
Los ministros de Relaciones Exteriores de las naciones del G7 superaron sus diferencias este viernes para respaldar la integridad territorial de Ucrania y advirtieron a Rusia de que siga los pasos de Kiev y acepte un alto el fuego si no quiere enfrentarse a posibles sanciones adicionales.
El comunicado conjunto llega tras semanas de tensión entre los aliados de Estados Unidos y el presidente Donald Trump por su ruptura con la política occidental en materia de comercio, seguridad y Ucrania.
Los responsables del G7 temían no poder ponerse de acuerdo sobre un documento global que tocara cuestiones geopolíticas de todo el mundo, divisiones que, según ellos, podrían haber jugado a favor tanto de Rusia como de China.
“En lo que respecta a los distintos asuntos, Ucrania y Oriente Medio, (...) el objetivo era mantener una fuerte unidad en el G7”, dijo a la prensa la ministra canadiense de Relaciones Exteriores, Melanie Joly.
Los ministros del Grupo de los Siete -Canadá, el Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Japón y Estados Unidos, junto con la Unión Europea- se citaron el jueves y el viernes en la remota localidad turística de La Malbaie, enclavada en las colinas de Quebec, para celebrar reuniones que en el pasado habían sido ampliamente consensuadas.
Sin embargo, en vísperas de la primera reunión del G7 presidida por Canadá, la elaboración de una declaración final consensuada ha resultado difícil debido a las disputas sobre el lenguaje relativo a Ucrania, Oriente Medio y el deseo de Washington de endurecer su postura respecto a China.
El comunicado “reafirmó su inquebrantable apoyo a Ucrania en la defensa de su integridad territorial y su derecho a existir, así como su libertad, soberanía e independencia”.
“Los miembros del G7 instaron a Rusia a corresponder aceptando un alto el fuego en igualdad de condiciones y aplicándolo plenamente”, señaló. “Subrayaron que cualquier alto el fuego debe ser respetado y también la necesidad de acuerdos de seguridad sólidos y creíbles para garantizar que Ucrania pueda disuadir y defenderse de cualquier nuevo acto de agresión”.

Unidad pero también división sobre el comercio
Por otra parte, a pesar del acuerdo sobre puntos clave, las políticas comerciales del presidente Donald Trump fueron un importante punto de discusión en la cumbre. Todos los miembros del G7 se ven afectados por los aranceles, pero quizás ninguno más que Canadá, el único que limita con Estados Unidos y el único con el que Trump se ha enemistado personalmente con repetidos comentarios despectivos sobre que se convierta en el Estado número 51.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, en su primer viaje oficial a Canadá y su primera participación en un evento del G7, escuchó una serie de quejas mientras se reunía con sus homólogos. Muchos de ellos, notablemente los japoneses, apelaron a Rubio para que utilizara la influencia que pudiera tener con Trump para proteger a su país de un trato comercial severo. Pero Trump ha dicho que no cederá.
“Vamos a ejercer la máxima presión sobre los estadounidenses y, mientras tanto, trabajaremos en buscar alternativas”, dijo la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, a los periodistas el viernes. “Los aranceles de Trump van a perjudicar a los estadounidenses. Ese es nuestro mensaje, esa es nuestra postura”.
Joly dijo también que su conversación con Rubio había sido “franca”, un código diplomático para “directa”. “Quería poder tener una conversación franca”, dijo Joly. “Por supuesto, la soberanía de Canadá no está en debate y tuvimos una larga conversación sobre aranceles y comercio”.
La ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, dijo que las naciones del G7 deberían evitar el pánico y publicó un mensaje de apoyo a Canadá en X, con una foto de ella y la jefa de política exterior de la Unión Europea, Kaja Kallas. “Te apoyamos, @melaniejoly”, escribió. “#Canadá #Solidaridad”.
Las sesiones del viernes se acortaron debido a la necesidad de Joly de partir antes de lo planeado para asistir a la ceremonia de juramentación y la primera reunión del gabinete del próximo primer ministro canadiense, Mark Carney.

“Restauración de la democracia” en Venezuela
Además, los países del G7 reclamaron este viernes la “restauración de la democracia en Venezuela” y respetar las “aspiraciones” de quienes “votaron cambio” en las elecciones presidenciales del pasado mes de julio, en las que la oposición interna denunció fraude.
Al término de la cumbre, los ministros de Exteriores pidieron al “régimen” de Nicolás Maduro que “cese la represión y las detenciones arbitrarias e injustas”, así como que ordene la “liberación incondicional e inmediata de todos los presos políticos”.
La nota incluye, además, una condena ante la “inaceptable” incursión de un buque venezolano en aguas cercanas a Guyana, que representan además una violación de los “derechos soberanos” de este último país. En este sentido, subrayaron su apoyo a la “integridad territorial” en plena disputa bilateral por el control de la región del Esequibo.
La dirigente opositora venezolana María Corina Machado agradeció a los ministros del G7 la “nítida” posición ante la “crueldad” del régimen de Maduro con los “más de mil presos políticos en Venezuela” y en defensa del “ejercicio soberano” que supusieron los comicios de julio.
(Con información de AP, EP y Reuters)