
Un reciente estudio arqueológico ha desafiado las concepciones tradicionales sobre las estructuras sociales de la antigua Mesopotamia, al analizar los restos de sacrificios humanos en el sitio de Başur Höyük, ubicado en la actual provincia de Siirt, al sureste de Turquía.
Según informó el Cambridge Archaeological Journal, los hallazgos sugieren que los sacrificios no estaban relacionados con jerarquías reales, como se pensaba anteriormente, sino con la edad y el género de las víctimas, en su mayoría adolescentes de entre 12 y 18 años.
El sitio, que data de entre el 3100 y el 2800 a.C., ha sido objeto de investigaciones desde hace más de una década. Asimismo, según detalló Smithsonian Magazine, los arqueólogos han identificado 18 tumbas en el área, algunas de ellas simples fosas, mientras que otras son cámaras de piedra que contienen objetos de lujo como artefactos de cobre, textiles y cuentas.

Entre los hallazgos más destacados, se encuentra una tumba que albergaba a dos niños de 12 años, rodeados de bienes valiosos, y los restos de ocho personas que aparentemente fueron sacrificadas de manera violenta.
De acuerdo con Live Science, los investigadores inicialmente interpretaron estas tumbas como evidencia de una sociedad jerárquica liderada por reyes, donde los sacrificios humanos simbolizaban la transición al más allá y el mantenimiento del orden social.
Sin embargo, el análisis de ADN antiguo realizado en nueve esqueletos ha revelado que las víctimas no estaban emparentadas biológicamente y que la mayoría eran mujeres adolescentes.
Este descubrimiento ha llevado a los expertos a reconsiderar las dinámicas sociales de la época, sugiriendo que estas prácticas rituales podrían estar vinculadas a la adolescencia como una etapa crucial en el ciclo de vida humano.

David Wengrow, arqueólogo de la University College London y autor principal del estudio, explicó a Live Science que la elección de adolescentes como víctimas es un aspecto sorprendente y poco explorado en la investigación histórica.
Rituales extremos y su posible significado
El estudio plantea que los sacrificios en Başur Höyük no estaban determinados por la clase social o lazos familiares, sino por asociaciones rituales relacionadas con la juventud.
Según Wengrow, los adolescentes sacrificados podrían haber sido seleccionados como parte de un grupo etario o “conjunto de edad” que desempeñaba un papel simbólico en la sociedad.
“Estamos tratando con adolescentes que fueron reunidos, o que se unieron voluntariamente, desde grupos biológicamente no relacionados, para participar en un ritual extremadamente extremo”, señaló el investigador.
Además, los restos analizados sugieren que muchos de los adolescentes no eran locales, lo que indica que podrían haber sido traídos de otras regiones. Los investigadores planean realizar análisis de isótopos estables para determinar con mayor precisión sus orígenes.
Un modelo social más flexible
Los hallazgos también desafían la idea de que las sociedades de la Edad de Bronce en Mesopotamia estaban organizadas exclusivamente en sistemas jerárquicos rígidos.
Según Daily Star, el estudio sugiere que estas comunidades podrían haber alternado entre formas de gobierno más igualitarias y estructuras lideradas por reyes. “La idea de que los humanos evolucionaron para vivir en un solo tipo de sociedad casi todo el tiempo es casi con certeza incorrecta”, afirmó Wengrow.
En este contexto, las tumbas de Başur Höyük podrían representar una tradición funeraria compleja y relacionada con la edad, en lugar de un sistema político basado en la realeza. Los investigadores especulan que los adolescentes sacrificados podrían haber sido iniciados en un culto antiguo o víctimas de conflictos intergrupales.

El concepto de “conjuntos de edad” es clave para interpretar los hallazgos en Başur Höyük. En sociedades igualitarias, el liderazgo no se hereda, sino que se gana, y factores como la edad y el género pueden influir en la organización social.