
El Tribunal Constitucional de Corea del Sur desestimó este lunes la destitución del primer ministro surcoreano Han Duck-soo, quien había sido suspendido como presidente interino a finales del año pasado. Con esta decisión, Han queda restituido en el cargo de forma inmediata, a la espera de que el mismo tribunal emita una resolución definitiva sobre el impeachment en curso contra el mandatario depuesto Yoon Suk-yeol.
El decisión de este lunes contó con el apoyo de siete de los ocho magistrados del tribunal: cinco votaron por anular la destitución, dos la rechazaron por motivos procesales y uno votó a favor de mantenerla.
Para que el juicio político prosperara, se requería el respaldo de al menos seis jueces. La corte consideró que las acusaciones contra Han no constituían violaciones legales, o bien no alcanzaban la gravedad necesaria para justificar su destitución. También se determinó que la moción parlamentaria que aprobó su destitución podría no haber cumplido con el quórum reglamentario.

El fallo se produce tres meses después de que la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, aprobara el juicio político contra Han, señalándolo por su supuesto papel en la declaración de ley marcial del 3 de diciembre, así como por desacuerdos institucionales con el poder legislativo.
Han había asumido el cargo de presidente interino tras la destitución temporal de Yoon, pero fue apartado de sus funciones el 27 de diciembre, cuando el Parlamento votó a favor de su destitución. La moción se produjo después de que Han se negara a nombrar a tres nuevos jueces para el Tribunal Constitucional, lo que generó un conflicto directo con el Legislativo.
Tras su suspensión, el ministro de Finanzas, Choi Sang-mok, asumió la presidencia interina de forma temporal, mientras el tribunal deliberaba sobre las destituciones tanto de Han como de Yoon. Choi ha ejercido como jefe del Ejecutivo desde entonces y fue responsable de nombrar a dos nuevos magistrados para el tribunal, dejando aún una vacante sin cubrir.

Según han declarado tanto Han como Choi, su decisión de no completar el pleno del tribunal respondió a la falta de consenso entre oficialismo y oposición. No obstante, sus críticos los acusan de favorecer al partido oficialista Poder del Pueblo, al intentar mantener una composición favorable para anular la destitución de Yoon.
La situación política en Corea del Sur permanece en vilo a la espera de que el Tribunal Constitucional anuncie su decisión sobre el caso de Yoon Suk-yeol, cuya fecha de resolución aún no ha sido comunicada.
El tribunal concluyó a finales de febrero el proceso legal del juicio político contra Yoon, centrado en su decisión de declarar la ley marcial el pasado 3 de diciembre, un acto que desató una grave crisis institucional y movilizó a miles de ciudadanos en manifestaciones a favor y en contra del presidente.
Ante la expectativa por el inminente fallo, la Policía Nacional de Corea del Sur anunció que aplicará el máximo nivel de emergencia el día de la sentencia, con la movilización del 100 % de su fuerza operativa. El objetivo será garantizar el orden público y prevenir enfrentamientos, disturbios o posibles ataques contra edificios públicos y sedes del gobierno.
El futuro político de Yoon dependerá de la decisión del tribunal: si se confirma su destitución, el país deberá organizar elecciones presidenciales; si se revoca la medida, Yoon será restituido como jefe del Estado y recuperará sus poderes constitucionales.
(Con información de EFE y The Associated Press)