
Rusia y Noruega se vieron envueltos esta semana en un nuevo cruce luego de que el Kremlin convocara al embajador de Oslo en Moscú para protestar por la supuesta militarización de las islas Svalbard.
En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso informó que, este viernes, “durante una reunión de trabajo con el embajador noruego, Robert Kvile, la parte rusa expresó su preocupación por la creciente militarización del archipiélago de Svalbard por parte de Noruega”.
Según Moscú, dicha acción va “en contra del régimen jurídico internacional establecido por el Tratado de Spitsbergen de 1920, que prevé el desarrollo exclusivamente pacífico del archipiélago y prohíbe el uso de su territorio con fines bélicos”.

Svalbard, sin embargo, “se ve cada vez más arrastrado a la órbita de la planificación político-militar de Noruega, con la participación de Estados Unidos y la OTAN” y la existencia de “instalaciones de doble uso”, que facilitan el desarrollo de operaciones de combate y demás ejercicios militares, insistió el Kremlin.
Ante esto, Rusia instó a Noruega a abstenerse de realizar “cualquier actividad que socave las bases jurídicas internacionales del régimen del archipiélago” y que, por consiguiente, pueda contribuir a una escalada de las tensiones en la región.
La Cancillería noruega negó estas acusaciones y, por el contrario, aseguró que todas sus acciones en la isla se desarrollan en pleno cumplimiento del acuerdo alcanzado en 1920.

“Svalbard forma parte de Noruega y de la OTAN. Las autoridades noruegas, obviamente, actúan de conformidad con el Tratado de Svalbard”, indicó Mathias Rongved, un vocero del Ministerio, en diálogo con la agencia de noticias NTB.
Svalbard es un archipiélago situado a medio camino entre la Noruega continental y el Polo Norte, una zona del Ártico que se ha vuelto cada vez más interesante para las naciones por su relevancia geopolítica y económica.
La isla está bajo soberanía de Oslo aunque se puede viajar a ella sin necesidad de tramitar un visado y, de hecho, gracias al acuerdo internacional, todos los países signatarios tienen igualdad de derechos a la hora de explotar sus recursos naturales.

No obstante, el documento establece explícitamente que la zona no puede ser utilizada con fines militares ni puede albergar bases de ningún ejército para garantizar su naturaleza pacífica, algo que -ahora- Rusia denuncia que no se cumple.
Noruega ordenó una nueva ronda de sanciones contra Rusia
En medio de esta protesta diplomática, el Gobierno noruego ordenó este viernes emitir una nueva ronda de sanciones contra Rusia por la represión que lleva adelante contra su pueblo, las “graves violaciones” a los derechos humanos, la supresión de la oposición democrática en el territorio y la guerra que libra en Ucrania.
El ministro de Exteriores, Espen Barth Eide, informó que se trata de dos paquetes que contemplan la congelación de los activos de unas 35 personas y cuatro empresas rusas, la restricción a la exportación de equipos empleados en la persecución, la vigilancia y la interceptación de telecomunicaciones en el país, y algunos ajustes a la versión anunciada por la Unión Europea, que Oslo consideró pertinentes.

“Noruega condena los ataques de Rusia a la democracia y los derechos humanos, tanto dentro como fuera de sus fronteras, y apoya las medidas de la Unión Europea para contrarrestarlos”, indicó Barth Eide en un comunicado en una nueva señal de apoyo a las acciones del bloque, pese a no pertenecer a él.
(Con información de EFE y Reuters)