
El partido conservador alemán encabezado por Friedrich Merz se acerca este martes a un acuerdo con los socialdemócratas (SPD) para formar una coalición de gobierno, según informaron a Reuters dos fuentes conocedoras de las negociaciones. Las conversaciones clave podrían tener lugar en las próximas horas, con vistas a cerrar un pacto definitivo el miércoles, en línea con lo adelantado por el diario Bild.
La nueva coalición estaría compuesta por la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Merz, su partido hermano bávaro Unión Social Cristiana (CSU) y el SPD como socio menor. Este gobierno llegaría en un momento de marcada incertidumbre global, con la economía alemana afectada por la guerra comercial iniciada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha impuesto una batería de aranceles a las importaciones. Las medidas han elevado el riesgo inflacionario y avivado el temor a una recesión global.
Las negociaciones entran en su fase final
Las negociaciones entraron en su fase final esta semana y podría presentarse el acuerdo definitivo el miércoles. “Si 400 metros son una vuelta a un estadio, ya hemos salido de la última curva”, dijo el cristianodemócrata Thorsten Frei, jefe del grupo parlamentario de la CDU, en declaraciones a la cadena pública ARD antes del inicio de la ronda de este martes. Varios medios informaron que Merz canceló su participación en un acto del ala juvenil del partido para centrarse en la conclusión de las negociaciones.
Según la cadena NTV, fuentes cercanas a la CDU aseguran que el pacto está “prácticamente terminado” y que los puntos fundamentales ya se han acordado. No obstante, desde el SPD manifestaron que persisten diferencias en torno a la financiación.

Debate sobre financiación y déficit estructural
La socialdemócrata Bärbel Bas explicó a RTL que, a pesar de la aprobación reciente de un fondo de 500.000 millones de euros para infraestructuras y protección climática, el presupuesto presenta todavía un déficit estructural.
“Tenemos que trabajar en ello. Esto quiere decir que también tenemos que tomar medidas de ahorro y reducir la burocracia”, afirmó Bas. Agregó que se busca compatibilizar el alivio fiscal a empresas y ciudadanos con una reducción del gasto público para financiar las medidas propuestas.
Merz, que calificó recientemente a la Estados Unidos de Trump como un aliado poco fiable tras su victoria en las elecciones de febrero, ha prometido reforzar el gasto en defensa ante lo que describió como una Rusia hostil, además de implementar políticas de apoyo a empresas afectadas por los altos costos y la caída de la demanda.

Según informaron las fuentes a Reuters, los principales institutos económicos del país han revisado a la baja sus previsiones para 2025: estiman que el crecimiento del PIB alemán será del 0,1%, frente al 0,8% que proyectaban en septiembre. Alemania acumula ya dos años de contracción económica, arrastrada por su fuerte dependencia de las exportaciones, uno de los sectores más impactados por las políticas arancelarias.
Ambas partes coinciden en que la presión económica, agravada por los aranceles de Trump, hace urgente cerrar el acuerdo esta misma semana. Una vez firmado, el pacto deberá ser ratificado por las bases del SPD mediante una consulta interna, un proceso que tomaría unas dos semanas. En el caso del bloque conservador, la aprobación está prevista para un congreso a finales de abril, aunque algunas voces dentro de la CDU han reclamado someter también el acuerdo al voto de la militancia.
Exclusión de la ultraderecha y presión desde AfD
La alianza entre conservadores y socialdemócratas sería la única combinación de mayoría parlamentaria posible que no incluya a Alternativa para Alemania (AfD), formación ultraderechista que logró el segundo lugar en las elecciones generales. Los demás partidos han reiterado su negativa a colaborar con la AfD, incluso después de que esta empatara en intención de voto con la CDU en un reciente sondeo.
Durante esta semana, Merz declaró a Reuters que las medidas de Trump “subrayan la urgencia de que Alemania recupere su competitividad”, en un contexto político en el que su bloque conservador enfrenta una creciente presión desde la extrema derecha.
Tras los comicios del 23 de febrero, conservadores y socialdemócratas acordaron desligar el gasto en defensa del freno constitucional a la deuda y aprobar la emisión de créditos por valor de 500.000 millones de euros. Esta decisión no formó parte del programa electoral de campaña.

Caída de la popularidad de Merz
Pese al avance de las conversaciones, la figura de Merz continúa generando divisiones. De acuerdo con un sondeo publicado por NTV, solo un 32 % de los encuestados lo considera adecuado para el cargo de canciller, frente al 40 % registrado en marzo.
Entre los votantes de la propia CDU, un 28 % también lo ve inapropiado. Actualmente, el bloque conservador cuenta con el 25 % del respaldo popular, apenas un punto por encima de Alternativa para Alemania (AfD), que fue la segunda fuerza más votada en las elecciones.
Si se concreta el acuerdo, el gabinete liderado por Merz asumiría con el mandato de estabilizar la economía y reforzar la posición internacional de Alemania sin depender de alianzas inestables. La coalición CDU-SPD marcaría un nuevo capítulo de cooperación entre los dos principales bloques tradicionales, que intentan contener el avance de la ultraderecha y responder a una crisis económica que amenaza con prolongarse.
(Con información de Reuters/EFE)