El plan del gigante taiwanés de fabricación de chips TSMC de invertir 100.000 millones de dólares en Estados Unidos es un “momento histórico” para las relaciones entre Taiwán y Estados Unidos, dijo el jueves el presidente de la isla, Lai Ching-te.
TSMC, el mayor fabricante de chips del mundo, anunció el plan esta semana después de que el presidente estadounidense Donald Trump amenazara con imponer aranceles a los chips fabricados en el extranjero.
Esto elevará la cantidad total que TSMC ha prometido invertir en Estados Unidos a 165.000 millones de dólares, lo que, según la compañía, es la “mayor inversión extranjera directa individual en la historia de Estados Unidos”.
Este fue un “momento histórico para las relaciones entre Taiwán y Estados Unidos”, dijo Lai en una conferencia de prensa conjunta con el presidente y director ejecutivo de TSMC, C.C. Wei, en la Oficina Presidencial.
Esto se produce después de las acusaciones de Trump de que Taiwán robó la industria estadounidense de chips y sus amenazas de imponer aranceles de hasta el 100 por ciento, así como las promesas de Taipei de invertir más en Estados Unidos.
TSMC se ha enfrentado durante mucho tiempo a las demandas de trasladar una mayor parte de su producción fuera de Taiwán, con temores de que los suministros de la tecnología crítica pudieran verse interrumpidos en cualquier conflicto con Beijing.
Recientemente, Trump aumentó la presión sobre TSMC y otros fabricantes de chips al considerar públicamente la introducción de aranceles del 25 por ciento, o más, en todos los chips fabricados fuera de los Estados Unidos.
El jueves, Lai dijo que el gobierno no fue presionado por Washington “durante el proceso de inversión de TSMC en Estados Unidos”.
Wei dijo que la expansión de TSMC fue impulsada por la creciente demanda de los clientes estadounidenses y que no afectaría las inversiones de la compañía en Taiwán.
TSMC planea construir 11 nuevas líneas de producción en Taiwán este año para satisfacer la demanda, dijo Wei, y agregó que “nuestra capacidad de producción no es suficiente”.
“Cada vez que TSMC realiza un movimiento estratégico, TSMC se vuelve más fuerte y más competitiva”, dijo Lai.
“Al mismo tiempo, también brinda a las empresas taiwanesas oportunidades de cooperación internacional y contribuye a una mayor fortaleza de Taiwán”.
Taiwán es una potencia mundial en la fabricación de semiconductores, ya que allí se fabrican más de la mitad de los chips del mundo y casi todos los de gama alta.
La concentración de la fabricación de chips en Taiwán se ha considerado durante mucho tiempo como un “escudo de silicio” que lo protege de una invasión o un bloqueo por parte de China, y un incentivo para que Estados Unidos lo defienda.
China ha aumentado la presión militar sobre Taiwán en los últimos años para hacer valer su reivindicación de soberanía sobre la isla autónoma, donde TSMC tiene su sede y la mayor parte de sus plantas de fabricación.
(Con información de AFP)
