Cómo Tailandia se transformó en pionera global en el consumo de insectos

En un contexto de creciente necesidad de sostenibilidad alimentaria, el país se destaca por transformar prácticas tradicionales en una industria floreciente de insectos comestibles

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Tailandia se posiciona como líder
Tailandia se posiciona como líder mundial en la producción de insectos comestibles

El negocio de los insectos comestibles se convirtió en un auge en Tailandia, posicionando al país como líder global en la cría y comercialización de insectos. Según informó National Geographic, el país asiático transformó en una práctica tradicional en una industria floreciente, con más de 20.000 granjas dedicadas a la cría de grillos y otros insectos. Esta evolución no solo responde a la necesidad de fuentes de proteína más sostenibles, sino que también abrió nuevas oportunidades en el mercado internacional de alimentos.

La tradición se convierte en negocio

La historia de Suwimon Chantajohn, una empresaria tailandesa, ilustra cómo la tradición de recolectar insectos en las zonas rurales se convirtió en un negocio lucrativo. Criada en la región de Isan, Chantajohn aprendió de su abuelo a identificar los insectos comestibles.

La joven fue inspirada por sus experiencias y tras un viaje revelador a Tanzania, fundó Siam Bugs, una granja de grillos que ahora produce siete toneladas al año. De acuerdo con National Geographic, su granja es parte de una cooperativa que abastece tanto al mercado local como a la industria de alimentos para mascotas.

Insectos en la alta cocina

El medio National Geographic detalló que, aunque el consumo de insectos es común en las regiones rurales del norte y noreste de Tailandia, su aceptación en las ciudades fue más lenta debido al factor “asqueroso”.

Sin embargo, algunos restaurantes comenzaron a incorporar insectos en sus menús de alta cocina. En Akkee, un restaurante con estrella Michelin en Bangkok, los insectos convirtieron en protagonistas de platos innovadores. El chef Sittikorn “Ou” Chantop integró su experiencia personal con insectos en su propuesta culinaria, transformando estos ingredientes en delicadezas gourmet.

Restaurantes en Bangkok incorporan insectos
Restaurantes en Bangkok incorporan insectos en sus menús de alta cocina

El impacto ambiental y el mercado internacional

La cría de insectos ofrece beneficios ambientales significativos. Según publicó National Geographic, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) promovió esta práctica como una solución sostenible, ya que requiere menos recursos que la ganadería tradicional y genera menos emisiones de gases de efecto invernadero. Tailandia ha colaborado con la FAO para desarrollar directrices sobre la cría de grillos, consolidando su posición como exportador líder en Asia.

A pesar de estos avances, el mercado de exportación cuenta con desafíos. Actualmente, Tailandia no puede exportar productos de insectos comestibles a Europa debido al escepticismo cultural y la falta de apoyo gubernamental. Sin embargo, el mercado de alimentos para mascotas mostró un crecimiento prometedor, con una alta demanda de larvas de mosca soldado negra como alternativa proteica.

Innovación y futuro de la industria

El medio National Geographic reportó que empresas como Aspire Food Group en América del Norte están invirtiendo en la producción de insectos comestibles, aunque enfrentan desafíos logísticos y de aceptación.

En Tailandia, Chantajohn lanzó Ju Lin C, un suplemento prebiótico a base de polvo de grillo, que fue aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Tailandia. Este producto destaca los beneficios para la salud intestinal, subrayando el potencial de los insectos como superalimentos.

En conclusión, Tailandia no solo capitalizó su tradición de consumo de insectos, sino que posicionó al país como un referente en la producción sostenible de alimentos. Según informó National Geographic, el camino hacia la aceptación global de los insectos comestibles todavía es largo, pero el ejemplo tailandés podría ser clave para transformar la percepción y el consumo de estos recursos en el futuro.