
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, afirmó este domingo que su país garantizará una “disuasión robusta, rápida y creíble” en la región del Indo-Pacífico, incluido el estrecho de Taiwán, en respuesta al aumento de la presión militar del régimen de China sobre la isla.
Durante su visita a Japón, Hegseth calificó las acciones de Beijing como “agresivas y coercitivas” y aseguró que Estados Unidos y Japón permanecerán “firmemente unidos” ante los desafíos regionales.
“Estados Unidos está comprometido a mantener una disuasión sólida, rápida y creíble en el Indo-Pacífico, incluido el estrecho de Taiwán”, declaró Hegseth en una rueda de prensa posterior a sus reuniones con el ministro de Defensa japonés, Gen Nakatani, y con el primer ministro Shigeru Ishiba. Agregó que “Japón estará en primera línea ante cualquier contingencia que podamos enfrentar en el Pacífico occidental y nos apoyamos mutuamente”.
El secretario de Defensa evitó presionar públicamente a Tokio para que aumente su gasto militar, pero sostuvo que confía en que el gobierno japonés “tomará la determinación correcta de qué capacidades son necesarias”.
Durante el encuentro, ambas partes analizaron lo que calificaron como una “grave y urgente situación de seguridad” en el entorno regional. Nakatani confirmó que le transmitió a su homólogo estadounidense que el fortalecimiento de la defensa japonesa se implementará según el propio criterio y responsabilidad de Japón.

China ha intensificado sus maniobras militares cerca de Taiwán en los últimos años, incluyendo incursiones aéreas casi diarias. Beijing no ha descartado el uso de la fuerza para incorporar a la isla bajo su control, una postura que ha generado preocupación entre los aliados regionales de Washington. En este contexto, Estados Unidos mantiene estacionados a 54.000 militares en Japón, en su mayoría en la isla de Okinawa, ubicada estratégicamente al este de Taiwán.
A pesar del fortalecimiento de la alianza bilateral, el contexto político en Washington podría derivar en una revisión del compromiso estadounidense en la región. La política de “Estados Unidos primero” impulsada por el presidente Donald Trump y reiterada por Hegseth durante su visita, ha generado inquietud sobre un eventual retiro parcial de compromisos estratégicos en Asia, similar a las presiones aplicadas en Europa para que los aliados incrementen sus presupuestos de defensa.
Hegseth, no obstante, puntualizó que “Estados Unidos primero no significa solo Estados Unidos”.
Japón, por su parte, ha comenzado a dejar atrás su tradicional postura pacifista, y avanza hacia la obtención de capacidades de contraataque y el aumento de su presupuesto militar hasta alcanzar el 2% del PBI, en línea con los estándares de la OTAN.

Sin embargo, figuras cercanas al ala más dura de la política exterior estadounidense, como Elbridge Colby, propuesto por Trump para un cargo clave en el Pentágono, han sugerido que Tokio debería elevar ese gasto hasta el 3% del PBI.
Hegseth aseguró que no discutió “cifras específicas” durante sus reuniones en Tokio, pero señaló que “todos debemos hacer más”. El ministro Nakatani, por su parte, afirmó que el esfuerzo de Japón por reforzar sus capacidades ha sido comprendido y valorado por la administración estadounidense.
“Hemos estado trabajando continuamente en un fortalecimiento drástico de nuestra capacidad de defensa... sobre lo cual hemos recibido comprensión del lado estadounidense”, explicó.
“Las reuniones de Tokio confirmaron la extraordinaria fuerza de la alianza de Estados Unidos con Japón”, mencionó el secretario de Defensa estadounidense.
(Con información de EFE y AFP)