Cómo son las bombas MK-82, las municiones que el Ejército de Corea del Sur lanzó por error en un área poblada

Forman de la familia de explosivos Mark 80, diseñados en la década de 1950. Se caracterizan por su capacidad destructiva, lo que las ha convertido en uno de los armamentos más utilizados en operaciones militares aéreas a nivel mundial

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Las bombas MK-82: el armamento
Las bombas MK-82: el armamento involucrado en el accidente del caza surcoreano (Wikipedia)

El accidente del caza KF-16 de la Fuerza Aérea de Corea del Sur, que lanzó accidentalmente ocho bombas MK-82 durante un ejercicio de fuego real en Pocheon, a unos 50 kilómetros al norte de Seúl, puso en el centro de la atención el poder destructivo de este tipo de armamento.

Las bombas impactaron en una zona residencial fuera del área de entrenamiento, destruyeron varias edificaciones y dejaron siete heridos.

La MK-82 es una bomba de caída libre de 227 kg, parte de la familia de explosivos aéreos Mark 80, diseñada en la década de 1950. Se caracteriza por su versatilidad y capacidad destructiva, lo que la convirtió en una de las armas más utilizadas en operaciones aéreas en todo el mundo.

Su carga explosiva, de alrededor de 89 kg de Tritonal, una mezcla de TNT y polvo de aluminio, genera una potente explosión y un alto nivel de fragmentación, lo que la hace efectiva contra estructuras, vehículos y concentraciones de tropas.

El impacto de una MK-82 puede generar un cráter de entre 8 a 12 metros de diámetro, con un radio letal de fragmentación que puede superar los 200 metros, dependiendo de la configuración y el terreno.

Su alto poder destructivo llevó a que su uso en zonas densamente pobladas sea restringido por el riesgo de daños colaterales, razón por la cual las fuerzas occidentales prefieren emplear bombas guiadas en estos entornos.

Las bombas de la familia Mark 80 fueron desarrolladas para sustituir modelos anteriores y mejorar su aerodinámica y precisión. Su estructura incluye un casco de acero diseñado para maximizar el daño por fragmentación y una serie de estabilizadores en la parte trasera que permiten mejorar su trayectoria.

El accidente del caza KF-16
El accidente del caza KF-16 de la Fuerza Aérea de Corea del Sur, que lanzó accidentalmente ocho bombas MK-82 durante un ejercicio de fuego real en Pocheon, a unos 50 kilómetros al norte de Seúl, puso en el centro de la atención el poder destructivo de este tipo de armamento (Yonhap via AP)

Dependiendo de la misión, puede estar equipada con diferentes tipos de espoletas, incluyendo las de impacto, proximidad y retardo, lo que permite ajustar el momento de la detonación para maximizar su efectividad.

Aunque en su configuración básica la MK-82 es una bomba de caída libre sin sistema de guiado, en las últimas décadas fue adaptada para convertirse en una bomba de precisión mediante la incorporación de kits tecnológicos.

Entre estos, el JDAM (Joint Direct Attack Munition), desarrollado por Boeing, permite que la MK-82 sea guiada por GPS, lo que la transforma en la GBU-38, con una precisión muy superior a la de una bomba convencional.

Otro sistema de mejora es el kit de guiado láser, que la convierte en la GBU-12, utilizada en ataques de precisión donde se requiere mayor control sobre el objetivo.

El uso de la MK-82 fue documentado en múltiples conflictos desde la guerra de Vietnam, cuando se convirtió en parte del arsenal estándar de la Fuerza Aérea y la Marina de Estados Unidos.

En el incidente de Pocheon,
En el incidente de Pocheon, las ocho bombas fueron liberadas de manera accidental, cayendo fuera del área de práctica e impactando en una zona habitada (REUTERS/Kim Hong-Ji)

Desde entonces, fue empleada en guerras en Oriente Medio, Afganistán, Irak y Siria, así como en intervenciones militares de la OTAN y sus aliados. Gracias a su bajo costo y alta disponibilidad, sigue siendo una de las municiones aéreas más utilizadas en el mundo.

En el incidente de Pocheon, las ocho bombas fueron liberadas de manera accidental, cayendo fuera del área de práctica e impactando en una zona habitada. Investigaciones preliminares apuntan a que podrían haber sido lanzadas desde un BRU-70/A, un soporte de triple montaje que permite la carga de tres bombas MK-82 en un solo punto de anclaje del avión.

Este sistema, que evolucionó desde el antiguo BRU-42, incorpora tecnología digital para mejorar el control del armamento y permitir el uso de municiones guiadas.

El accidente generó interrogantes sobre posibles fallos en los protocolos de seguridad y en los mecanismos de liberación del armamento. La Fuerza Aérea de Corea del Sur formó un comité de investigación para determinar si el problema se debió a un error humano o una falla técnica en el sistema de lanzamiento del KF-16.