
Sobre el asfalto de la autopista M60 en las afueras de Manchester, Inglaterra, el tiempo pareció comprimirse en unos pocos segundos de tensión, reflejos y tragedia. David Lalgee, de 64 años, conducía su Volkswagen iD5 acompañado por su esposa Jo cuando un accidente puso fin a sus sueños.
Según Daily Mail, la pareja regresaba a su casa luego de visitar a familiares. La autopista, a esa hora, conservaba un ritmo sostenido, pero predecible, hasta que una irrupción violenta alteró todo: un camión de gran porte, fuera de control, rompió la barrera central y se lanzó en dirección contraria, directo hacia el carril por donde ellos circulaban.

Según Manchester Evening, David no dudó al advertir la gravedad de lo que se avecinaba.
En un instante que pareció eterno, su reacción fue deliberada. Giró el volante para interponer su lado del coche entre el lorry descontrolado y su esposa. Jo lo recordó con una frase seca y definitiva: “David sabía exactamente lo que iba a pasar. Me dijo: ‘Ok, acá vamos’, dijo su esposa a Daily Mail.
El vehículo recibió el impacto de lleno y dio varias vueltas sobre el pavimento. “Cuando nos detuvimos, todas las bolsas de aire se habían activado, pero pensé que estábamos bien. Entonces vi a David y tenía sangre corriéndole por la cabeza”, relató Jo al medio británico.
Ella logró salir del auto con un par de costillas fracturadas, mientras que él permanecía atrapado, herido de muerte.
Los equipos de emergencia llegaron al lugar. De acuerdo con el comunicado oficial de la policía de Greater Manchester, el camión implicado era un HGV con cabina blanca y tráiler azul.
Según Mirror, el conductor, al perder el control, colisionó primero contra dos autos antes de impactar a otros dos vehículos, entre ellos el de los Lalgee. La investigación sigue en curso y hasta el momento no se ha informado de arrestos.

La escena, ya de por sí devastadora, se cargó de una dimensión aún más profunda al conocerse los antecedentes de David. Exoficial de tránsito en Humberside en su juventud, más tarde se formó como enfermero, y dedicó su vida a atender a personas mayores y con discapacidades.

También cuidaba a su madre anciana, todo mientras dirigía una iglesia evangélica en Blackpool, fundada por él mismo en 1999: la Church Alive. Se había casado con Jo en 2019, después de conocerse siete años antes, y era abuelo de nueve nietos.
“David murió como vivió: poniendo a los demás antes que a sí mismo”, dijo su esposa a Daily Mail

“Nuestros corazones quedaron hechos trizas el jueves 20 de marzo. David era un esposo, padre, abuelo, hermano y pastor fuerte, amoroso y devoto, y fue profundamente amado por muchos”, escribió en la página de la colecta.
Jo, que también forma parte de la comunidad de la iglesia, aseguró que planea continuar el trabajo de su esposo.
“David cambió mi vida. Me dio la confianza para ser quien soy. Mucha gente me escribió para contarme cómo él había cambiado también sus vidas. Ahora me toca a mí cuidar de otros”, afirmó al Daily Mail.
En medio de una escena caótica que pudo haber dejado una cadena de víctimas fatales, los testimonios coinciden en señalar que fue la maniobra de David la que evitó un resultado aún peor. “Debido a su heroísmo, nadie más perdió la vida esa noche”, escribió su familia en el mensaje público que realizaron y acompañaron la recaudación de fondos.
La policía confirmó que, además de David, nadie más murió; una mujer de unos veinte años sufrió heridas graves, sin riesgo de vida, y otras personas presentaron lesiones menores