
La Unión Europea y Estados Unidos han expresado su respaldo inicial a la formación del nuevo gobierno de transición en Siria, aunque con condiciones claras respecto a su composición, inclusión social y compromisos con la justicia y la lucha contra el terrorismo.
La Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, junto con las comisarias Dubravka Suica y Hadja Lahbib, emitió una declaración conjunta en la que acogieron “con satisfacción la formación del nuevo gobierno de transición en Siria” y afirmaron que la UE está “dispuesta a comprometerse con el nuevo gobierno para ayudar a abordar los inmensos retos que se avecinan”.
El respaldo europeo se encuentra supeditado a que el Ejecutivo interino colme “las aspiraciones de todos los ciudadanos del país” y a que impulse una transición que sea “pacífica e integradora”, dirigida y controlada por los propios sirios. Además, la UE exige “una justicia transicional completa que garantice la rendición de cuentas por todos los delitos” y contribuya “a la reconciliación nacional”.
El nuevo gobierno fue anunciado el sábado por el presidente de transición sirio, Ahmed al Shara, cuatro meses después del derrocamiento del régimen de Bashar al Assad a manos de fuerzas rebeldes y yihadistas lideradas por Hayat Tahrir al Sham (HTS). La composición del gabinete, con 23 ministros, incluye a cuatro representantes de minorías —un cristiano, un kurdo, un alauí y un druso—, aunque ninguno de ellos ocupa carteras de peso. La distribución del poder ha suscitado críticas de la principal entidad política kurda del norte del país, que denunció la exclusión de sus intereses en la nueva etapa.
En paralelo, Estados Unidos calificó la formación del nuevo gobierno como un “paso positivo”, aunque dejó claro que no aliviará las sanciones existentes hasta que se cumplan una serie de condiciones concretas. La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, declaró que Washington “reconoce las luchas del pueblo sirio que ha sufrido décadas bajo el gobierno despótico y la opresión del régimen de Al Assad”, pero subrayó que se necesitan “avances verificables” en múltiples frentes.

Entre las exigencias estadounidenses se encuentran el compromiso firme contra el terrorismo, la exclusión de combatientes extranjeros de cargos públicos, la eliminación de armas químicas, la colaboración en la recuperación de ciudadanos estadounidenses desaparecidos en Siria y la protección efectiva de las minorías étnicas y religiosas. “Cualquier ajuste de la política estadounidense hacia las autoridades interinas de Siria dependerá de que se tomen todas esas medidas”, afirmó Bruce.
Por su parte, la UE instó a que “todos los actores exteriores respeten plenamente la unidad, la soberanía y la integridad territorial de Siria”, en una referencia implícita a la presencia militar de Rusia, Turquía e Israel. El bloque europeo también señaló que evalúa avanzar hacia una relajación de las sanciones, en sintonía con medidas similares adoptadas recientemente por Canadá y Reino Unido.
El gobierno de Al Shara se enfrenta al desafío de establecer una administración funcional en un país fracturado por más de una década de guerra, múltiples ocupaciones extranjeras y profundas divisiones étnicas y religiosas. Aunque el nuevo liderazgo ha manifestado su intención de buscar consensos, el propio Al Shara reconoció que “no podrán satisfacer a todo el mundo”.
(Con información de Europa Press y AFP)