
Un fenómeno alarmante ha surgido en las calles de Suecia: adolescentes locales, algunos de apenas 14 años, están siendo utilizados por bandas criminales para ejecutar ataques contra objetivos israelíes por encargo de Irán, según revela una investigación exhaustiva realizada por CNN.
El reportaje de la cadena estadounidense documenta cómo la crisis de violencia juvenil que afecta al país nórdico desde hace años se ha convertido en una vulnerabilidad de seguridad nacional, al ser aprovechada por actores estatales extranjeros para extender conflictos regionales de Oriente Medio al territorio europeo.
El uso de los menores
La investigación de CNN detalla casos concretos, como el ocurrido en mayo de 2024, cuando un adolescente de 15 años fue interceptado camino a la embajada israelí en Estocolmo. El menor, que se había escapado de su casa en Västerås mientras su madre creía que dormía, fue detenido mientras viajaba en un Uber hacia su objetivo.
Según declaró el propio adolescente tras su arresto, inicialmente pensó que el trabajo consistía en transportar cannabis. “Me sentí engañado y enfadado cuando me dijeron que tomara un arma”, señaló en su testimonio recogido por CNN. Aseguró que tres días antes había rechazado participar en un ataque contra la embajada israelí por su carácter político.
Apenas un día después de este episodio, otro menor de 14 años logró llegar a las inmediaciones de la embajada y disparó varias veces con una pistola semiautomática de 9 mm antes de ser capturado.

El hermano del menor, en conversaciones telefónicas intervenidas por la policía y citadas por CNN, expresó su sorpresa: “Pensé que dispararía una vez. Que se asustaría y huiría”, se le escucha decir, añadiendo que le sorprendió que su hermano “vaciara todo el cargador”.
El vínculo iraní
El Servicio de Seguridad Sueco (SÄPO) ha identificado a dos bandas criminales rivales, Foxtrot y Rumba, como los intermediarios que ejecutan estos ataques por encargo de Irán.
“Se convierte en un problema para nosotros cuando es otro Estado, como Irán, el que utiliza a estos chicos como intermediarios”, declaró a CNN Fredrik Hallström, jefe de operaciones de SÄPO. “El crimen organizado en Suecia ahora mismo es una enorme vulnerabilidad que está siendo utilizada por actores estatales”.
Las autoridades suecas vinculan estos hechos con la escalada del conflicto entre Irán e Israel tras los ataques del 7 de octubre de Hamas, grupo terrorista respaldado por Teherán.
“Después del 7 de octubre, vimos este tipo de modus operandi“, explicó Hallström.

Irán ha negado cualquier participación. Su embajada en Estocolmo tachó las acusaciones de “falsas y propagandísticas”.
Sin embargo, esta conexión entre Irán y las bandas suecas no es meramente especulativa. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso recientemente sanciones contra Foxtrot y su líder, Rawa Majid, acusándolos de cooperar con el Ministerio de Inteligencia y Seguridad iraní. Las autoridades estadounidenses señalaron específicamente al grupo por orquestar ataques contra israelíes y judíos en Europa, incluido un intento de atentado contra la embajada israelí en Estocolmo en enero de 2024.
La crisis de violencia juvenil
Este nuevo fenómeno se desarrolla en un contexto ya crítico para Suecia, que enfrenta una escalada sin precedentes de violencia juvenil. Según datos oficiales citados en el reportaje, sólo en enero de 2025 se registraron 33 explosiones relacionadas con bandas en el país, la cifra mensual más alta jamás documentada.
“Es un desastre nacional”, declaró a CNN John Forsberg, superintendente de la Policía Nacional sueca, quien advirtió que ahora los menores cruzan fronteras para cometer delitos, transformando el problema en una amenaza de escala europea.
Las estadísticas son alarmantes: en 2024, el 30% de los sospechosos de asesinatos con armas de fuego en Suecia eran menores de 18 años, frente al 20% de años anteriores. Aunque la tasa general de homicidios descendió en 2024, la violencia con armas de fuego continúa siendo la principal causa de muerte violenta en el país.
Captación digital y recompensas simples
Las bandas han sofisticado sus métodos de reclutamiento, utilizando plataformas digitales para captar menores. La fiscal sueca Lisa dos Santos explicó a CNN que las tareas delictivas se publican abiertamente en plataformas como Snapchat e Instagram, invitando a los interesados a enviar mensajes privados. Posteriormente, los reclutan en grupos cerrados en aplicaciones cifradas como Signal y Zangi messenger.
El atractivo para los adolescentes suele ser sorprendentemente básico. En las conversaciones telefónicas intervenidas tras el ataque por parte del joven de 14 años, su hermano menciona la recompensa en términos sencillos: “Cuando le visito en el SiS (centro de internamiento), le dejo ropa y cosas muy bonitas. Cosas que él quiere”. La policía encontró en el teléfono del hermano fotografías de personas enmascaradas posando con gruesos fajos de billetes de 500 coronas (aproximadamente 50 dólares).
“Estos niños lo graban todo. Se hacen fotos con la pistola y se las envían a sus amigos, ya sabes, antes o después del tiroteo y presumen de ello porque saben que a través de estos anuncios (ganan) estatus social”, explicó a CNN Luay Mohageb, ex interrogador de la policía sueca.
Un problema estructural con víctimas vulnerables

