
Alemania decidió este sábado cerrar su embajada en Yuba, la capital de Sudán del Sur, debido a la ola de violencia que afecta al país africano desde mediados de febrero, informó la ministra de Exteriores, Annalena Baerbock.
“Tras años de una frágil paz, Sudán del Sur vuelve a estar al borde de la guerra civil”, señaló la jefa de la diplomacia alemana en un mensaje en la red social X.
El presidente sursudanés, Salva Kiir, y el vicepresidente y líder de la oposición, Riek Machar, “están sumiendo al país en una espiral de violencia”, recalcó.
Ambos, enfatizó Baerbock, tienen la responsabilidad de poner fin a la violencia “sin sentido” y aplicar por fin el acuerdo de paz.
La titular de Exteriores de Alemania recordó que desde hace varios años existe ya una advertencia de viaje a Sudán del Sur y, tras evaluar la nueva situación de inseguridad, el equipo de gestión de crisis del Gobierno germano “decidió cerrar la embajada en Yuba por el momento”.

La nueva ola de violencia estalló cuando el Ejército Blanco atacó una guarnición de las fuerzas gubernamentales en Nasir, en el estado septentrional de Alto Nilo, y secuestró a decenas de soldados, algo que desencadenó una serie de detenciones en Yuba contra altos cargos estrechamente relacionados con Machar.
Las tensiones se intensificaron después de que un helicóptero de la ONU fuera atacado mientras trataba de evacuar a los militares, una operación fallida en la que murieron una treintena de uniformados y un miembro de la tripulación de Naciones Unidas.
La oposición liderada por Machar ha negado su vinculación con el Ejército Blanco, e incluso la propia milicia tilda de “traidor” al ahora vicepresidente, que ocupa el cargo desde 2018 tras la firma de un acuerdo de paz con el Gobierno que puso fin a la guerra de un lustro que se saldó con unos 400.000 muertos.
La violencia en el norte de Sudán del Sur ha provocado desde mediados de febrero el desplazamiento de unas 84.000 personas, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), y ha despertado los temores de que el país vuelva a un estado de guerra después de la vivida entre 2013 y 2018.

Bombardeos gubernamentales
Por otra parte, este sábado se reveló que al menos una persona murió y 12 resultaron heridas en un nuevo bombardeo de aviones militares de Sudán del Sur contra una localidad del norte del país africano en un momento de gran tensión y violencia entre el Gobierno de Yuba y la oposición.
Según informaron este sábado a EFE fuentes sursudanesas, el nuevo ataque fue efectuado en la noche del viernes contra la aldea Kuich Payam, de la localidad de Ulang, en el estado del Alto Nilo, y es el segundo de este tipo en la zona esta semana.
Ulang es una localidad vecina de la ciudad de Nasir, donde en las últimas semanas se desató una ola de violencia y choques entre el grupo armado llamado ‘Ejército Blanco’ -originalmente vinculada a la oposición- y las fuerzas gubernamentales.

“Kuich Payam fue atacada con barriles explosivos en múltiples ocasiones”, dijo a EFE uno de los dirigentes de la localidad de Ulang, Khor Dak Gony, y advirtió de que “la situación de seguridad en la zona se está deteriorando”.
Gony instó al presidente sursudanés, Salva Kiir, a detener los bombardeos, alertó que “las armas utilizadas en el bombardeo son demasiado peligrosas y han afectado a la población civil. La gente debe sentarse, dialogar y encontrar una solución en lugar de bombardear a la población civil”.
Kiir ordenó este mismo jueves al nuevo gobernador del estado septentrional de Alto Nilo, James Koang Chuol, que ponga “fin a las hostilidades y restablezca la paz en la zona”, pero los ataques no han cesado.
Esos bombardeos aéreos comenzaron en la zona norte del Alto Nilo días después de que ‘Ejército Blanco’ tomara una base militar en la localidad del Nasir el 4 de marzo, desalojando a las fuerzas gubernamentales.
(Con información de EFE)