
Las autoridades ucranianas han recibido con escepticismo la aprobación del presidente ruso, Vladimir Putin, al alto el fuego de 30 días propuesto por el Gobierno de Estados Unidos y ha criticado que haya planteado “matices”.
“Es el comportamiento típico de Rusia en política internacional: ‘Estamos dispuestos al alto el fuego, pero hay matices’”, ha dicho Andri Kovalenko, responsable del gabinete de Información del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania, haciendo referencia de manera irónica a las palabras de Putin.
Kovalenko ha advertido de que la estrategia informativa de Rusia en caso de que se acuerde esta tregua temporal “irá orientada a acusar a Ucrania de sus propias infracciones y plantear exigencias extrañas” como ya hiciera durante los acuerdos de Minsk, con los que se pretendía poner fin a la guerra de Donbás.
“Esta es y será su táctica: mentir y culpar”, ha dicho Kovalenko en redes sociales, en la que es la primera reacción oficial de Ucrania a las recientes palabras del presidente Putin este jueves dando su visto bueno al alto el fuego.
No obstante, el mandatario ruso ha señalado que “hay cuestiones que discutir” al respecto, como la presencia de tropas ucranianas en la provincia rusa de Kursk. “¿Deberíamos dejarlos ir después de que hayan cometido crímenes contra la población civil, o los líderes ucranianos les ordenarán que se rindan?”, se ha preguntado.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, condenó el jueves la respuesta ambivalente del presidente ruso, calificándola de “muy manipuladora”.
“Todos hemos escuchado desde Rusia las predecibles y manipuladoras palabras de Putin en respuesta a la idea de un alto el fuego”, dijo Zelensky en su discurso nocturno.
Putin ha planteado dudas acerca de la posibilidad de que las tropas ucranianas aprovechen esta tregua temporal para reforzarse y contraatacar las posiciones del este del país, ahora bajo control ruso.
“La idea en sí es correcta, y ciertamente la apoyamos”, afirmó Putin en una conferencia de prensa en Moscú. “Pero hay cuestiones que necesitamos discutir, y creo que debemos hablar de esto con nuestros colegas y socios estadounidenses”.

Putin señaló que uno de los puntos esenciales para su gobierno es la creación de un mecanismo de control que garantice que no se produzcan violaciones del alto el fuego. Expresó su preocupación de que Ucrania pueda aprovechar la tregua para movilizar más tropas y recibir armamento de sus aliados occidentales.
“Estamos de acuerdo con las propuestas para detener los combates, pero partimos de la suposición de que el alto al fuego debe conducir a una paz duradera y eliminar las causas raíz de la crisis”, sostuvo el mandatario ruso.
El Kremlin ha reiterado en múltiples ocasiones que Rusia no permitirá la presencia de observadores de la OTAN en un posible mecanismo de supervisión del alto el fuego, alegando que esto podría derivar en actos de espionaje y favorecer a Kiev.
En su intervención, Putin agradeció al presidente estadounidense, Donald Trump, por su implicación en la resolución del conflicto en Ucrania. También reconoció el papel de los líderes de China, India, Brasil y Sudáfrica en los esfuerzos diplomáticos para detener los combates y evitar más bajas.
El interés de Moscú en una tregua no ha evitado que altos funcionarios rusos expresen escepticismo sobre sus beneficios para Rusia. Un alto funcionario del Kremlin advirtió que un cese de hostilidades daría tiempo a Kiev para reabastecer sus fuerzas, recibir más armamento de Occidente y fortalecer su posición en el frente.
(Con información de EP y AP)