
El Gobierno interino de Siria puso fin este domingo a la operación militar en las provincias costeras del país, tras varios días de enfrentamientos y ataques en el que fueron masacrados más de 973 civiles, según reportó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El Ministerio de Defensa sirio confirmó en un comunicado la finalización de la ofensiva en las provincias de Latakia y Tartus, donde las fuerzas de seguridad lanzaron una operación para neutralizar a “células de seguridad y remanentes del régimen” del expresidente Bashar al Assad.
"Nuestras fuerzas lograron neutralizar las células de seguridad y los remanentes del régimen en varias localidades de Latakia y Tartus“, declaró el portavoz del ministerio, Hassan Abdul Ghani, en declaraciones recogidas por medios estatales. “Tras lograr este objetivo, anunciamos el fin de la operación militar”.
Según el OSDH, con sede en el Reino Unido, pero con una amplia red de informantes en Siria, al menos 973 civiles murieron durante la ofensiva en la costa. La organización denunció que la mayoría de ellos fueron ejecutados sumariamente o asesinados a sangre fría.
En su último informe, la ONG detalló que la cifra total de muertos asciende a 1.311, incluyendo 231 miembros de las fuerzas de seguridad y 250 militantes leales al antiguo régimen de Al Assad.
El OSDH acusó a las fuerzas gubernamentales de cometer crímenes de guerra y señaló que los operativos militares se llevaron a cabo en un contexto de represalias masivas contra la minoría alauita, a la que pertenecía el ex dictador y que gozaba de privilegios durante su gobierno.
"Las fuerzas de seguridad y sus aliados han llevado a cabo masacres, ejecuciones extrajudiciales, incendios de viviendas y desplazamientos forzosos, sin que existan medidas legales disuasorias ni una intervención internacional para detener estas atrocidades", denunció la organización.
Arrestos por ataques a civiles
Tras el fin de la operación militar, las Fuerzas de Seguridad informaron sobre el arresto de varios sospechosos de haber participado en ataques contra la población civil en la costa.

Según el diario estatal Al Watan, entre los detenidos hay personas implicadas en la ejecución de un anciano, cuyo asesinato fue grabado en video mientras los responsables recorrían el lugar en motocicleta.
“Todos los detenidos han sido puestos a disposición de la justicia”, informó el medio, que indicó que estos arrestos fueron ordenados directamente por el presidente interino Ahmed al Sharaa como parte de su política de perseguir a los responsables de crímenes contra civiles.
En un discurso televisado, Al Sharaa afirmó que Siria enfrenta un “nuevo peligro”, señalando que remanentes del antiguo régimen y actores externos intentan provocar una guerra civil y desestabilizar el país.
“Debemos mantenernos unidos ante aquellos que buscan incitar la violencia sectaria y el caos interno”, declaró el mandatario, quien prometió “tolerancia cero” para los responsables de crímenes de guerra.

Para esclarecer los hechos, el gobierno anunció la creación de un comité independiente encargado de investigar las violaciones contra civiles y determinar responsabilidades. Este comité tendrá treinta días para presentar su informe ante la Presidencia y recomendar acciones judiciales contra los responsables.
Además, Al Sharaa anunció la formación de un “comité superior para preservar la paz civil”, cuya misión será mantener un contacto directo con las comunidades afectadas en la costa y garantizar su seguridad en medio de la crisis.
Seguimiento internacional
El Consejo de Seguridad de la ONU ha convocado una reunión de emergencia para este lunes, a petición de varios Estados miembros, con el objetivo de abordar la crisis en Siria y la reciente ola de violencia en la costa.
La sesión, que se celebrará en Nueva York a puerta cerrada, contará con la probable participación del enviado especial de la ONU para Siria, el diplomático noruego Geir Pedersen.
Hasta el momento, la comunidad internacional no ha emitido una declaración oficial sobre la operación militar en Latakia y Tartus, aunque varios países han manifestado su preocupación por la situación y organizaciones de derechos humanos han pedido una investigación independiente sobre las matanzas denunciadas en los últimos días.

Aunque el Gobierno interino de Siria ha dado por concluida la ofensiva en la costa, persisten dudas sobre la situación de seguridad en la región y las posibles repercusiones de las acciones militares en el país.
Grupos opositores y activistas han advertido que las recientes operaciones podrían alimentar nuevas tensiones sectarias y agravar el conflicto interno en Siria.
Mientras tanto, miles de personas han sido desplazadas forzosamente de sus hogares, en un contexto de creciente preocupación por la estabilidad política y social del país.
(Con información de EFE)