
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump y el primer ministro de Canadá, Mark Carney, mantuvieron una conversación telefónica en la que acordaron reunirse “inmediatamente” después de las elecciones federales canadienses del próximo 28 de abril, en un contexto marcado por crecientes tensiones políticas y comerciales entre ambos países.
Según publicaciones de Trump en su red social Truth Social, la llamada fue “extremadamente productiva” y ambos líderes coincidieron “en muchas cosas”. El mandatario estadounidense afirmó que la próxima reunión servirá para abordar “cuestiones de política, negocios y otros factores que serán beneficiosos para Estados Unidos y Canadá”.
El diálogo entre ambos mandatarios se produjo en medio del deterioro de las relaciones bilaterales tras el regreso de Trump a la Casa Blanca el pasado 20 de enero. Las tensiones se han intensificado por su reciente orden ejecutiva para aplicar un arancel del 25% a todas las importaciones de automóviles, que entrará en vigor pasada la medianoche del próximo 2 de abril. La medida excluye temporalmente a las piezas fabricadas en México y Canadá, pero no a los vehículos ensamblados en esos países.

Trump no aclaró durante la conversación si alcanzó algún acuerdo con Carney respecto a la posible exención de Canadá de la medida. La política arancelaria ha generado preocupación en la industria automotriz canadiense, estrechamente vinculada al mercado estadounidense.
La Casa Blanca sostiene que la medida incentivará la manufactura nacional, aunque advierte que podría encarecer los precios para los consumidores estadounidenses y afectar a los principales fabricantes de automóviles del país, cuya producción depende de cadenas de suministro internacionales.

La llamada fue la primera entre ambos jefes de gobierno desde que Carney asumió el cargo el 14 de marzo, en sustitución de Justin Trudeau. El primer ministro canadiense había anticipado en una rueda de prensa el jueves que esperaba comunicarse con Trump “en las próximas 24 o 48 horas”.
Carney, que enfrenta comicios en menos de un mes, advirtió que su gobierno tomará represalias si Washington aplica los nuevos aranceles. “Nuestra respuesta a estos aranceles es luchar, proteger y construir. Lucharemos los aranceles con medidas comerciales de represalia que tendrán el máximo impacto en los Estados Unidos” y el mínimo dentro de sus fronteras, dijo Carney, sin adelantar posibles medidas.
“Rechazo cualquier intento de debilitar a Canadá, de agotarnos, de rompernos, para que Estados Unidos se convierta en nuestro dueño. Eso nunca pasará (sino que) construiremos un futuro independiente para nuestro país, más sólido que nunca”, sumó con confianza.
La tensión diplomática se ha visto agravada por declaraciones previas de Trump en las que insinuó que Canadá debería ser anexionada como el estado número 51 de Estados Unidos, lo que generó reacciones de rechazo en la sociedad canadiense.
Organizaciones y líderes políticos en Canadá han impulsado campañas para fomentar el consumo de productos nacionales y reafirmar la soberanía del país ante los comentarios del mandatario estadounidense.
La conversación y el compromiso de mantener un encuentro tras los comicios podrían indicar un intento de ambos gobiernos por reconducir el vínculo bilateral, en lo que sería un posible paso hacia la distensión en una relación marcada recientemente por la confrontación y la desconfianza.
(Con información de EFE)