
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, afirmó que los compromisos para incrementar significativamente el gasto en defensa, anunciados tanto por la Comisión Europea como por los partidos que probablemente integrarán la próxima coalición de gobierno en Alemania, representarán un “impulso” para la economía de la zona europea.
“En ambos casos, eso apoyaría el crecimiento europeo en general y sería un impulso para la economía europea”, declaró Lagarde tras la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, en la que se decidió reducir los tipos de interés en 25 puntos básicos, marcando la quinta rebaja consecutiva y la sexta en las últimas siete reuniones.
El plan de rearme de 800.000 millones de euros presentado por la Comisión Europea y la propuesta alemana para modificar el ‘freno de la deuda’ y crear un fondo de 500.000 millones de euros aún están en fase de desarrollo. Según Lagarde, será clave entender “cómo va a funcionar, cuál será el calendario, cuál será la financiación” antes de evaluar su impacto en el crecimiento y la inflación.
Si bien el BCE no tiene competencia en decisiones de gasto público, la institución supervisa de cerca estos desarrollos y las decisiones que surjan en la reunión de líderes europeos en Bruselas, así como los movimientos políticos en Alemania, para analizar sus repercusiones económicas.

Crecimiento de la eurozona y riesgos económicos
Lagarde destacó que el PIB de la eurozona tuvo un crecimiento modesto en el cuarto trimestre de 2024 y que, en los dos primeros meses de 2025, la actividad económica mantuvo tendencias similares a las del año pasado.
Mientras que el sector manufacturero continúa siendo un lastre, la recuperación gradual del consumo se sostiene por la resiliencia del sector servicios y la fortaleza del mercado laboral. Sin embargo, la confianza de los consumidores sigue siendo frágil y las tasas de ahorro elevadas.
El BCE considera que la creciente demanda mundial podría sostener la inversión y las exportaciones, siempre que las tensiones comerciales no aumenten. No obstante, reconoce que la incertidumbre ha crecido y que su impacto en estos sectores podría ser mayor de lo estimado previamente.

Lagarde destacó que la guerra en Ucrania y el conflicto en Oriente Medio continúan generando incertidumbre. Sin embargo, señaló que una mayor flexibilidad en las condiciones de financiación y la reducción de la inflación podrían impulsar la recuperación económica.
Además, indicó que el crecimiento podría acelerarse si el consumo interno y la inversión reaccionan más rápido ante estas condiciones, mientras que un aumento del gasto en defensa e infraestructura “también podría contribuir al crecimiento”.
La presidenta del BCE subrayó la necesidad de que los gobiernos apliquen políticas fiscales y estructurales que refuercen la productividad, competitividad y resiliencia de la economía europea. Además, instó a garantizar finanzas públicas sostenibles en línea con el marco de gobernanza de la Unión Europea, “dando prioridad a las reformas estructurales que fomenten el crecimiento y la inversión estratégica”.
(Con información de Europa Press)