
Las Islas Feroe, un archipiélago autónomo dentro del Reino de Dinamarca, se caracterizan por un clima implacable. Fuertes vientos, lluvias constantes y una niebla espesa dificultan la movilidad, haciendo que los viajes en auto o ferry sean una empresa desafiante. Ante este panorama, los lugareños desarrollaron una red de túneles para mejorar la conectividad entre sus 18 atolones.
Actualmente, cuentan con 17 túneles en tierra y cuatro submarinos, entre ellos el único en el mundo con una rotonda bajo el agua. Estas estructuras no solo han transformado la infraestructura del país, sino que también incorporaron expresiones artísticas únicas, convirtiéndose en atracciones turísticas por derecho propio.
El túnel Eysturoy: arte y arquitectura en las profundidades
Esta notable obra de ingeniería, inaugurada en 2020, tiene 11 kilómetros de longitud y une la isla de Streymoy –donde se ubica Tórshavn, la capital feroesa– con Eysturoy, la segunda isla más grande del archipiélago. La creación de este túnel permitió acortar drásticamente los tiempos de viaje. Lo que antes llevaba una hora, ahora se puede completar en apenas 15 minutos.
Su construcción implicó el uso de perforación y voladura, un método que consiste en perforar la roca basáltica y luego utilizar explosivos para abrir paso a la estructura. Su punto más profundo se encuentra a 187 metros por debajo del nivel del mar.
A pesar de lo imponente de esta obra, su diseño ha sido concebido con altos estándares de seguridad. “Los túneles están diseñados por los mejores ingenieros y geólogos del mundo, por lo que la seguridad con respecto al Atlántico no es un problema”, explica Teitur Samuelsen, director general de la empresa operadora Eystur-og Sandoyartunlar.
La rotonda submarina: arte en el corazón del túnel
Más allá de su impacto en la conectividad, el túnel Eysturoy se convirtió en un ícono cultural gracias a su impresionante rotonda submarina, una estructura comparada con la aurora boreal por su juego de luces cambiantes. Apodada “la medusa”, está decorada con una instalación artística del reconocido creador local Tróndur Patursson.
El diseño de la rotonda conserva una columna de basalto natural en su centro, sobre la cual se despliega una escultura de acero que representa siluetas humanas de tamaño real tomadas de la mano en un círculo. Estas figuras evocan la danza en cadena tradicional de las Islas Feroe, una manifestación cultural que se observa especialmente en la Ólavsøka, la fiesta nacional que se celebra cada 29 de julio.
El túnel Eysturoy no solo se vdestaca por su aspecto visual, sino también por su dimensión sonora. La experiencia de atravesarlo puede ser complementada con un paisaje auditivo etéreo creado por el músico feroés Jens L. Thomsen. A través de la frecuencia FM97, los conductores pueden escuchar una composición basada en sonidos grabados durante la construcción del túnel, lo que genera una sensación de inmersión única.

Una fusión de folclore y tecnología
En diciembre del 2023, con el afán de integrar arte a la infraestructura, se inauguró el túnel Sandoy. Este conecta la homónima isla con Streymoy. Posee una longitud de 10,5 kilómetros y una profundidad de hasta 155 metros bajo el océano, representando el más reciente avance en la red de túneles submarinos de las Islas Feroe.
El túnel se distingue por su homenaje a la tradición feroesa. Por sus paredes se pueden apreciar imágenes brillantes creadas por el artista Edward Fuglø, quien reinterpretó figuras del folclore local con un estilo contemporáneo. Entre las representaciones se encuentran personajes como un obispo con un hacha de guerra, una bruja y una mujer foca, figuras que forman parte de las leyendas populares del archipiélago. También se incluyen pájaros en honor a Díðrikur á Skarvanesi, el primer artista visual conocido de la isla, célebre por sus ilustraciones de aves en el siglo XIX.
Al igual que el túnel Eysturoy, el Sandoy cuenta con un paisaje sonoro propio. La música, disponible en la frecuencia FM100, fue compuesta por Sunleif Rasmussen, un reconocido compositor feroés que combinó sonidos capturados durante la construcción con interpretaciones vocales del grupo pop Snowflakes.

Impacto en la conectividad y la economía local
Más allá de su valor artístico, los túneles submarinos han transformado la vida cotidiana en las Islas. La reducción de los tiempos de traslado facilitó la movilidad de los residentes e impulsó el turismo. “Gracias a la infraestructura de túneles bien desarrollada, es fácil para nuestros huéspedes moverse por el país”, señaló Súsanna Sørensen, directora de marketing de Visit Faroe Islands.
Uno de los cambios más notables se ha visto en la isla de Sandoy. Antes de la apertura del túnel, la única manera de llegar allí era mediante ferry, un servicio que a menudo se veía afectado por las inclemencias del clima. Ahora, con un acceso terrestre estable, experimentaron un crecimiento demográfico y económico. Un ejemplo de este crecimiento es la construcción de nuevos apartamentos en un pueblo de apenas 145 habitantes, algo que antes era impensado.
Asimismo, el desarrollo de la infraestructura incentivó la actividad comercial. En diálogo con CNN Travel, el empresario, Dávur Jacobsen, destacó: “Debido al túnel, mi esposa, Barbara, y yo volvimos a Sandoy y abrimos el Café Retro”. El sector cultural también se vio beneficiado con un aumento significativo en las visitas al Museo de Arte Sandur desde la inauguración del paso.
La combinación de innovación, arte y conectividad en los túneles submarinos cambió la manera en que los residentes y visitantes se desplazan por las Islas Feroe. No solo han mejorado la infraestructura del país, sino que convirtieron el viaje en una experiencia cultural y sensorial.