Apenas nueve países en todo el planeta poseen armas nucleares y esas naciones se reparten más de 12.000 ojivas en sus arsenales, de las cuales unas 9.500 están operativas, según el informe “El estado de la fuerza nuclear 2024” de la Federación de Científicos de Estados Unidos. Aunque esta cifra representa una fuerte reducción respecto a las aproximadamente 70.000 ojivas existentes durante la Guerra Fría, el poder destructivo de los arsenales actuales es significativamente superior.
Según detalló el analista internacional Andrei Serbin Pont en Infobae En Vivo, estas armas se clasifican entre estratégicas y tácticas: “Las grandes se usan contra ciudades, lugares donde pueden haber sitios de lanzamiento de misiles, centros de control y mando. Y las tácticas se usan para atacar formaciones militares. Son de menor dimensión, no están pensadas para usar contra grandes espacios urbanos”.
Los cinco países reconocidos oficialmente por el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) —Rusia, Estados Unidos, China, Francia y el Reino Unido— conservan la mayoría del armamento. El TNP, firmado en 1968, buscó frenar la expansión del armamento nuclear permitiendo a estas potencias conservar sus arsenales con el compromiso de reducirlos progresivamente.
Rusia, heredera del arsenal soviético, encabeza la lista con 5.889 ojivas nucleares. Le sigue Estados Unidos, con 5.244 ojivas. Durante la Guerra Fría, ambas superpotencias construyeron arsenales masivos.
“El objetivo de ambos era que no quedase población del otro lado que pudiese tratar de continuar el conflicto armado”, afirmó Serbin Pont para explicar la cantidad que armas nucleares que acumularon las dos potencias. Agregó que esa acumulación también respondía a consideraciones tecnológicas: “Se especulaba con el desarrollo de tecnologías que permitiesen interceptar una mayor cantidad de bombas o misiles. Esa redundancia absoluta te aseguraba no solo la destrucción si todas impactaban, sino también en caso de que solo un porcentaje llegara al objetivo”.

En el ránking los sigue China, con entre 410 y 600 ojivas nucleares. El gigante asiático ha mantenido históricamente un perfil bajo, pero ha acelerado su expansión nuclear en el marco de su rivalidad con Estados Unidos en la región del Indo-Pacífico. Completan la lista Francia con 290 ojivas y Reino Unido, con 225, principalmente en submarinos nucleares.
Fuera del marco del TNP, India y Pakistán poseen entre 160 y 180 ojivas cada uno, desarrolladas en el contexto de su histórica rivalidad regional. “Cuando pasamos a los números de estos países que están por fuera del Tratado de No Proliferación como la India y Pakistán, estamos hablando de 160, 170 bombas, cada uno muy orientados a esa disputa política que tienen hace mucho tiempo”, explicó Serbin Pont.
Israel, aunque nunca ha confirmado poseer armas nucleares, mantiene una política deliberada de ambigüedad. Se estima que cuenta con entre 80 y 90 ojivas, aunque tiene material fisible suficiente para producir hasta 200. Según Serbin Pont, “Israel no reconoce tener armas nucleares, pero le gusta asegurarse que los otros sepan que tiene la capacidad de disuasión nuclear. Nunca confirman que tengan armas nucleares, pero quieren aprovechar el mayor poder que tienen estas armas, que no es el destructivo, sino el de convencer al otro que tenés la capacidad destructiva”.
Corea del Norte, que detonó su primera arma nuclear en 2006, se calcula que tiene entre 40 y 50 ojivas, aunque su eficacia sigue siendo incierta. “Hay dudas sobre la calidad y la capacidad de esas armas nucleares”, afirmó Serbin Pont. Sin embargo, subrayó la importancia del desarrollo de vectores de lanzamiento: “Una cosa es tener el arma nuclear y otra es hacerla llegar al objetivo. Corea del Norte viene desarrollando vectores de lanzamiento, lo que es súper importante”.
Por último, el experto resaltó que durante la Guerra Fría, Estados Unidos y Rusia desarrollaron la tríada nuclear: misiles balísticos intercontinentales lanzados desde tierra, submarinos equipados con misiles nucleares y bombarderos estratégicos. Serbin Pont explicó que “de esta manera, se aseguraban de que alguno de estos sistemas iba a poder sobrevivir en el caso de un conflicto armado y poder golpear los objetivos en el territorio enemigo”.
Además de estas nueve potencias nucleares, otros 32 países están implicados en la dinámica global del armamento atómico: seis de ellos —entre ellos Alemania, Italia, Turquía, Países Bajos y Bélgica— albergan armas nucleares estadounidenses en su territorio; y otros 28 respaldan su uso a través de acuerdos estratégicos.
Aunque el número total de ojivas ha disminuido en comparación con el apogeo de la Guerra Fría, las capacidades actuales son considerablemente más avanzadas y las tensiones geopolíticas persistentes sugieren un posible crecimiento de los arsenales en la próxima década.