Se diluye la esperanza de hallar sobrevivientes en Myanmar tras el terremoto: el calor extremo dificulta las labores

El balance de víctimas asciende a más de 1.700 muertos, mientras los esfuerzos de rescate se ven complicados por las difíciles condiciones atmosféricas en Mandalay y Bangkok

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El balance de víctimas asciende
El balance de víctimas asciende a más de 1.700 muertos, mientras los esfuerzos de rescate se ven complicados por las difíciles condiciones atmosféricas en Mandalay y Bangkok (REUTERS/Stringer)

Las esperanzas de encontrar sobrevivientes entre los escombros de Mandalay, la segunda ciudad más grande de Myanmar, comenzaron a desvanecerse este lunes tras el devastador terremoto que azotó la región el pasado viernes, dejando al menos 1.700 personas muertas en Myanmar y Tailandia.

Los esfuerzos de rescate, que ya se encontraban en una etapa crítica, se vieron aún más obstaculizados por el calor abrasante, con temperaturas cercanas a los 40 ºC que agotaron a los rescatistas y aceleraron la descomposición de los cuerpos, complicando su identificación.

El terremoto de magnitud 7.7 golpeó cerca de Mandalay el viernes por la tarde, seguido por una réplica de magnitud 6,7. Los temblores colapsaron edificios, derribaron puentes y bloquearon carreteras en gran parte del centro de Myanmar, sumiendo a la población en el caos.

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Se diluye la esperanza de hallar sobrevivientes en Myanmar tras el terremoto: el calor extremo dificulta las labores (REUTERS/Stringer)

A lo largo del fin de semana, las réplicas continuaron sacudiendo la ciudad, causando pánico entre los habitantes que se apresuraron a salir a las calles.

Uno de los momentos más impactantes del rescate ocurrió la noche del domingo, cuando los equipos lograron salvar a una mujer embarazada que llevaba más de 55 horas atrapada entre los escombros.

A pesar de los esfuerzos por salvarla, incluidos los procedimientos para amputarle una pierna para liberarla, la mujer fue declarada muerta tras sufrir una hemorragia masiva debido a la amputación.

Intentamos de todo para salvarla”, comentó uno de los rescatistas, visiblemente afectado.

Con el avance del lunes, la desesperación crecía en la ciudad. Los funerales comenzaban a organizarse y la comunidad se preparaba para honrar a las víctimas, mientras las autoridades luchaban por mantener el orden en plena crisis.

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Los equipos lograron salvar a una mujer embarazada que llevaba más de 55 horas atrapada entre los escombros (REUTERS/Stringer)

En un símbolo de unidad religiosa, fieles musulmanes se congregaron cerca de una mezquita destruida para la primera oración del Aid al Fitr, que marca el final del Ramadán. Sin embargo, la devastación seguía siendo el tema predominante en las conversaciones de la ciudad.

Mientras tanto, la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) emitió un llamado urgente de ayuda por más de 100 millones de dólares, destacando que las necesidades de los afectados aumentaban cada hora.

La IFRC advirtió sobre el riesgo de “crisis secundarias” debido al calor extremo y a la proximidad de la temporada de lluvias, que podría agravar aún más la situación.

El contexto político de Myanmar complica aún más los esfuerzos de ayuda. El país ha estado inmerso en una guerra civil desde el golpe militar de 2021, lo que ha desplazado a unos 3,5 millones de personas, muchas de las cuales enfrentan hambre y condiciones de vida precarias.

Terremoto en Myanmar

Incluso después del terremoto, los combates entre las fuerzas militares y los grupos rebeldes continúan en algunas regiones, con al menos siete muertos en un ataque aéreo antes de que se sintieran los temblores.

En Tailandia, el terremoto también dejó su huella. En Bangkok, a unos 1.000 kilómetros de Mandalay, un edificio en construcción colapsó, causando la muerte de al menos 18 personas, mientras que 33 resultaron heridas y 78 siguen desaparecidas.

Los rescatistas trabajaron incansablemente durante el fin de semana utilizando excavadoras mecánicas, perros rastreadores y drones con imágenes térmicas para localizar posibles sobrevivientes bajo los escombros.

La mayoría de las víctimas en Bangkok eran trabajadores del sitio de construcción, y muchos de los desaparecidos permanecen atrapados en el cúmulo de escombros cerca del popular mercado Chatuchak, un lugar frecuentado por turistas.

Los esfuerzos de rescate continúan en ambas naciones, mientras la región sigue enfrentando las secuelas de uno de los desastres naturales más mortales de los últimos años en Asia

(Con información de AFP)