La oposición de Sudán del Sur dijo el jueves que el arresto durante la noche del primer vicepresidente Riek Machar, rival de larga data del presidente Salva Kiir, había invalidado su acuerdo de paz de 2018 y corría el riesgo de hundir al país nuevamente en la guerra.
Un convoy de 20 vehículos fuertemente armados entró en la residencia de Machar en la capital, Juba, el miércoles por la noche y lo arrestó, según un comunicado emitido por un miembro de su partido, una dramática escalada de un conflicto que se ha estado gestando durante semanas en el país más joven del mundo.
El acuerdo de reparto de poder entre Kiir y Machar se ha ido desmoronando gradualmente, lo que amenaza con un retorno a la guerra civil que mató a unas 400.000 personas entre 2013 y 2018.
“Con el arresto y la detención del Dr. Riek Machar Teny, el R-ARCSS 2018 ha sido derogado”, dijo Oyet Nathaniel Pierino, vicepresidente del partido de Machar, utilizando un término técnico para el acuerdo de paz.
“La perspectiva de paz y estabilidad en Sudán del Sur está ahora seriamente comprometida”, añadió.
La Misión de las Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS) dijo el jueves que el supuesto arresto dejó al país al borde del precipicio.
“Los dirigentes del país están al borde de recaer en un conflicto generalizado”, afirmó el jefe de la UNMISS, Nicholas Haysom.
Las violaciones del acuerdo de paz de 2018 “no sólo devastarán Sudán del Sur sino que afectarán a toda la región”, añadió.
Juba estaba en calma el jueves por la mañana, con los negocios abiertos y la gente en las calles, constató un periodista de la AFP.
Pero había una fuerte presencia militar alrededor de la casa de Machar, que está ubicada a pocos metros de la casa del presidente, incluido un tanque.
La población está profundamente preocupada por lo que podría suceder después, dijo el líder de la sociedad civil Edmund Yakani.
“El público está en pánico”, dijo a la AFP.
“Hay una gran posibilidad de que se produzca una guerra a gran escala, pero será más mortífera y más violenta debido a (la necesidad de) venganza”, añadió.
Arrestos y enfrentamientos
Sudán del Sur, que declaró su independencia de Sudán en 2011, ha seguido plagado de pobreza e inseguridad desde el acuerdo de paz de 2018.
Los analistas dicen que Kiir, de 73 años, ha estado tratando de asegurar su sucesión y marginar políticamente a Machar durante meses a través de reorganizaciones del gabinete.
Más de 20 aliados políticos y militares de Machar en el gobierno de unidad y el ejército también han sido arrestados desde febrero, muchos de ellos recluidos en régimen de incomunicación.
El partido de Machar dice que tres de sus bases militares alrededor de Juba han sido atacadas por fuerzas gubernamentales desde el lunes.
Los centros de entrenamiento se establecieron para preparar a las fuerzas de la oposición para su integración en el ejército unificado, una disposición clave del acuerdo de paz de 2018 destinado a unir a las tropas gubernamentales y de la oposición.
Ninguno de los incidentes ha sido confirmado por el ejército alineado con Kiir, las Fuerzas de Defensa del Pueblo de Sudán del Sur (SSPDF), aunque acusó a las fuerzas de Machar de realizar maniobras agresivas desde una de las bases el lunes.
‘Advertencia roja’
Antes del arresto de Machar, Kiir dijo que reafirmó su “compromiso inquebrantable con la restauración de la paz” tras una reunión con líderes de la iglesia.
Esto sigue a semanas de enfrentamientos violentos, particularmente en el condado de Nasir, donde las fuerzas gubernamentales leales al presidente han luchado contra el llamado Ejército Blanco, una milicia con vínculos con Machar.
“La violencia que comenzó en marzo en Nasir parece estar extendiéndose a varios estados de Sudán del Sur”, advirtió el analista senior de Sudán del Sur del International Crisis Group, Daniel Akech.
Dijo que la negativa de Kiir y Machar a entablar un diálogo, a pesar de la presión de la comunidad internacional, era una “alerta roja”.
Si estallara un conflicto más amplio, dijo, “será un tipo de violencia muy descentralizada, que sería muy difícil de detener” ya que podría escapar rápidamente del control de los dos líderes.
Los observadores internacionales han expresado una creciente preocupación, y Noruega y Alemania han cerrado sus embajadas en Juba.
(con información de AFP)
