
(Desde Washington, Estados Unidos) La semana pasada, el Departamento del Tesoro envió a Kiev un borrador de acuerdo que proponía la creación de una sociedad que se inscribiría en Delaware bajo la denominación de “Fondo de inversión para la Reconstrucción Estados Unidos-Ucrania”. Volodimir Zelensky pidió a sus asesores legales una lectura a fondo del borrador, y su rechazo a la propuesta de Washington fue absoluto.
Donald Trump valúa el esfuerzo militar de Estados Unidos a Ucrania en 350 billones de dólares, mientras que Zelensky sostiene que el Pentágono desplegó una colaboración bélica que no excedería los 100 billones de dólares. Para cobrar la deuda a Ucrania, Trump envió ese borrador a Kiev y aguardaba una respuesta positiva en escasos días.

La iniciativa legal de Estadios Unidos establece que Ucrania cede al Fondo de Inversión todos los proyectos vinculados a recursos naturales e infraestructura que diseñe hacia adelante, y respecto a los denominados minerales críticos solo Washington podrá decidir si pueden ser vendidos a terceros países, acorde al borrador que accedió Infobae.
Ucrania tiene yacimientos de al menos 20 de los 50 minerales que Estados Unidos considera críticos. Estos incluyen litio, grafito, titanio, uranio y tierras raras, un conjunto de 17 elementos esenciales para todo, desde teléfonos celulares hasta la industria de defensa.
El Fondo creado por decisión de Trump tendría cinco miembros: tres que elegiría la administración republicana y dos el gobierno de Zelensky. Además, no hay un sólo articulo que fije la obligación de usar los beneficios para la reconstrucción de Ucrania, que está destruida después de tres años enfrentando a Rusia.

“No quiero que Estados Unidos tenga la impresión de que Ucrania se opone en general”, aseguró Zelensky cuando le preguntaron sobre el borrador del Fondo de Inversión que llegó desde Washington.
Y añadió: “Hemos dado señales positivas constantemente, apoyamos la cooperación con Estados Unidos y no queremos enviar ninguna señal que incite a Estados Unidos a suspender la ayuda a Ucrania o el intercambio de inteligencia”.
Esa declaración del presidente ucraniano es clave. Zelensky ya chocó con Trump -en el Salón Oval- cuando estaba a punto de firmar un acuerdo que era más equilibrado, y la discusión entre ambos -mas la participación del vicepresidente J.D. Vance- causó una crisis diplomática que sólo benefició a la estrategia bélica de Vladimir Putin.
Zelensky quiere un acuerdo que respete la soberanía económica de Ucrania y que garantice su seguridad territorial ante un eventual ataque Rusia tras la firma de un armisticio entre Kiev y Moscú. Trump entiende las razones de Zelensky, pero le ha dicho que no es necesaria una seguridad armada si hay empresas americanas invirtiendo en Ucrania.
Es decir: el presidente de Estados Unidos considera que la mejor seguridad para Ucrania son las compañías propias que invertirían después del final de la guerra.

La resistencia de Zelensky al acuerdo sorprendió a la administración republicana.
Scott Bessent -secretario del Tesoro-, es el autor intelectual del proyecto que es cuestionado en Ucrania, y en su última aparición mediática había asegurado que era inminente su firma por Zelensky.
“Aprovechamos el lapso de tiempo para cerrar un acuerdo”, explicó Bessent.
Y completó: “Así que estoy seguro de que avanzaremos y firmaremos esto rápidamente”.
En este contexto, el acuerdo quedó en el aire y ahora le toca mover a Trump. Su relación con Zelensky otra vez se enfrío, y las negociaciones para pactar un cese del fuego por treinta días y suspender todas operaciones militares en el mar Negro se encuentran en un complejo laberinto.

Durante las conversaciones que mantuvo Estados Unidos con los enviados del Kremlin en Ryad (Arabia Saudita), Trump se comprometió a lograr que se levanten todas las sanciones contra las exportaciones de granos y fertilizantes de Rusia.
Fue a pedido de Putin, que se salió del guión y supeditó la tregua acordada en el mar Negro hasta que el líder republicano cumpliera su exigencia vinculada al comercio agrícola ruso.
Esta demanda complicó aún más las negociaciones para definir un cese del fuego. La mayoría de las sanciones contra Rusia fueron impuestas por Europa, y Emmanuel Macron -presidente de Francia- y Keir Starmer -premier británico- ya han dicho que no tienen intenciones de facilitar la estrategia militar de Putin.
“Acordamos unánimemente que ahora no es el momento de levantar las sanciones de ninguna manera. No puede haber levantamiento de sanciones antes de que se haya establecido la paz”, sostuvo Macron al terminar una cumbre con 31 países que exhibieron su apoyo a Ucrania.

La iniciativa de cese del fuego de Trump se encuentra en dificultades.
Zelensky no acepta los términos del fondo de reconstrucción, Europa no levantará las sanciones contra Rusia y Putin exige que el presidente de los Estados Unidos cumpla con sus promesas.
Trump pasa el fin de semana en Mar-a-Lago y tiene previsto reunirse con sus asesores de confianza para tratar este asunto clave en su agenda diplomática.
El viernes, en la Casa Blanca, reconocieron a Infobae que el proceso de paz entre Ucrania y Rusia “no estaba” saliendo como se había planificado antes de la llegada de Trump al Salón Oval.