades significativas del valor de sus exportaciones”.
Sin embargo, el analista reconoció que aunque “Trump impuso un arancel del 39 % a las exportaciones no petroleras, el impacto de esta decisión sobre las exportaciones de Irak será muy limitado, ya que las exportaciones iraquíes de bienes y materias primas a Estados Unidos son muy pequeñas. La economía iraquí se verá afectada por el impacto en los mercados globales de las decisiones de imponer aranceles adicionales”, resumió Al Yaburi.
(Con información de EFE)