Los nadadores de Groenlandia se zambulleron al agua a -7°C de temperatura en Nuuk

Los ciudadanos de la capital de la isla creen que es un “hermoso contraste: nos reunimos y decimos que nada nos va a derrumbar, sino todo lo contrario”

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"Es bueno para el alma", afirma un nadador de invierno de Nuuk

Un grupo de nadadores se zambulló en las frías aguas del antiguo puerto de la capital de Groenlandia, Nuuk, el domingo.

El grupo, muchos de los cuales eran visitantes extranjeros o trabajadores que vivían en Nuuk, se alejó de la playa cubierta de nieve hacia las aguas, mientras se podían ver formaciones de hielo flotando en el fiordo más allá de la costa.

Muchos nadadores se zambulleron rápidamente antes de salir a secarse y calentar de nuevo. Según AccuWeather, la temperatura ambiente era de menos siete grados Celsius.

Una participante, Sofie Vistoft, una enfermera de Dinamarca que trabaja en Groenlandia, dijo que el agua estaba fría pero que se sentía como “algo bueno para el alma”.

La temperatura ambiente era de
La temperatura ambiente era de menos siete grados Celsius.

“Es una experiencia hermosa y un ambiente muy acogedor, que nos une como comunidad, sin importar de dónde vengas ni qué estés haciendo aquí. Nos une como grupo”, aseguró.

“Cuando piensas en lo que está pasando aquí en Groenlandia y en el mundo, creo que es un hermoso contraste: nos reunimos y decimos que esto no nos va a derrumbar, sino todo lo contrario”. “Es muy hermoso con la nieve blanca y los icebergs al fondo”, comentó.

Ansiedad en la isla

Los groenlandeses están cada vez más preocupados de que su tierra natal, una región autónoma de Dinamarca, se haya convertido en un peón en la competencia entre Estados Unidos, Rusia y China a medida que el calentamiento global abre el acceso al Ártico. Temen que el objetivo de Trump de tomar el control de Groenlandia, que posee ricos depósitos minerales y se encuentra en rutas aéreas y marítimas estratégicas, pueda bloquear su camino hacia la independencia.

Esos temores se intensificaron el domingo pasado cuando Usha Vance, la esposa del vicepresidente estadounidense JD Vance, anunció que visitaría Groenlandia para asistir a la carrera nacional de trineos tirados por perros. Por separado, el asesor de seguridad nacional Michael Waltz y el secretario de energía Chris Wright visitarán una base militar estadounidense en el norte de Groenlandia.

El vicepresidente estadounidense, J. D.
El vicepresidente estadounidense, J. D. Vance, visita la base espacial Pituffik del ejército estadounidense en Groenlandia el 28 de marzo de 2025. Jim Watson/Pool vía REUTERS

“Vamos a ver cómo van las cosas allí”, declaró el vicepresidente. “Hablando a nombre del presidente Trump, queremos revitalizar la seguridad del pueblo groenlandés porque creemos que es importante para proteger la seguridad de todo el mundo”.

Los anuncios avivaron las tensiones que surgieron a principios de este mes, cuando Trump reiteró su deseo de anexar a Groenlandia apenas dos días después de que los groenlandeses eligieron un nuevo parlamento que está en contra de convertirse en parte de Estados Unidos. Trump incluso hizo una sutil referencia a la posibilidad de presión militar, señalando las bases estadounidenses en Groenlandia y reflexionando que “quizás verán más y más soldados allí”.

La noticia de la visita provocó una reacción inmediata de los políticos locales, quienes la describieron como una muestra de poder de Estados Unidos en un momento en que están tratando de formar un gobierno.

“Debe declararse enérgicamente que nuestra integridad y democracia deben ser respetadas sin ninguna interferencia externa”, afirmó el primer ministro saliente Múte Boroup Egede.

Una vista muestra la ciudad
Una vista muestra la ciudad de Nuuk, Groenlandia, el 28 de marzo de 2025. REUTERS/Leonhard Foeger

Groenlandia, parte de Dinamarca desde 1721, ha estado en un camino rumbo a su independencia durante décadas. Es un objetivo con el que la mayoría de los groenlandeses están a favor, aunque difieren cuándo y cómo debería suceder. No quieren cambiar a Dinamarca por un amo estadounidense.

La pregunta es si Groenlandia podrá controlar su propio destino en un momento de crecientes tensiones internacionales cuando Trump ve la isla como clave para su seguridad nacional.

(con información de Reuters y AP)