
El primer ministro canadiense, Mark Carney, afirmó el miércoles que la guerra comercial del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, perjudica a los estadounidenses y señaló que la confianza del consumidor del vecino país está en su nivel más bajo en varios años.
Carney también comentó que la relación de hermandad que existe entre Estados Unidos y Canadá enfrenta una tensión mayor que en cualquier otro momento de las históricas relaciones entre ambos países.
“Su guerra comercial perjudica a los consumidores y trabajadores estadounidenses y lo hará aún más. Veo que la confianza del consumidor estadounidense está en su nivel más bajo en varios años”, expresó Carney mientras hacía campaña en Windsor, Ontario, antes de las elecciones del 28 de abril en Canadá.
El martes, el Conference Board informó que su índice de confianza del consumidor de Estados Unidos cayó 7,2 puntos en marzo, situándose en 92,9, su cuarta caída mensual consecutiva y su nivel más bajo desde enero de 2021. Trump ha sumido a Estados Unidos en una guerra comercial global, mientras que los nuevos aranceles intermitentes siguen aumentando la incertidumbre.

Trump impuso aranceles del 25% al acero y aluminio de Canadá y amenaza con establecer aranceles generales a todos los productos canadienses, así como a todos los socios comerciales de Estados Unidos, a partir del 2 de abril.
“Quiere quebrarnos para que Estados Unidos pueda poseernos”, dijo Carney. “Y eso nunca, nunca sucederá porque no solo nos cuidamos a nosotros mismos, sino que también nos cuidamos mutuamente”.
Carney, ex banquero central en dos ocasiones, hizo estos comentarios mientras hacía campaña cerca del puente Ambassador, considerado el cruce fronterizo más transitado entre Estados Unidos y Canadá, por el que atraviesa el 25% de todo el comercio entre ambos países. Tiene una función especialmente importante en la fabricación de automóviles.
Carney señaló que el puente transporta 140.000 millones de dólares canadienses (98.000 millones de dólares estadounidenses) en bienes cada año y 400 millones de dólares canadienses (281 millones de dólares) por día.

“Ahora, esas cifras y los empleos y los salarios que dependen de ello están en duda”, manifestó Carney. “La relación entre Canadá y Estados Unidos ha cambiado. Nosotros no la cambiamos”.
Carney anunció el miércoles un “fondo de respuesta estratégica” de 2.000 millones de dólares canadienses (1.400 millones de dólares) que protegerá los empleos canadienses del sector automotriz afectados por los aranceles de Trump.
El líder del Partido Liberal destacó que el puente es especialmente importante para el sector automotriz de Canadá, el segundo mayor exportador del país. Dijo que la industria automotriz de Canadá emplea directamente a 125.000 personas y casi a 500.000 más en industrias relacionadas, muchas de ellas en empleos sindicalizados.
“Canadá estará allí para los trabajadores automotrices”, afirmó Carney.
A principios de este mes, Trump concedió una exención de un mes en sus nuevos y severos aranceles a las importaciones de México y Canadá para los fabricantes de automóviles de Estados Unidos, mientras persisten las preocupaciones de que la recién iniciada guerra comercial pueda aplastar la fabricación nacional.
En el sector automotriz, las piezas pueden cruzar la frontera entre Canadá y Estados Unidos varias veces antes de ser ensambladas completamente en Ontario o Michigan.
Trump declaró una guerra comercial a su vecino del norte y continúa llamando a que Canadá se convierta en el estado 51 de Estados Unidos, una postura que ha enfurecido a los canadienses. El presidente estadounidense ha amenazado con ejercer coerción económica en sus advertencias de anexión y ha insinuado que la frontera es una línea ficticia.
El nuevo primer ministro, que asumió el cargo el 14 de marzo, aún no ha tenido una llamada telefónica con Trump. Es inusual que un presidente de Estados Unidos y un primer ministro canadiense tarden tanto en hablar después de que un nuevo líder asume el cargo.
(Con información de AP)