Los expertos consultados por CNN señalan factores socioeconómicos profundos detrás de la vulnerabilidad de estos menores. Suecia, un país con tradición de estado de bienestar, enfrenta una paradoja: su modelo inclusivo no ha evitado que crezcan bolsones de exclusión en suburbios con alta inmigración. “La desigualdad y la segregación son caldo de cultivo para las bandas”, admitió John Forsberg, superintendente policial.
Además, el sistema judicial sueco, centrado en la reinserción, trata con indulgencia a los menores. Los menores de 15 años no pueden ser procesados, y los de 15 a 18 rara vez van a prisión. “Los cabecillas usan a los niños porque son difíciles de rastrear”, explicó la fiscal Lisa dos Santos a CNN.
El gobierno conservador de Ulf Kristersson ha respondido con mano dura: más deportaciones, penas mayores para delitos con armas y vigilancia reforzada. Pero críticos argumentan que se ignora el problema de fondo.
“Hay que ver la raíz del problema”, indicó René Lobos, ex miembro de una banda que ahora ayuda a jóvenes a abandonar la delincuencia. “Están tan inseguros de quiénes son que no tienen modelos de conducta cuando crecen”. Según Lobos, formar parte de estas bandas les proporciona un sentido de pertenencia que no encuentran en otros ámbitos.
Magnus Ranstorp, experto en contraterrorismo de la Universidad de Defensa sueca, observó que aunque las operaciones no son particularmente sofisticadas dada la inexperiencia de los ejecutores, representan una grave amenaza. “Son sólo la herramienta”, dijo refiriéndose a los jóvenes. “Están realmente presionados para hacer esto”.
Una respuesta insuficiente
Las autoridades nórdicas han intentado abordar el problema de la captación digital. En diciembre, los ministros de Justicia de Suecia, Dinamarca y otros países nórdicos se reunieron con representantes de Meta, Google, TikTok y Snapchat para discutir posibles soluciones.
Sin embargo, Anna Sjöberg, jefa del Centro Europeo de Lucha contra el Terrorismo de Europol, señaló a CNN un fenómeno más amplio y preocupante: “Grupos de individuos a menudo muy jóvenes se forman en línea en torno a narrativas de violencia, más que en torno a ideologías. Intercambian contenidos violentos y fantasías sobre cómo llevar a cabo actos violentos, y esta vulnerabilidad a las narrativas violentas los convierte en una fuente de reclutamiento rentable para organizaciones terroristas o grupos de delincuencia organizada”.
El caso sueco parece formar parte de un patrón más amplio. La investigación de CNN documentó ejemplos similares en Alemania y Grecia, donde redes criminales vinculadas a Irán presuntamente presionaron a personas vulnerables para atacar objetivos israelíes y judíos.
Un ciclo difícil de romper
Los trabajadores sociales entrevistados por CNN insisten en que estos menores deben ser considerados víctimas de un sistema que ha fracasado en protegerlos, no simplemente como delincuentes.
Uno de los detalles más inquietantes revelados por la investigación fueron las palabras del adolescente de 15 años tras su detención. Cuando estaba en el coche policial, dijo a uno de los agentes que ya era demasiado tarde para abandonar la banda: “Te encontrarán estés donde estés”, afirmó según el informe policial, añadiendo que la violencia en Suecia no haría más que empeorar.